No se sentía cómodo sabiendo que Akutagawa había ido a Moby Dick queriendo matarlo a él y no a Francis. Éste era el que causaba el problema entre las organizaciones, sin embargo, él fue para pelear contra Atsushi. Estúpido Akutagawa.
Era de noche, y se encontraba acostado en su futón dentro del clóset, pero no podía dormir. A veces le sucedía, cuando los recuerdos de esa batalla llegaban a su cabeza. Ese maldito emo le complicó las cosas, haciendo que tuviera dos personas contra las que pelear. Por lo menos tuvo la decencia de ayudarlo a vencer al líder de Guild. La amenaza después de eso no le importó mucho, dado que siempre decía que lo mataría; además, como el pelinegro había dicho, él también se había quedado sin fuerzas para seguir luchando. Aún recordaba a la perfección la patada en la cara, sus palabras, y cómo lucía cuando vencieron a Francis. Cansado, pero se veía demasiado bien después de la pelea, con el sol alumbrándole la cara, provocando sombras con su cabello, el viento moviendo sus ropas, aún un poco húmedas por la lluvia...
Se removió en su pequeña habitación improvisada, ya que ese pensamiento lo despertaba cada vez más, y él sólo quería dormir. Y fue peor cuando se acordó con lujo de detalles cuando Akutagawa usó su habilidad al máximo, en la superficie de Moby Dick, usando Rashoumon para envolver su cuerpo, su cuerpo delgado, y sin embargo fuerte. Su cuerpo resistente, rodeado por ese rojo oscuro de su habilidad, dejando ver toda su forma, toda su anatomía...
Abrumado, tomó la almohada y se cubrió la cara con ella de un golpe. Tal vez con el impacto caería rendido ante el sueño, pero el problema era que cada vez tenía más energía. Todas las noches era peor, todas las noche que se acordaba de eso dormía menos, todas las noches que Akutagawa aparecía en su cabeza, quedaba frustrado, y nunca sabía por qué. Su cuerpo se tensaba, lleno de vivacidad, siendo que era el momento donde más tenía que estar cansado, y esperaba que hiciera algo, sin embargo, el albino no era capaz de reconocer qué necesitaba para caer agotado.
Sucedía con más frecuencia, el tiempo se le pasaba lento, bueno, se le pasaba lento sólo cuando no estaba pensando en él. Porque Akutagawa cada vez se robaba más tiempo de su día.
Trayendo a su memoria la última noche en que pensó en él, o sea, ayer, con cuidado, abrió la puerta del armario, y, lentamente, tratando de no despertar a la pequeña durmiendo, salió del futón. Caminó despacio, evitando los lugares del suelo ya conocidos por crear crujidos. Llegó a la cocina, y viendo por su hombro cada unos segundos para revisar que Kyouka no dejara de dormir, se sirvió un vaso de leche, y lo metió en el microondas. Se maldijo cuando el aparato empezó a andar, dado que había olvidado que producía demasiado ruido, especialmente en la noche, cuando el silencio conquistaba cada rincón de la ciudad. Así que, impaciente, esperó que terminara, pero, justo cuando los segundos se acababan, paró el electrodoméstico y sacó el líquido. Quedándose completamente quieto, giró la cabeza para ver el segundo futón en medio del piso, donde la pequeñita persona seguía sumida en su sueño. Por lo menos eso pensaba él, dado que Kyouka se había acostumbrado a despertarse con el más mínimo sonido. Sin embargo, no quería inquietar más al albino, dado que las últimas noches ella ya había notado que tenía problemas para dormir, así que simplemente fingió. Aunque la razón de ese desvelo tenía la curiosidad de Kyouka completamente despierta.
Atsushi, no queriendo importunar más, salió a la terraza del pequeño departamento y se tomó la leche caliente viendo la leve niebla en Yokohama. Aspiró el olor de la noche, dado que en el día la ciudad tenía un aroma diferente. Respiró suavemente, sintiendo la calma esencia y el ligero frío. Todavía no se lograba sacar al chico de la mente, pero por lo menos estaba más tranquilo. Se acercó más a la barandilla y con una mano se apoyó en ella. Elevó la cabeza hacia el cielo oscuro decorado con estrellas.
—Akutagawa, ¿por qué no te vas? ¿Por qué insistes en quedarte en mis recuerdos? —dijo frustrado en un susurro. Volvió su cabeza hacia abajo, un poco molesto por la sensación de impotencia frente a... ¿frente a qué? Atsushi aún no averiguaba qué era eso que le ocurría—. Akutagawa... Akutagawa... —pronunció lento. Cerró los ojos mientras repetía su nombre nuevamente. Sabía a la perfección que pronunciarlo se volvería una adicción.
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Caminó lentamente hacia la Agencia. Kyouka se había levantado primero, había preparado el desayuno con la ayuda de Yasha Shirayuki y dejado una nota para Atsushi en la mesa ya puesta con la comida, que ella había decidido salir antes, dado que quería tomar un poco de aire. Al leerla, el albino se preocupó un poco, pero sabiendo que Kyouka se podía defender bien (demasiado bien), lo dejó. Comió el delicioso desayuno hecho, lavó los utensilios, los guardó, y fue al baño. Se duchó, e, inconscientemente, se miró la pierna.
No, no, no de nuevo, no puedo seguir pensando en él... no puedo seguir pensando en Akutagawa, tengo que parar.
Ignoró, aunque con dificultad, ese deseo de mirar su extremidad, y salió de la ducha. Se secó, vistió, y preparó para ir a su trabajo. Cuando estuvo todo listo y arreglado, cerró la puerta detrás de él y partió. Pero no tenía ganas de moverse tanto, así que sus pasos fueron despacio, para nada apresurados, dado que no se sentía bien. Había quedado medio triste ayer, en la mitad de la noche, por un pequeño pensamiento que no lograba hacer desaparecer. Porque, cuando volvió a acostarse, en ese pequeño lugar, giró su cuerpo, se encogió, apretó sus piernas con sus brazos, afligido por la idea, demasiado atractiva, que había aparecido en él. Y le gustó mucho, pero se entristeció, sin saber por qué, cuando se dio cuenta de que no podría hacerla realidad. Porque, justo antes de dormirse, se percató de que quería estar junto a él, quería que él estuviera ahí... Quería dormirse junto a Akutagawa.
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Holiii, espero que les haya gustado este capítulo. Aviso al tiro que no voy a ser muy constante con las actualizaciones, dado que estoy un poco ocupada, y justo se me ocurrió empezar a escribir esto. Pido perdón por adelantado. Aunque puede que suba otro muy pronto, dado que quedé con la inspiración.
Eso, bye, personas geis ♥
Fangirl
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¡Es imposible amarte! (Shinsoukoku)
FanficAtsushi va a ir descubriendo sus sentimientos poco a poco, conjunto vaya pasando tiempos con Akutagawa, en las peleas, en las juntas obligadas de Dazai-san, como compañeros... Y no será el único que tenga que lidiar con sus emociones. Los personaje...