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El viaje era largo, habían pasado al menos cuatro horas desde que seguían en la carretera. Sanford estaba ahora el timón del camión. Deimos estaba descansando. Doc estaba en la parte de atrás del vehículo leyendo los datos desde su laptop, quizás necesite apoyo de Deimos más tarde o cuando se despierte para romper algunos códigos. y Hank, Hank estaba sentando al costado de Doc observando atrás si es que alguien los seguía.

No era nada nuevo que en Nevada hayan bandidos que intenten derribar vehículos para buscar restos que puedan usar o comer.

Wimbleton soltó un bufido y terminó por acomodarse mejor, se recosto en la plataforma del camión y apoyo su cabeza en las piernas del médico, interrumpiendo su trabajo. Doc suspiro y puso la laptop a un costado para que no lo interrumpa.

— “ Estoy trabajando. ¿Que es lo que quieres? ” —

Se limitó a contestar y con su mano normal se retiró esos lentes que usaba.

Los ojos del mitad Mag eran de un color carmesí, similar a la sangre. Pero otro rasgo era que estaban cansados. Tenía ojeras y no tenía ese brillo común de unos ojos vivos. Hank al haber muerto y ser traído de vuelta tantas veces, sumando a eso el trauma que había adquirido con ese payaso: perdió ese pequeña iluminación.

Doc al verle cambio su expresión de una molesta a una más preocupada. Incluso si no de podía apreciar por lo que tenía en el rostro. Se podía ver en sus gestos.

Empezó a acariciar con una mano el rostro del contrario causando que se apegue más al médico. Y con la otra que estaba libre le hablo con señas.

— « Estas bien »

— « Descansa, te lo mereces. »

Si tan solo fuera tan fácil decirlo.

Hank sin más cerro sus ojos, dejándose llevar por las caricias del viejo. Intentando conciliar el sueño.

El mercenario solía "descansar", podría decirse que para el era cerrar los ojos y ya. Pero no, estar en Nevada era vivir en constante peligro. Tu no sabias si es que alguien te lleva siguiendo días sin descanso, si es que en el más mínimo momento en el que bajaras tu guardia te encontraras en peligro.

Aunque esta vez tal vez lo intente. Cerraría sus ojos por un momento, solo uno. Sabía que Doc no le daría la espalda incluso si es un idiota. Sanford y Deimos lo ayudaban en las misiones incluso cuando no lo necesitaba.

Esta equipo se sentía como.... ¿Cual era esa palabra?

Familia, claro. Era eso, una palabra que se perdió en el tiempo y que ahora ha vuelto a cobrar sentido.

Se sentía, acogedora, seguro. Todo lo que alguien podría pedir en un lugar tan espantoso como lo es Nevada.

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Una figura con una bata de color blanco estaba corriendo por las calles de una ciudad muy concurrida. Estaba lloviendo y las luces LED de colores rojos, rosados, violetas e incluso verdes adornaban una persecución.

El hombre tenía entre sus brazos una laptop, y un cable de energía. Estaba siendo perseguido por otras cuatro o cinco figuras vestidas de negro. Le gritaban "Traidor" y más cosas horribles.

Todo con tal de conseguir información de como traer devuelta a aquella persona importante para el.

El sudor se combinaba las gotas de lluvia, intentaba no resbalar. Y luego un disparo. En el costado del abdomen, para su suerte solo le había rozado pero el dolor era indescriptible. Tenía que seguir corriendo.

Al rato logró zafarse del peligro, se oculto en un departamento. Prácticamente abandonado, se apoyo contra una pared y cayó sentando el piso. Con algo de esfuerzo arrancó un trozo largo de tela de su bata y se vendo con eso. Serviría hasta que encuentre un Botiquín decente. La laptop estaba a salvo, estaba bien. Tranquilo pero... Por qué seguía lloviendo? Estaba bajo techo, tocó su rostro y se dio cuenta de que, en efecto. Estaba llorando. Quizás por el dolor pero también pudo por alegría de saber que podía traer a gente de vuelta.

Ahora sólo debía descansar. Su trabajo había terminado, traería a Hank al día siguiente. Aunque quizás no duerma, pueden seguir ahí fuera buscandolo.

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— “ Doc, despierte. Llegamos ” — Mencionó Sanford desde el asiento del conductor. Esperando lograr despertar al asesino y al médico.

Se había quedado dormido? Al parecer sí. Miro abajo y se dio con la imagen de un Hank calmado que lo estaba abrazando mientras dormía. Era una bonita eh inusual imagen, verlo tan indefenso de esa forma.

— “ Adelante se ustedes, revisen que esta libre. ” — Sanford hizo un sonido para confirmar y despertó a Deimos, cuando este estaba despierto. Ambos se bajaron del vehículo y se dirigieron a la estructura.

Doc regreso su visión a Hank, hace años que no lo veía así. Las veces en las cuales lo obligaba acostarse con el a su costado no cuentan ya que sabía que realmente no estaba durmiendo, solo lo hacía para que 2B se quedará dormido. Ya que normalmente no descansaba casi nunca. Lo mismo iba para Wimbleton, casi nunca dormía ya que alguien tenía que mantener a raya las amenazas que los perseguían.

— “ Arriba, tenemos que ir con los demás. ” — Esperaba que se levante con eso. Pero no era suficiente, así que soltó un suspiro e intento decirlo de otra forma más dulce.

— “ eh... Cariño, levántate por favor. ” — 2B dijo esto un tanto avergonzado, no solía hablar de esa manera pero si era suficiente como para que le haga caso entonces trataría de usarlo lo más seguido que pueda.

Y claramente funcionó. Hank término por mirarlo y estaba algo sorprendido ante como le llamó, lo que causó que rápidamente se sentará y se quedará viendo la cara del medico. Cosa que lo asustó.

— “ Uh... Han- ”

No pudo terminar porque cierto individuo lo tomó de los hombros y lo observo fijamente, luego se Quito la máscara que cubria su boca para poder hablarle mejor.

— “ Repitelo ” — Dijo con su voz rasposa

— “.... Cariño? ” — El doctor volvió a contestar, para luego terminar por ser acorralado por este mismo. — “ WIMBLETON- ”

Y, como siempre y de costumbre, la bestia término por volver a su trabajo de dejarle marcas. A Doc no le gustaba pero no podía ser nada al respecto, además jamás penso que una palabra tan simple pudo ponerlo de esa forma.

En ese espacio en el cual Hank buscaba dejarle más marcas. Se escucho la voz de Deimos desde la puerta de la estructura.  — “ Doc! Todo libre! ” — Seguido un bostezo también ruidoso.

Esos dos lo salvaron. Doc observo a Hank y le acomodo su máscara y gafas a la vez que se alejaba de el. Tomó la laptop y su cable correspondiente y se bajo del camión. Tenía suerte que esos dos no vieron al monstruo y al hacker en esa situación.

A Hank no le importaria en lo más minimo. Doc se moriría de vergüenza.

— “ Vamos, Wimbleton. Ayudame con el equipaje. Quizás... te de un premio al final. ” —

Bueno, ahí estaba su motivación.

Domando a un mutante (EDITANDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora