- Extra -

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La academia Kimetzu, es mi segunda casa, si fuera por mí me quedaría a vivir aquí aunque sea ah escondidas, mi familia no es de muchos recursos, estudio gracias a una beca que me gane pero debo mantener mis notas altas, casi nunca llevo almuerzo y mi estómago gruñe al oler la comida de los demás.

Vivo con mi madre pero es como si viviera sola, mi padre me abandono cuando yo era una niña y mi madre lleva una vida disoluta, nunca está en casa y solo se gasta el dinero en alcohol, debo hacerme mi comida y cuidar de mí todos los días.

Hay un chico lindo en la academia, sus padres tiene una panadería y siempre me lleva tres piezas a diario, me gusta, tengo nervios de decirle, si solo supiera como es mi vida en verdad, seguro el me haría a un lado.

Quisiera que el me viera y me llevará en sus brazos fuera de este horrible mundo, me esforzaría mucho por estar con el y devolverle la felicidad que me causa todos los días, yo quiero...

- Tsuyuri.... Tsuyuri.... SEÑORITA TSUYURI!!! - le gritan.

- Pre-pre-present!! -

- Veo que no está poniendo atención a la clase, está sumergida en sus pensamientos, ¿tiene algo la frente de su compañero que no la deja poner atención? - le decía el maestro con todo de burla.

Sonrojada por lo que dijo el maestro, la pequeña, con un tono débil trato de responder, si algo caracterizaba a Kanao era que casi no habla y con esto era menos de esperar

- No-no, maestro, no volverá a suceder - decía levantándose de su asiento e inclinando su cabeza.

- Por esos tus notas en Química están bajando, porque no pones atención, quiero que al final de la clase te quedes, tendremos que hablar de una asesoría -

La clase termino y el maestro se quedó a mi lado, con un gran suspiro el no tenía buenas noticias para mí, seguro ese era mi fin, mis sueños y esperanzas de seguir aquí se acabarían, no me debo de extrañar, no soy buena en nada.

- Señorita Tsuyuri, sus notas están muy bajas, y si continúa de la misma forma no creo que logré pasar la materia ni con la nota más alta al final del año - se expresó el maestro con seriedad pero también comprendía a la chica.

- Lo entiendo, perderé mi beca y no podré seguir estudiando, gracias maestro mejor no me hago ilusiones - decía devastada la pobre Kanao.

- Tsuyuri, no es el fin del mundo ni de tus estudios, te voy asignar a una chica de unos grados mayor que tu, ella desde que entró es la mejor en esta materia, y con respecto a si no alcanzas el porcentaje igual tengo otro remedio, deberás ingresar a un Club dónde te regalen créditos, este año el grupo de Kendo recibieron créditos por participar en un evento así que si no quieres perder la beca debes hacer esto para recuperate - Con una sonrisa el profesor Yushiro le entregaba la información necesaria a Kanao.

Caminaba por los pasillos, me parecían tan largos porque nunca venía a estos lugares, menos a los deportivos, no soy muy sociable, y no sé qué me depara abrir esa puerta del grupo de Kendo, pero lo que tenga que pasar es por el bien de mis estudios.

- Bu-buenos días, estás es la clase de Kendo? -

Tras haberme inscrito en el club, el instructor me puso en un combate amistoso con uno de sus alumnos, la verdad estoy nerviosa, nunca eh tomado una espada de madera, no me quiero imaginar cómo será una real.

- Bueno señorita Tsuyuri, tiene potencial, aunque pues aquí entre nos, eres mejor que Murata - el instructor comezón a reír después de decir eso - bueno te asignaremos a uno de nuestros mejores alumnos para que te guíe y practiques -.

Y así comenzó mi entrenamiento, apenas llevaba media hora, ya me había rendido, pero esque el compañero Rengoku, es muy animado y siempre habla fuerte, me pone de nervios cuando tomo la katana de madera.

Pasaban las horas y todos comenzaron a retirarse, me quedé practicando pero cada vez era lo mismo, siempre que daba un movimiento fuerte la espada se salía de mis manos.

- No tengo remedio - suspira - soy una inútil -

En ese momento sentí que alguien tomo de mis manos, era un chico de cabello oscuro y ojos azules, tomo mis manos y las volvió a poner en el mango de la espada.

- La forma en la que sujetas la katana no es la correcta - decía con voz serena y sin expresar emociones - debes empuñar como si de saludar a alguien se tratara, tus manos, deben tener una breve separación entre ellas, y tu postura -

Mientras el continuaba tomando mis manos, podía ver seriedad en su rostro, no lo hacía con mala intención ni mucho menos, puede sentir la confianza necesaria para aprender.

- Ahora intenta bajar y subir rápidamente -

- E-esta bien -

No podía creerlo, por fin podía lanzar estocadas sin que la espada volará de mis manos.

- Muy bien, debes seguir practicando - sin más que decir, el azabache dió la vuelta a la joven aprendiz para salir del lugar.

- Se-Senpai!! - gritaba la joven chica al azabache - por favor, hágame su discípulo - inclinaba su cuerpo delante de él - se lo pido por favor, ayúdeme -

- No soy bueno hablando con las personas, ni tratando mucho con ellas, no creo ser el mejor para enseñar -

- Por favor - se vuelve a inclinar - yo-yo tampoco soy buena para hablar con las personas, le pido por favor que me enseñe, no lo molestaré con nada más -

Después de verme, el accedió a enseñarme, me dijo que nos veríamos después de clases en el gimnasio para practicar un momento, estoy emocionada creo al fin encontrar un instructor que me pueda ayudar a ganarme esos créditos.

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Hola hermosas personas de la humanidad, como están?

Espero y muy bien

Les quiero compartir este pequeño extra de la historia, así es Kanao se suma a este fic quizás no como una pareja pero si como otro personaje de importancia.

Les agradezco de antemano su apoyo :D




Elígeme a mí [Giyux?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora