Sora Mitai [Finalizada]

Capítulo 5

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Era una hermosa mañana. Las aves cantaban anunciando un nuevo día, la aparición de los cálidos rayos del sol se colaban por la ventana de la habitación donde dormía profundamente un moreno de cabellos azabaches y cuerpo fornido.

La molesta alarma empezó a sonar de manera constante, sacando de quicio al moreno quien deseaba prolongar sus horas de sueño, pero luego de cinco minutos de ese pitido se levantó de golpe para apagarla.

Se sentó sobre la cama, soltó un suspiro y sintiendo una presencia adicional giró su mirada a su lado izquierdo encontrándose con el chico de cabellos platinados.

— "No fue un sueño". — Apoyó sus codos sobre sus rodillas que tenía dobladas hacia su pecho y acomodó su cabeza entre sus manos dejando salir un sonoro quejido de frustración.

— "Buenos días. ¿Sabes algo? Roncas mucho, y hablas entre sueños. Y yo, no duermo, lo intenté durante toda la noche pero no pude. Fui a la terraza y observé la ciudad bajo el cielo nocturno. No recordaba que era tan hermosa, hacía mucho no tenía tiempo de contemplarla, o al menos eso es lo que siento en mi interior". — Daichi lo escuchaba atento. Su voz era muy delicada y se sentía a gusto al escucharla. — "Lamento que no sea un sueño para ti. No debes estar muy a gusto con ésta situación". —

— "Ah. Sí. Digo. No. No sé". — Daichi se sintió algo mal por haber tenido tal reacción al ver a Suga.

— "No es necesario que lo niegues. Más bien hagamos de éste día algo productivo y vamos a averiguar algo sobre mí". —

— "De acuerdo. Oh... Me gustaría hacer algo con tu terraza si no te molesta, una vez regresemos... Está bastante descuidada". —

— "Está bien. Gracias". —

— "Muy bien, dejando eso de lado, sabemos tu nombre por el momento. Eso nos ahorrará algo de tiempo, así que vamos". —

Ambos chicos salieron de la habitación. Daichi se hizo un delicioso desayuno, huevos fritos, una tostada, chocolate caliente, sandía cortada en trozos y un trozo de queso. Bastante saludable a los ojos de Suga, quien miró asombrado el menú que había preparado su "compañero de cuarto".

— "¿Ocurre algo?" — Preguntó Daichi al ver el rostro de Suga.

— "No pensé que fueras buen cocinero". — Sonrió nervioso al ver la ceja arqueada de Daichi. — "Oh, lo que ocurre es que rara vez cocinas. Usualmente haces una tostada con mermelada y un café instantáneo y eso es todo. Me sorprendiste". — El moreno sonrió de medio lado.

— "Cuando tengo tiempo cocino lo más saludable posible. Últimamente por la mudanza no había tenido tiempo para hacerlo, además... No, no es nada". — Suga miró con intriga a Daichi, pero prefirió no ahondar en el tema.

Terminado el desayuno, Daichi se arregló para salir junto con Suga.

— "¿Listo?" — Miró a Suga.

— "Muy listo. Es la primera vez desde que morí que voy a salir del apartamento. Será interesante". —

— "¿Cómo sabes eso?" —

— "Ya te lo dije. Aparecí de un momento a otro aquí el día que te mudaste y no he ido a otros lugares. Solamente la terraza". —

— "Cierto. Bueno. Hagamos esto". —

Primero se concentraron en preguntar a los vecinos del edificio, para su mala suerte Suga no era conocido por ningún vecino, todos respondían lo mismo, era un apartamento vacío para todos.

— "Parece que para ésta gente ya estaba muerto". —

— "Oh vamos Suga. No te mortifiques. Encontraremos a alguien. ¡Ah!" —

— "¿Qué pasa?" —

— "Ya sé en dónde podemos averiguar algo sobre ti". —

— "¿De verdad? ¡Eso es fantástico! ¡Gracias Daichi!" — El moreno se sonrojó al escuchar su nombre salir de esos labios rosados, que seguro besaría sin dudarlo, si Suga no estuviera muerto.

— "No es problema. Vamos". — Ambos salieron del apartamento y Daichi sabía que debía tener cuidado de no hablar con Suga en presencia de otros, o lo mandarían al manicomio.

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