Capítulo 11

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"Lo que me dices es algo muy serio Daichi. No solamente por los documentos que dices que son falsos sino por el hecho de que ese doctor quiera desconectar a Sugawara-san". — Habló un chico pecoso de cabellos verdosos.

"Por eso te llamé a ti Yamaguchi. Eres el mejor abogado para determinar un documento falso".

"No es para tanto Daichi". — Shoyo se acercó a la mesa donde hablaban los dos chicos ofreciéndoles una taza de chocolate caliente. — "Muchas gracias Kageyama-san". —

"Dime Hinata o Shoyo. No uso el apellido de mi esposo". — Hinata se rio al ver el asombro de Yamaguchi. — "No es extraño no hacerlo hoy en día. Me siento raro si me llaman por el apellido de Tobio".

"¡Ah! No. No es eso, la verdad te entiendo a la perfección. Yo también sigo usando el apellido de mi familia a pesar de estar casado con mi marido desde hace 8 años". — Giró su mirada a donde estaba el rubio. — "Lo que no entiendo es por qué hay tanta gente".

Hinata, Daichi y él estaban en el comedor, mientras que en la sala estaban Kageyama, Tsukishima, Asahi, Nishinoya, Akaashi, Bokuto, Kenma, Kuroo, Atsumu, Sakusa, Oikawa e Iwaizumi.

"Yo llamé a mis amigos por apoyo moral". — Decía Hinata.

"Pues que Asahi y Nishinoya estén aquí se debe a que ellos dos estaban en tu casa y Nishinoya escuchó nuestra llamada por lo que quiso venir. Eso fue lo que me dijo en cuanto llegaron". — Se dirigió Daichi a Yamaguchi.

"Por supuesto que vendríamos luego de semejante noticia Daichi". — Aclaró Nishinoya.

"¿No estaban en París?" — El moreno los juzgó con la mirada por no haberle avisado de su repentino regreso.

"La Semana de la Moda ya pasó. Estábamos haciendo turismo pero de repente me entraron ganas de comer ramen. Probamos uno y créeme cuando te digo esto: Francia puede que sea muy buena en su cocina local y de élite, pero no saben nada de cocina oriental. Es un delito lo que hacen allí".

"Ésta situación es extraña. ¿No crees Iwa-chan?". — Habló el castaño.

"Concuerdo contigo Tooru". — Respondió el moreno de ojos verdes.

"Tienen razón. Por cierto Shoyo, aún no entiendo por qué nos llamaste. Dijiste que necesitabas de nuestra compañía, pero, ¿por qué?" — Preguntó el de cabello de pudín.

"Ha ocurrido algo con Suga, Kenma". Todos se pusieron en alerta al escuchar el nombre del de cabellos platinados.

"¿A qué te refieres Chibi-chan?" — Fue el turno del de sonrisa gatuna.

"Me refiero a que he sido engañado Kuroo".

"¿En qué sentido Hinata?" — Habló el de ojos azules metalizados.

"Sí pupilo mío. No te detengas a mitad de la historia. ¡Hey! ¡Hey! ¡Hey!" — Ahora habló el de cabellos bicolor.

"Si me dejaran hablar sería estupendo chicos". — Hinata les explicó el gran problema que involucraba la vida de su hermano y de paso tal vez soltó un poco cómo Daichi y Suga tenían un vínculo misterioso entre ellos.

"Vaya. Creo que ¿felicidades? Daichi". — Habló con ironía Atsumu.

"Tsumu. Esto es serio". — Lo juzgó Sakusa.

"¡Hey! ¡Hey! ¡Hey! ¡Eso es algo increíble! ¡Seguro es que son almas gemelas! ¿Cierto Akaashi?"

"Olvidas lo verdaderamente importante aquí Bokuto-san". — Respondió Akaashi a su esposo. — "Alguien ha cometido un gran delito, y si no se hace algo inmediatamente, Suga-san puede morir".

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Sora Mitai [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora