Sora Mitai [Finalizada]

Capítulo 31

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París. "La ciudad de la Luz", o también conocida por otros como "La ciudad del Amor", un muy buen destino para disfrutar de una Luna de Miel, sobretodo para dos jóvenes enamorados, quienes tan sólo hacía una semana habían hecho una promesa ante la ley y ante sus familias y amigos.

Aunque su viaje hacia sido programado con antelación, Daichi había entrado en pánico durante la boda, debido al estado de Suga.

Una vez se enteró de que serían padres Daichi no podía estar más que contento, sin embargo sus pensamientos con respecto al viaje, además de que era a un país extranjero, le preocupó en sobremanera las horas de viaje que se tomarían para llegar a su destino.

✨ FLASHBACK ✨

Al terminar la fiesta, la pareja de recién casados se dirigió hacia su habitación. Suga estaba dispuesto a celebrar junto a su esposo su nueva promesa de amor entre besos y caricias mientras estuvieran en la habitación, pero Daichi tenía su mente en otra parte.

— "¿Daichi? ¿Todo bien?" — Suga detuvo sus besos.

Daichi observó seriamente a Suga, y soltó un pesado suspiro.

— "Suga. Cancelemos el viaje a París". — Suga parpadeó repetidamente y soltó una carcajada, pero la detuvo al ver el serio rostro de su esposo.

— "Un momento. ¿No estás bromeando?". — Daichi mantuvo su rostro serio ante la pregunta de Suga. — "Oh por Asahi. ¡No estás bromeando! ¡Daichi! ¡Quiero ir a París! ¡Ya tenemos todo listo! Las maletas, pasaportes, tiquetes, el itinerario de viaje y los lugares que vamos a visitar. ¿Por qué quieres cancelar nuestra Luna de Miel?". —

— "Creo que es mejor que nos quedemos en Japón por tu embarazo. No quiero arriesgar la vida del bebé, ni la tuya". —

— "Daichi, no va a pasar nada. Créeme cuando te digo esto, soy doctor, sé que es posible viajar en avión en estado de embarazo, sobretodo si son los primeros meses". —

— "No voy a arriesgarme Suga. No iremos a París y esa es mi decisión final". —

Los ojos de Suga se cristalizaron y de ellos salieron unas lágrimas delicadas luego de escuchar la "orden" de su esposo.

— "Daichi, por favor no me hagas esto. Te prometo que no va a pasar nada malo. Tendré mucho cuidado, no me excederé con las caminatas, y si me siento mal iré al hospital. Sólo, por favor, vamos a París". — Suga lloraba y le rogaba a Daichi que le concediera su romántico viaje.

— "No me vas a convencer con tus lágrimas de cocodrilo". — Aquellas palabras molestaron al de cabellos platinados bastante.

— "¡¿Lágrimas de cocodrilo?! ¡Mierda Sawamura! ¡En esto deberíamos estar juntos! ¡Entiende cuando te digo que no hay ningún problema con que yo viaje en avión en este momento!". —

— "¡Dije que no iremos! ¡Entiéndeme tú cuando te digo que no te arriesgaré ni a ti ni al bebé por un capricho tuyo!" —

El doncel lloró, rogó, y así tuvieron su primera discusión, pues el de cabellos platinados no quería posponer su romántico viaje y el moreno quería que su esposo mantuviera reposo y que su bebé no estuviera en riesgo.