『𝔸𝕟𝕘𝕖𝕝 𝕖𝕪𝕖𝕤 』 ᴜꜱᴀʀɢ 🔞

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Usa era un chico en serio lindo, tenía unos preciosos ojos color avellana y los cabellos iguales que los de su madre, dorados como el sol, Fin desde que lo conoció que no lo pudo sacar de su mente.

Era tierno, tanto que incluso llegaba a ser inocente. Como un niño.

Torpe pero adorable, Usa era su definición de perfecto.

Francia era una mujer fina crecida entre las mejores escuelas, había nacido para la cocina, era lo que más le apasionaba, pero un lado de ella le pertenecía a la moda. Oh, como adora la francesa la ropa y el maquillaje, era algo que en serio le gustaba a pesar de no dedicarse a ello, incluso así conoció a su actual marido, un joven maquillista que se enamoró de la dama de cabellos color sol apenas la vio. Uk.

Usa se vio contagiado de la pasión de sus padres desde pequeño, por lo cual verlo bien vestido era casi una ley. Le encantaba la moda y de vez en cuando maquillar al pobre Fil que no tenía idea de todas esas cosas estéticas.

Era el amor de su vida, y lo confirma al ver como le da sopa porque se siente mal. Que tierno.

--Abre grande.

--Te amo.

--¿Uh?--Apartó la cuchara de delante de su rostro al escucharlo, esperando unos segundos antes de sonreír, sólo no se esperaba que de la nada hable teniendo en cuenta lo mal que estaba su garganta en esos momentos. Su pobre amor estaba muy enfermo--Yo también te amo, amor.

Fil se había enfermado tras tomar frío el sábado, ya el domingo se había sentido mal y el lunes no pudo ir al colegio. Fue mala idea salir a fumar.

--Pero en serio te amo...--Tomó, como pudo, el rostro de su pareja entre sus manos, acercándolo de a poco hacia el propio, hablando a sólo unos centímetros de distancia--...eres perfecto.

Usa entrecerró sus ojitos que casi parecían bronce, guiado y ya atrapado bajo los encantos de su dulce novio, acercándose de a poco para besarlo. Pero una mano se podó sobre sus labios antes de poder lograrlo.

--Vas a contagiarte--Con sus dedos rozó los sensibles labios de Usa, sintiéndolos mullidos y cuidados, sabe que tiene cierto cuidado especial con estos ya que se le resecan mucho. Eran de un rosita claro muy lindo, casi como color durazno--No puedes besarme.

Usa hizo un puchero bastante infantil, mullendo sus labios incluso más, dejándole sentir el interior de su caliente boca.

Podía ser porque estaba enfermo que su cuerpo está tan caliente, pero nunca pensó que extrañaría tanto besar a su novio incluso cuando está justo frente a él.

--Sólo un beso.

Usa tuvo que tragar con fuerza al sentir que su boca se llenaba de saliva, un poco raro.

--¿Uno solo?

--Así es, uno solo--Usa dirigió sus manos hacia el rostro de su amor también, acariciando la suavidad de su piel. Su piel era tan clara y se veía tan hermoso lleno de pecas, algún día se dedicaría a besarlas todas, incluso las que traviesas se escabullen por su cuello hasta el pecho--¿O acaso me permitirías darte más?

¿Qué es esa sensación? 

--Puede ser que no te deje besarme--Fil en la cama era bastante dominante, incluso había veces en las que lo dominaba por completo, se le subía encima y no se terminaba hasta dejarlo exhausto, hasta que Filipinas esté satisfecho. Su amor era bastante intenso en ese hábito-- pero puedo usar mi boca para otra cosa si quieres...¿Usa?

Fil se quedó petrificado y más que preocupado al ver como su novio salía corriendo en dirección al baño.

Se exaltó de más al escucharlo vomitar.

Oh mierda, quizás en serio lo había contagiado.

Lo que Filipinas no sabía era que Usa no estaba contagiado de nada, que estaba vomitando por una razón muy distinta. No compartían el estar enfermos, compartían otra cosa. La culpa.

Fil se sentía culpable por contagiar a su pareja, aunque no lo había hecho.

Usa estaba muriendo de la culpa por las nauseas que casi besar a su pareja le habían provocado.

Y eso si era más que real.