Capítulo 4

26 0 0
                                    

▪️🦋▪️

Daichi había comprado velas, una manta redonda para sentarse sobre ella, cortinas oscuras y varas de incienso, todo siguiendo las instrucciones de uno de los libros que había conseguido esa misma tarde.

Oikawa le había rogado que lo invitara cuando fuera a hacer la "invocación" del espíritu, pero Iwaizumi lo persuadió de no hacerlo, más bien amenazó a Oikawa si seguía interfiriendo en la vida del moreno.

"Esto es ridículo. Demonios, no tengo más remedio que hacerlo".

Cerró las cortinas, dejando la sala a oscuras, prendió cuatro varas de incienso y cuatro velas, poniéndolas cada una en dirección a un punto cardenal, se sentó en la manta, aclaró su garganta y tomó la vela que se encontraba frente a él en su mano.

La elevó bien alto, luego la bajó a la altura de su abdomen, la hizo girar tres veces frente a él y la ubicó en el suelo otra vez frente a él. — "Espíritu. Necesito hablar contigo. Yo... Pues... ¡Ah! ¿Cómo es qué dice el libro? A ver, ubicar los elementos, hacer el tonto movimiento de la vela y llamar al espíritu de manera no hostil sino amable... ¡¿Qué significa eso?!"

"Mmm. No sé. Pero eres muy ruidoso, los vecinos se enojarán". — Daichi giró lentamente su rostro hacia su derecha y allí estaba. Había regresado.

"Oh... Claro... Lo siento... Bueno esto es algo..." — Los nervios de Daichi no lo dejaban entablar una conversación con el chico.

"Veo que estás nervioso. Y sí, es extraño, creo que esa es la palabra que buscas. Soy Sugawara Koishi, un placer, y me disculpo por haber sido tan grosero la última vez que nos vimos". — Se ubicó frente a él.

"Ah. No. Discúlpame por ser tan indiferente. Un placer, ¿creo? Soy Sawamura Daichi".

"Lo sé. Te he estado observando en estos días. Aún no me creo que esté muerto, pero si estoy aquí debe significar que aún tengo asuntos pendientes por resolver, ¿no crees? ¡Ah! ¡Cierto! No te haré daño. Físicamente me es imposible hacerte algo, no temas". — Sonrió radiantemente y Daichi casi se golpea su rostro por sentir algo por un ser espiritual y se concentró en una sola palabra que había dicho el chico.

"¿Muuuu-eeeer-to?" — Tartamudeó el moreno.

"¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡Sí! Eso creo que es lo que pasa conmigo. Verás, no puedo tomar en mis manos ninguna clase de objetos, atravieso paredes, nadie me puede ver, solamente tú". — Suga sonreía con tristeza en su rostro.

"Lo siento mucho. Te molesta si te pregunto, ¿cómo sucedió?" — Aquella petición desconcertó al de cabellos platinados. — "¿Por qué luces sorprendido?"

"No creí que te interesaría hablar con alguien que ya no está en éste mundo. Eres muy reservado, y casi no hablas con nadie, por lo menos cuando estás aquí en el apartamento. Perdón por ser tan entrometido, pero sólo puedo aparecerme ante ti y eres con el único con quien puedo hablar". — Su semblante era muy melancólico. Daichi se conmovió por el chico. — "Y recuerdo muy poco. Solamente recuerdo que tú estabas aquí y yo también. Es como si mis memorias se hubieran borrado. Sólo recuerdo mi nombre, ni siquiera sé si tuve familia, no sé si hay alguien que me extrañe, no sé qué hacía, asumo que trabajaba en algo muy bueno, sino no tendría éste apartamento". — Sus ojos marrones se cristalizaron y unas muy finas lágrimas descendieron sobre sus mejillas.

"Oye, no te pongas así. Seguro hay alguien que te extrañe, y te recuerde. No estés triste". — Daichi acercó su mano a la mejilla de Suga y pudo sentir un poco de calor que irradiaba de ella, pero no lo pudo acariciar como hubiera querido.

"Eres muy amable. Mmm... Sawamura".

"Daichi. Solamente me dicen Sawamura mis clientes y mi madre cuando se enoja".

"¡Ja! ¡Ja! Ya veo... Daichi". — Se sonrojó al llamarlo por su nombre. — "Tú me puedes decir Suga".

"Ok. Suga. Mmm. Creo que deberíamos empezar por saber quién eres y como tú dijiste, seguro estás aquí porque aún te falta por resolver algún asunto pendiente. Te ayudaré en todo lo que sea necesario".

"Gracias. Cuento contigo".

Sutilmente colocaron sus manos una al frente de la otra, como si las estuvieran estrechando. Se sonrieron mutuamente y así su aventura por descubrir quién era en verdad Suga y cuáles eran sus asuntos pendientes por resolver para poder seguir su viaje al otro mundo empezó.

▪️🦋▪️

Sora Mitai [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora