Capítulo 8

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"¿Sawamura Daichi?". — El moreno giró hacia dónde lo habían llamado. — "Un placer. Mi nombre es Takeda Ittesu Sensei, el superior de Sugawara Sensei". — Se presentó con una reverencia.

"El placer es mío". — Respondió igual al saludo.

"Muy bien, ¿por dónde empiezo?". — Takeda se sentó en la banca de color blanco y Daichi lo imitó, Suga por su lado se sentó en el piso al frente de los dos para escuchar lo que su superior tenía que decir. — "Sugawara Koishi ha sido de mis mejores residentes. El día que se vinculó al hospital pudo hacer 10 diagnósticos diferentes todos acertados, podrías decir que es un prodigio de la Medicina Interna". — Takeda sonreía con un semblante nostálgico.

"Suena como si hubiera sido alguien genial". — Miró a Suga de reojo y éste le sonrió.

"Lo es". — Takeda miraba hacia el cielo pensando en lo mucho que extrañaba a su más querido residente.

"¿'Es'?" — Pensó Daichi. Suga miraba fijamente a su superior, pues no hablaba como si estuviera muerto. Tal vez Iwaizumi y Oikawa tenían razón y no estaba del todo muerto.

"Hace dos meses le ofrecí su estadía en el hospital, estaba aplicando su trabajo aquí y yo lo quería en mi equipo. Sus notas de la Universidad, los comentarios de sus maestros y de sus pacientes cuando hizo el rural, siempre fueron positivos". — Suga sonrió ante el recuerdo de la Universidad y Takeda continuó su relato.

"Sabía todo de él, y tener a un doctor como Sugawara Sensei en tu equipo es prácticamente ganarse la lotería. Es el mejor doctor que he conocido, lo admiro mucho aún cuando él es mucho menor que yo, pero es inevitable. Es una persona apasionada, que ama lo que hace y no espera nada a cambio por sus esfuerzos, admirable la verdad". — Suga lloraba al escuchar a Takeda, jamás le habían dicho algo así, siempre se quejaban de lo mucho que trabajaba pero nunca lo eligiaban por ello. 

"Ya veo". — Daichi estaba sorprendido al escuchar a alguien hablar de esa manera sobre Suga.

"Ese mismo día lo mandé a casa, había trabajado 48 horas seguidas. Tenía que descansar, pero lastimosamente sufrió un accidente camino a su casa. Un camión chocó con su carro, al parecer el conductor se quedó dormido y según las autoridades Sugawara Sensei giró el volante pero no pudo evitar el choque. Además de que su auto rodó por una pendiente quedando casi totalmente destrozado".

"Lo recuerdo. Todo. Las luces, el chirrido de las llantas, los giros, la sangre, todo". — Daichi se entristeció al escuchar a Suga, se notaba que había estado asustado y había sufrido una muerte dolorosa.

"Lamento su pérdida Sensei". — Daichi le ofreció una reverencia.

"¿Pérdida? Sugawara-sensei no está muerto". — Ambos chicos miraron a Takeda atónitos.

"¿Disculpe?"

"Está en coma. Hemos estado esperando a que despierte durante estos dos meses. Todos lo hacemos por la fe que le tiene su hermano".

"¿Hermano?" — Daichi miró a Suga preguntándole con la mirada por el chico en cuestión. Suga alzó sus hombros restándole importancia.

"En efecto. Es un chico bastante optimista. Cuando se enteró del accidente lo primero que preguntó fue si su hermano estaba muerto, y al decirle que estaba en coma se alegró mucho. Viene todos los días a visitarlo junto con sus hijos, a veces viene en compañía de su esposo. No pierde la esperanza, y si él no lo hace tampoco lo haré yo". — Suga pensó en Hinata, y en lo mucho que se querían. Debía verlo, quería verlo. — "Cielos, creo que hablé de más".

"No se preocupe Sensei. Mi labios están sellados". — Se despidió con una reverencia de Takeda y salió del hospital.

Caminando por las calles de Miyagi ninguno se dirigió la mirada, mucho menos la palabra. Había mucho qué pensar y lo primero era aclarar quién era Sawamura Daichi.

"¿Daichi? ¿Puedo preguntar por ti?"

"Adelante. ¿Qué quieres saber?"

"Todo". — Daichi detuvo sus pasos y soltó un gran suspiro. No le gustaba hablar de él o su pasado. Le traía mucha tristeza a su corazón.

"Es justo. Hace un momento te noté sorprendido cuando revelé que era arquitecto paisajista".

Continuaron su camino de regreso a casa en silencio. Pasaron por un mercado donde Daichi compró huevos, arroz, algas, camarones, verduras, carne y unas pocas frutas.

Al llegar, Daichi preparó onigiris además de verduras salteadas y picó algo de fruta. Probó su comida y luego terminó de limpiar y ordenar todo lo utilizado. Estaba haciendo algo de tiempo; evitar hablar de él era lo que más hacía, pero tenía que ser honesto con Suga, así cómo el peli plateado lo había sido con él.

"Vamos a la sala". — Daichi se sentó en el hermoso sofá y entre sus manos tenía una taza de chocolate caliente.

"Tómate tu tiempo. Veo que no es fácil".

"Puedo manejarlo. Bueno mi nombre sí es Sawamura Daichi, te lo aclaro para que no tengas dudas de mi nombre, jamás mentiría sobre eso. Tengo 30 años, soy arquitecto paisajista. Me crié en Tokyo y allí hice todos mis estudios. No tengo familia. Mis padres y mi hermana murieron en un terremoto hace 5 años. Hace 3 años me casé con mi mejor amiga, pero no porque la amara sino porque era para ocultar su embarazo".

"¿La dejaste embarazada?"

"Claro que yo no era el padre de la criatura. Tenía un novio, un imbécil, que la abandonó cuando se enteró del bebé. Los padres de ella eran muy estrictos con todo eso del matrimonio y el sexo dentro de éste, no antes, muy chapados a la antigua. Ella y yo ideamos un plan y así nos casamos, pero nunca hubo nada de contacto físico más allá de un abrazo".

"¿Qué pasó después?"

"Perdió el bebé. Sufrió mucho y yo también. Había llegado a encariñarme con el bebé, y la idea de tener un hijo no se me hacía algo malo, siempre he querido tener hijos, aunque en ese momento nunca imaginé que fuera con una mujer. Pensaba que algún día conocería a un doncel, creo que me entiendes". — Suga se sonrojó.

"Oh. No lo esperaba de ti". — Daichi sonrió ladinamente provocando que Suga se estremeciera ante tal mirada.

"Soy reservado, y luego de la muerte de mi esposa, dos meses después, empecé a tener un semblante más inexpresivo, o eso es lo que dicen mis mejores amigos, Nishinoya y Asahi".

"¿Dónde están ellos?"

"París. Asahi es diseñador de modas y Nishinoya es modelo, aunque es de baja estatura. Sufrió mucho una vez entró a ese mundo, pero gracias a su carácter pronto se convirtió en uno de los modelos más reconocidos de París. Se casaron hace cuatro meses, fui el padrino de Asahi".

"Vaya. Es interesante y en cierto modo gratificante saber más sobre ti". — Suga se sentía contento al conocer más cosas de la vida del moreno.

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Sora Mitai [Finalizada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora