Capitulo XI

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Ser imperceptible

Ya varios días pasaron de la masacre, era un día tranquilo, con una buena brisa recién amanecía y Kudashi con las dos nuevas integrantes de la familia estaban en un profundo sueño, en los días después de la venganza de Kudashi decidieron sus nombres.

La pequeña y traviesa gata pelimarron se llamaría Milly y la otra pequeña tranquila y serena pelinegra se llamaría Molly.

Seguían durmiendo como rocas, hasta que una ruidosa Akiko les levantaban a los tres, después de un día exhausto querían seguir durmiendo y Akiko sin opción les tiró agua, los tres salieron contra Akiko que quería que todos se levantaran.

- ¡Ven a aquí Akiko que te voy a hacer mierda!- decía Kudashi yendo contra Akiko con las hermanas acechando en todo el departamento.

Todos se tranquilizaron y desayunaron, hasta que Akiko preguntó algo que dejó en blanco a todos en la mesa.

- Una cosa que recién me doy cuenta, ¿porque Kudashi estaba herido y rescato a Molly y Milly hace unos días?

Kudashi y las pequeñas no sabían que responder, los agarro desprevenidos pero estaba tía Lisa al rescate de sus protegidos.

-Pues mira, lo que pasó ayer, fue que mandé a Kudashi a tomar aire e ir por unas cosas, pero vio como unos tipos se llevaban a Milly y Molly, sacó su instinto salvador y fue a por los tipos que las secuestraron, sabía que no iba a salir ileso pero no le importó fue contra los villanos y las salvó pero terminó lastimado y por eso estaba en el hospital- dijo Lisa haciendo un ambiente donde narraba épicamente y al final todos aplaudieron y se pusieron de pie, por esa épica narrativa.

- Oh ya veo, mi hermanito las salvo de los tipos malos, te felicito Kudashi- dijo inocentemente sin sospechar.

- S-Se lo creyó!- gritaron en su mente Lisa y Kudashi, sin creer que Akiko no sospechó.

Varios días después, Kudashi regresó a su rutina diaria de no hacer nada, pero Lisa le tendría una fatal noticia.

- ¡Kudashi! Te tengo una mala noticia que afectará tu futuro...- Lisa entrando sin avisar a su habitación.

- ¿Estas preparado para escucharla?- Lisa seriamente diálogo.

Kudashi sudando y nervioso, sólo respondió con tragar su saliva para prepararse por la noticia más importante de su historia.

- T-Tendrás...

Que ir a la escuela... - dijo la fémina a su protegido, dejándolo en silencio y tratando de procesar la información, solo pudo exclamar una sola palabra.

- ¡QUEEEEE!! -

-Mira te explico Kudashi, para que te den tu cartón de graduación al menos tienes que ir un año presencialmente-.

Nuestro querido Kudashi no sabia socializar, en el pasado era un chico de pocas palabras, haciéndolo más interesante, pero por dentro estaba igual de nervioso, que cuando rompía algo por accidente frente de su mamá.

No sabía que hacer estaba en blanco la última vez que habló con alguien que no conocía fue en I-Island en una conversación incomoda con David Shield después de que paso algo interesante con Melissa en la despedida de hace unos años.

Lisa lo inscribió en una escuela pública, ya no estaría en una escuela privada donde todo era más tranquilo, ahora tendría que lidiar con diferentes tipos de personas, eso lo aterraba más.

Pasaron unos pocos meses y ya era hora de entrar al primer día de clases, Kudashi en la mañana se puso todo el desodorante que podía y literalmente se baño en perfume.

No iba al colegio desde hace años, estaba muy ansioso, era un hermoso día soleado y con buenas vibras Kudashi salió despidiéndose de Milly, Molly seguía durmiendo en su cama como la bella durmiente.

Dando su primer paso afuera de su departamento se tropezó y se cayó de cara, con ese hecho Kudashi ya sabía que este no sería su día.

En la entrada de su colegio que aparentemente era normal, pero para él era como estar en el infierno no sabía lo que iba a suceder, pero tomó confianza y entró. Tuvo que esperar afuera para que él profesor lo presente a su clase, el profesor lo llamó era su momento de salir al escenario principal.

Kudashi entra y todo su salón lo mira, esto no lo inmuta y sigue su camino hasta el centro de la pizarra.

- Buenos días, me llamo Kudashi Matsuo. - su entrada había sido gloriosa, su presencia se sentía en todo el aula, hasta el profesor estaba sorprendido.

-B-Bueno Matsuo-kun, siéntate al lado de... -.

-Entendido- con toda la confianza del mundo trataría de no sobresalir, se había adelantado y todos lo miraron raro.

- ¡Aquí, Aquí! - Gritaba una chica agitando sus brazos

Kudashi trataba de ver donde estaba pero no la encontraba.

-Matsuo, en la penúltima mesa en la segunda columna, al lado de un mesa que parece vacía. - dijo el profesor tratado de no soltar una risa.

Kudashi voltea dónde le indicó, sólo pudo ver cómo un uniforme flotaba y se movía sólo. Casi se desmaya del susto.

Va a donde debería ir a sentarse durante un año, guarda sus cosas lo más simple posible pero su clase lo veía que lo hacía de forma elegante y vistosa, esto ponía más nervioso a Kudashi.

- Oye, hola estoy aquí saludándote desde hace unos minutos- dijo lo que parecía un fantasma con voz de mujer.

- Ah si perdón, un gusto ¿Cómo te llamas?

- ¡Me llamo Tohru Hagakure!

Fin de capitulo

Próximo capitulo: Una amistad

El nacimiento de la paz (Fanfic) T1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora