Capítulo 20

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Café. Pacientes. Café. Diagnósticos. Café. Pacientes. Café. Familiares de los pacientes. Café. Diagnósticos. Café.

Esa era la rutina a la que estaba acostumbrado el joven doctor, aunque ya habían pasado tres años desde que aquella rutina había cambiado.

Luego de cumplir su residencia en el Hospital, Takeda-sensei lo contrató de manera oficial como miembro de su equipo; sus sueños poco a poco se iban haciendo realidad.

Ahora era el jefe del área de Pediatría, a pesar de que había pasado muy poco tiempo, pero era de esperarse de un genio como él.

Al principio tenía que trabajar bastante, pero con ayuda de Takeda-sensei y otros nuevos miembros del equipo sus horas se vieron reducidas, lo que significaba más horas de sueño y menos carga laboral, Suga estaba agradecido, pues tenía un equipo magnífico bajo su cargo.

Ushijima-sensei, cabellos verdosos oliva y ojos del mismo color, Kita-sensei, el más reciente residente incorporado al hospital, de cabello gris claro con puntas negras a los extremos, y finalmente Morisuke-sensei, un joven de cabellos y ojos castaños claro.

Los tres deseaban ser magníficos pediatras como Suga, y teniéndolo a él como el líder del equipo, sabían que podrían llegar a ser como él.

"Suga-sensei, su teléfono está vibrando señor". — Suga giró hacia Yaku Morisuke y se acercó a la mesa donde estaba su dispositivo. Lo tomó entre sus manos y sonrió, llamando la atención del menor.

"Disculpa Morisuke-sensei, tengo que atender esto. No tardo". — El castaño asintió y Suga salió a la terraza de la oficina de donde estaban. — "Hola mi amor".

"Mi vida. ¿Estás libre ésta noche 'bebé'?" — 'Bebé'. Una palabra a la que Suga aún no se acostumbraba, más aún porque así le decía a Hinata.

Aunque desde que Daichi lo llamó de esa manera la primera noche que pasaron juntos y se entregaron en cuerpo y alma había dejado de llamar de esa manera a su hermano, pues se le hacía incómodo. Hinata estuvo muy agradecido con el moreno, por fin se había librado de aquel apodo meloso que tanto odiaba.

"Mmm... ¿Qué tienes en mente?" — Música para los oídos de Daichi. Sabía que si Suga no se disculpaba de inmediato porque debía trabajar, significaba que podrían estar juntos.

"Una salida por el parque, una cena romántica y luego podemos hacer cualquier cosa que tú quieras 'bebé'. Sabes a lo que me refiero, Su-ga-chan". — El nombrado mordió su labio inferior imaginando lo que podría llegar a pasar una vez entrara por la puerta del apartamento que compartía con Daichi, y soltó un suave gemido provocando al moreno. — "Oye, compórtate Koishi, sino tendré que ir por ti inmediatamente".

"No me molestaría si lo hicieras, 'Daddy-chi'. Estoy ansioso por verte". — Daichi soltó un gruñido algo excitado. — "Dos horas". — Dicho eso colgó la llamada y sonrió.

Suga volvió a su trabajo. Atender niños y prácticamente a sus padres era un trabajo pesado, pero lo amaba.

Siempre que llegaba un nuevo paciente a Pediatría él se ofrecía a atenderlos; primero se mentalizaba que eran niños y debía ser muy alegre y amable con su paciente menor de edad, cosa que no era difícil para él ser así.

Sora Mitai [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora