so let's love ꒱ seungin

19

—Jeongin —el señor Kim se acercó a el— Tus padres quieren hablar contigo...

—Pero yo-

El menor buscaba consuelo en la mirada de los Kim.

—Parece que están tranquilos... Si quieres, para sentirte mas seguro, pueden hablar aquí mismo.

Jeongin lo pensó por un momento, pero decidió enfrentar a sus padres como debía y hablar con ellos. No quería meter ni a Seungmin o a Younghyun.

—Iré con ellos.

Terminó por vestirse y despedirse de su novio con un beso en la mejilla, diciéndole que todo estaría bien y que de comunicaría lo antes posible con el.
Younghyun le había dicho que sus padres le esperarían en le auto, así que en silencio Jeongin se dirigió al vehículo y subió sin decir nada.

—Iremos al restaurante de la carretera.

Avisó el alfa, Jeongin recuerda el lugar, cuando volvían de las vacaciones solían parar ahí... Le gustaba bastante cuando era niño.

Yang Sejong no siempre había sido el alfa serio de familia que es ahora.

Desde muy pequeño su padre había intentado inculcarle los valores correctos para ser un "buen alfa", claro que era algo contradictorio para el en ese momento ya que veía un trato algo tenso entre sus padres. El era el hijo mayor de cuatro; dos omegas y el menor de todos otro alfa.
A pesar de las "pequeñas" peleas en casa y con su padre ultra estricto logró ser muy feliz.

Cuando cumplió diez años, se mudaron desde el pueblo en el que vivían a la ciudad y ahí conoció a Pyo Hyemi. Una bonita niña de ocho años que jugaba a diario con sus hermanas. Instantáneamente quiso saber de ella, incluso su lado protector había salido a la luz con ella lo que era extraño ya que solo salía con sus hermanos menores.
Con el tiempo Sejong siguió acercándose a ella y se ganó su confianza, acompañandole a casa y a la escuela cada día, haciéndole pequeños regalos.

Finalmente, cuando ella tenía quince años y el diecisiete empezaron a salir. Su relación era tan linda e inocente, el mayor siempre tenía en cuenta lo que la omega comunicaba ya que apreciba su opinión a pesar de que su padre pues... No estuviera muy de acuerdo con lo que un omega pudiese decir.
Aún así, ambos seguían siendo felices, disfrutando de las citas y siempre regresando a la hora que el padre de Hyemi exigía.
No fué hasta su primer aniversario que ambos compartieron juntos sus celos, Sejong marcó por fin a su omega, que al principio le había parecido algo apresurado su padre venía repitiendo una y otra vez que ya era hora.