Capítulo 21

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Oikawa estaba en medio de su descanso. Había ido a la parte trasera de la librería, donde se encontraba un cuarto con una pequeña cocina, un baño privado, piso de madera, un gran sofá, una mesa de madera de pino en el medio, dos puertas, una hacia el exterior y otra hacia la librería, dos ventanales, los cuales mostraban un paisaje verdoso, y un arroyo cristalino, el cual le transmitía tranquilidad al castaño.

En la parte del frente parecía ser un pequeño y recóndito lugar, pero en verdad era más grande de lo que parecía.

Muchas veces Oikawa comparaba su hogar y puesto de trabajo con la 'Tardis' de 'Doctor Who', pues siempre gritaba "es más grande en el interior"; Iwaizumi sonreía siempre que su esposo hacía referencia a uno de sus programas favoritos y le seguía la corriente.

Mientras Oikawa seguía en medio de su descanso y se relajaba su celular sonó repetidamente, lo tomó entre sus manos y contestó la llamada.

" Yahoo~ Hola Daichi... ¿Qué? ¿Hoy? ¿Estás seguro?... Sí entiendo que lleven tres años juntos y se amen y todo, pero... Daichi es un paso muy grande... ¿Consejo? Ah no. Para eso habla con mi Iwa-chan. Él fue el que soltó la pregunta, yo sólo acepté". — Sonrió Oikawa recordando uno de los días más importantes de su vida.

"¿Con quién hablas Tooru?" — Entraba por la puerta que daba a la librería el moreno de ojos verdes. Oikawa giró y lo miró fijamente.

"Daichi, ya llegó te lo pasaré". — Le extendió el celular a su esposo. — "Está en medio de una crisis".

Oikawa sonrió e Iwaizumi tomó el aparato entre sus manos con una ceja arqueada, pues esa sonrisa en el rostro de su esposo no era una muy buena señal que digamos, y se dispuso a hablar con el moreno.

"Hola Daichi. ¿Qué ocurre? Oye, cálmate. Respira y habla despacio... Ya veo, pues... ¿Hablaste con Asahi?... ¿Tsukishima?... ¿Kageyama?... ¿Qué hay de Sakusa-san?... Ok, déjame pensar. Mmm... ¡Lo tengo! ¡Ushijima-sensei! El colega de tu novio. Él es el indicado... Ah. Lo entiendo, no hablas mucho con él. Ok... A ver".

Iwaizumi miró a su esposo indicándole que saliera un momento, nunca le había contado cómo había planeado pedirle matrimonio, simplemente lo hizo ver muy sencillo pero en verdad se había esforzado bastante.

Jamás le diría lo mucho que sufrió.

Oikawa hizo un tierno puchero, besó a Iwaizumi y salió hacia el mostrador a continuar con su trabajo, cerrando la puerta dándole privacidad a Iwaizumi con su conversación con Daichi.

"¿Iwaizumi-san? ¡¡¡Ayúdame!!!" — Gritó Daichi a través del teléfono dejando casi sordo al moreno oji verde.

"¡Demonios Daichi! ¡Me vas a romper los tímpanos si sigues gritando así!"

Tomó el puente de su nariz y lo apretó levemente. — "Piénsalo de ésta manera. ¿Qué es lo que más le gusta a Suga? ¿Cuál es su comida favorita? ¿Cuál es su pasatiempo favorito? Y ¿dónde fue la primera cita? Aunque no lo creas, para los donceles eso es algo muy importante, el lugar más significativo donde empezó toda la relación".

"Ok... Comida, pasatiempo y primera cita. Creo que lo entiendo. Muchas gracias Iwaizumi-san".

"No hay de qué. Me sorprende que tu amigo el barbudo no te haya dado ningún consejo".

"Eso es porque Nishinoya fue quien le pidió matrimonio a Asahi".

"Tiene sentido". — Ambos rieron. Daichi le agradeció su tiempo y terminó la llamada.

"Eso fue increíble Iwa-chan. ¿Pensaste en todas esas cosas cuando me pediste matrimonio?" — Oikawa abrazó por detrás a su esposo y besó su nuca.

"¿No te dije que esperaras afuera Shittykawa?". — Estaba colorado de la vergüenza.

"Te demoraste mucho y tenía ganas de abrazarte. No me gusta estar ni un segundo lejos de ti. Te amo Hajime, gracias por haberte casado conmigo". — Iwaizumi giró y lo tomó entre sus brazos delicadamente.

"Gracias por decir 'sí'. También te amo Toruu". — Se besaron y continuarían con su labor en la librería, una vez se ocuparan de calmar el calor que emanaba de sus cuerpos.

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Así es como llegamos al momento en que Daichi recogió a Suga de su trabajo.

El moreno estaba bastante callado, pensando en los pasos a seguir indicados por Iwaizumi, mientras manejaba hasta llegar al parque central, donde los árboles de Sakura estaban en plena floración, y la luz del sol se reflejaba en el lago donde Daichi le daría un paseo en un bote de remos a su chico.

Suga estaba bastante nervioso, pero no tanto como Daichi.

Pasearon por dos horas, y además de disfrutar del paisaje, y admirar a los cisnes y patos que se desplazaban por el agua cristalina, se divirtieron entre risas, mientras jugaban con el agua del lago y de vez en cuando se besaban tiernamente disfrutando de los labios del contrario.

Cuando el sol empezó a descender y los colores del cielo se fueron tornando más anaranjados ambos chicos dieron por terminado el romántico paseo.

Una vez más se subieron al auto, pero ahora el trayecto había sido algo más corto, llegando en cuestión de minutos a un lujoso hotel sorprendiendo a Suga.

"¿A qué se debe la ocasión Daichi? Pocas veces hemos estado en un hotel como éste". — Y no era porque no pudieran darse el lujo de hacerlo, sino que sus horarios rara vez coincidían.

"A veces es bueno romper la rutina y cambiar de ambiente 'bebé'. Te prometo que no te vas a arrepentir Suga".

Ambos entraron por las puertas, y Daichi ofreció su nombre en la recepción, revelando que el moreno había reservado una habitación y una cena romántica que disfrutarían bajo la luna llena y el cielo nocturno estrellado, acompañados de la luz de las velas.

No había gente en el restaurante, lo cual Daichi agradeció, pues su cena romántica no se vería para nada interrumpida.

Risas, brindis, cena, uno que otro juego, caricias, besos y luego un baile lento y romántico.

Suga no podía pedir más, amaba a Daichi, y si se lo preguntaran el diría que jamás habría pensado vivir un momento como los que Daichi siempre estaba dispuesto a regalarle y compartirle, pero estaba feliz y agradecido con todos y cada uno de ellos.

Daichi lo amaba y Suga amaba a Daichi por igual, y nada podría evitar ese amor que ambos se tenían, ni nadie podría contradecir lo que ellos dos decían sentir el uno por el otro, pues era real.

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Sora Mitai [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora