『𝔸𝕟𝕘𝕖𝕝 𝕖𝕪𝕖𝕤 』 ᴜꜱᴀʀɢ 🔞

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Argentina, de nuevo, acostado sobre su cama con la diferencia de que ahora su omega estaba igual de cansado que él y moviendo la cola despacio, calmado, satisfecho.

Había estado bastante bien, el chico era muy lindo y había sido muy atento al momento de hacerlo, le había gustado.

Entonces ¿Por qué se sentía tan raro?

Su omega estaba tranquilo pero un poco malhumorado, sabía que luego cuando esté en celo le reclamaría el hecho de haberlo hecho con otra persona en vez de su alpha destinado. Ahora podía quejarse cuanto quiera pero bien que no se había molestado ni un poco cuando ese australiano estaba entre sus piernas.

Aunque también puede ser que haya estado avergonzado cuando lo hacían ya que, aunque a él también le abochorne admitirlo, cuando ese chico estaba "haciendo lo suyo" sobre él, se vio tentado a cerrar los ojos para poder prestarle atención a sus otros sentidos, terminando por acariciar esos cabellos castaños que tan bonitos se veían, aunque al abrirlos se encontró con un rostro bastante diferente al que esperaba.

Que vergüenza, cuando lo recuerda se pone de cara contra la almohada para intentar ocultar su sonrojado rostro. Había fantaseado con su vecino mientras estaba con otra persona.

Aunque una parte de él le había gustado pensar que no podía ser tocado por otra persona que no sea su alpha. Que le pertenecía por completo...

No, no, ya se había bañado, no podía volverse a calentar.

Se llevó un buen susto cuando la puerta de su cuarto se abrió de manera repentina, dejándolo en silencio unos segundos antes de reaccionar.

--Oh, hola, no te escuché llegar--Pensó en reclamarle por no tocar la puerta antes de entrar, si, era su hermano, pero él ya estaba bastante grande como para hacer cualquier cosa que su hermano no va a querer saber. Aunque la razón por la que no se quejó iba también por el mismo lado. Los  alphas al tener sexo liberan feromonas para marcar su territorio, un tema de instinto, y el olor que suelten sería embriagador para el omega, pero terriblemente pestilente para los demás alphas, para mantenerlos alejados.

Su hermano era un alpha.

Él había estado con uno mientras él no estaba, y por mucho que abra las ventanas e intente camuflar ese aroma, no era fácil. 

No es muy difícil entender por donde va la mano.

Que su hermano no se queje les ahorra la vergüenza a ambos.

--Llegué hace media hora, pensé que estarías dormido.

Uruguay ya tenía veintidós años, había terminado de estudiar y por el momento quería dedicarse a trabajar para tener algo ahorrado antes de empezar a estudiar algo que él quiera (Aún no estaba seguro de qué) así que Argentina tenía ocho horas de casa sola, cinco se las pasa en el colegio, pero las demás ya se encargaba de llenarlas.

Iba a responder que había estado despierto, pero eso llevaría a que le diga "¿Entonces qué estabas haciendo?" y responder que había estado pensado demasiado en el vecino no era una buena opción, así prefirió decir que: --Si, me desperté hace un rato, puede que por eso no te haya escuchado.

Uruguay asintió, quedando en silencio pero sin salir de su cuarto. Al parecer pensando en como decirle algo.

Le dio mala espina, siempre que se quedaba así de callado le iba a decir algo que no le iba a gustar.

--Estaba pensando en qué comer y...--Guardó silencio unos momentos más, empeorando su presentimiento, sólo había algo que su hermano podía decir para molestarlo, y eso incluía a cierta persona que no le agrada en absoluto--...resulta que Brasil hoy trabajaba hasta tarde...

--¿Tu novio está abajo?

¿Por qué se habían mudado a ese lugar? Pues resulta que su padre había muerto ya hace un año, su madre se fue apenas nació Argentina y no tenían con quién quedarse, el dinero apenas y era suficiente con el trabajo que tenía Uruguay allí, las cosas eran difíciles hasta que su hermano conoció a Brasil por internet.

--No es mi novio, no digas cosas extrañas.

El día en el que su hermano mayor le propuso mudarse a otro lugar porque tenía "un amigo" que le prometía un trabajo bien pagado y una casa para alquilar en bajo precio, no pudo evitar pensar en que su hermano no era lo suficientemente lindo como para prostituirse. Por suerte la idea de ser estafados quedó atrás cuando el chico fue a visitarlos a ellos, al menos en gran parte.

--¿Qué hace aquí?

Brasil decía la verdad, ahora ambos trabajan juntos en un restaurante, tenían donde vivir y estaban bastante bien.

Entonces ¿Por qué le caía tan mal el chico?

--Trajo pizza para comer, baja que ya pusimos la mesa.

 Porque le daba señales contradictorias a su hermano.

Un día venía y les traía comida, trataba a Uruguay como un príncipe, llegaba a ver como acariciaba su muslo por debajo de la mesa, escuchaba como lo celaba, como le decía ser el alpha más hermoso que había, como lo quería. Al siguiente apareció con novia.

Por un lado lo detestaba, Argentina había estado con su hermano cuando este lloraba por haberse encontrado con que el brasileño estaba con alguien, otra vez porque había pasado varias veces cuando aún sólo se conocían por internet. Y es que no podía quejarse en realidad, porque nunca era algo del todo serio, nunca una confesión, siquiera un beso, nada.

Luego Uruguay negaría el haber llorado por él, fingiría que él pretendía tener una amistad sin más con Brasil.

Después de todo, no era algo normal ver a dos alphas juntos.