EPÍLOGO

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La muerte de Anna pasó desapercibida por el público durante los primeros meses hasta que la gente empezó a preguntarse el por qué no se la veía más con Ray. Los más curiosos hicieron arduas investigaciones, consiguiendo saber al fin que la joven artista había muerto por el cáncer que padeció.
Rápidamente las redes sociales se llenaron de condolencias hacia los amigos y familiares de Anna, siendo una especie de consuelo para los padres de ella.

Lucas y Luis se mudaron finalmente a Cuba, lugar del que provenía el primer mencionado. En su nuevo hogar, disfrutaron del tiempo como si este no tuviera límites, dedicando también un pequeño espacio a los difuntos amores de su vida. Ese lugar lo llamaron "La habitación del arte", donde tanto el cine como la pintura prevalecían. Así, cada tarde se plantaban en el balcón que daba a la pequeña playa que tenían enfrente, pensando en que todos los atardeceres que veían eran así de bonitos porque Anna elegía los colores para ellos.

Derek y Esteban se mudaron a un dúplex en mitad de la ciudad cuando el miembro de la banda terminó la gira. Esteban finalmente consiguió un puesto de trabajo fijo en una de las cadenas de televisión más grandes e influyentes del país, así como terminaba su carrera en la universidad. También intentaba dedicar sus tardes en ir a visitar la tumba de su mejor amiga y en contarle todo lo que ocurría en su vida. Nunca obtenía respuesta cuando le narraba sus cosas a la foto que tenía con Anna, pero él sabía que le escuchaba. Un día, dejó de hacerlo, haciendo que el recuerdo de ella se mantuviera en su corazón. Esteban sanó y consiguió tener en su memoria a su mejor amiga. Él ansiaba el día en el que pudiera volver a verla en el más allá para golpearla en el brazo por haberse ido tan pronto.

Sin embargo, Ray no superó aquella muerte. La culpa de haberse ido sin arreglar las cosas con ella lo martirizaba como si miles de susurros le gritaran al oído que Anna había muerto por su culpa.
La única forma que encontró para evadirse de aquellos pensamientos fue el recurrir a la bebida, y no era la que te dejaba muy fino que digamos.
Su pelo creció tanto que su pequeña melena pasó a cubrir parte de sus hombros. Sus padres le habían sugerido el que se lo cortara un poco, pero él se negaba rotundamente. No quería aceptar nada de lo que ocurría en el presente.

Ray pasaba los días escuchando Before you go, porque esa canción le recordaba demasiado a Anna. Un día encontró la botella de whisky que les regaló Esteban a los dos. Él descubrió que junto a la etiqueta, que seguía llevando la palabra whistle, estaba la única foto en la que salía con Anna, aquella en la que los dos sonreían el día de carnaval cuando iban disfrazados de John Travolta y Olivia Newton-John en Grease.

Ray siempre sostenía en su mano la grabadora que Lucas le había dado, aquella que contenía el mensaje que Anna había grabado para él. Quería descubrir que es lo que su novia le había dicho ahí, pero no podía. Pensaba que en esa grabación de voz le pondría a parir por todo lo que la había hecho sufrir.
Aun así, eso no duró mucho tiempo. En un ataque de rabia que sufrió mientras sostenía aquella maldita foto, tiró la grabadora sin querer. Esta, al caer, reprodujo accidentalmente las palabras de Anna cuando el botón de reproducir chocó contra el suelo:

«Son las... doce de la noche del dieciocho de agosto y, casualmente, mañana es mi cumpleaños. Los médicos dicen que dentro de unas horas podré salir del hospital tras haber estado aquí durante... ¿tres semanas? No lo sé, he estado inconsciente varios días. El caso es que, tengo la certeza que de esta noche no paso. Cada día me duelen más los pulmones cuando respiro y el catéter apenas hace su tarea. En las pruebas no hay ninguna anomalía pero yo sé que no doy más de sí. Qué cosas tiene la vida, ¿no? Por lo menos he visto a mis padres esta tarde. Si hubieras visto lo contentos que estaban cuando Gin les dijo que podían firmar el alta... Menuda sonrisa tenían en su cara, iluminaban más que la primera bombilla inventada.

Pero no estoy grabando esta mierda para que sepas que estoy en el hospital, no. ¿Qué tal la gira? ¿Has estado en muchos lugares? ¿La gente te empieza a decir que eres una leyenda? No es por nada, pero quiero que tengas en cuenta que yo fui la primera en llamarte así.

¿Sabes? A veces pienso en eso que suele decir la gente, lo de que existe una persona correcta en el momento equivocado. No sé, yo creo que esa persona eres tú. También puedo ser yo, que era la persona equivocada en el momento indicado. Hay de todo en este mundo, ¿no?

El caso es que, mientras trato de decirte esto, intento que no se note mucho que estoy llorando porque te extraño un montón. Que debería haber respetado tu decisión de querer quedarte aquí en vez de hacer la gira. Pero no podía ver cómo tu sueño se iba al garete por querer pasar tiempo con una persona como yo, que se moría cada día más y más.

También quiero disculpame por no contarte lo de los resultados. No quería que estuvieras preocupado porque el cáncer había avanzado más. Pero bueno, ya te he dicho que es seguro que me muera esta noche. ¿Tú crees que allí arriba podré conocer a Freddie Mercury? ¡Sería lo mejor que me ha podido pasar en la vida! Bueno, en la muerte.

Por cierto, ¿sabías que he hecho una amiga esta semana? Se llama Meissa y también tiene cáncer, de huesos concretamente. Si pudiera te la presentaría, pero no estás aquí para que se diera esa situación. Bueno, te estoy hablando de ella porque ha sido la persona que ha conseguido que finalmente grabara esto. No sé, tenía miedo de que nunca quisieras llegar a escucharlo y ella me ha dicho que si no lo intento nunca sabré el resultado, cosa que ya sabes que no descubriré porque: ¡sorpresa, tengo cáncer! En fin, esa chica tiene más huevos que yo por lo que te acabo de contar.

Tengo que hacer una pausa porque me duele el pecho ahora mismo. Espera.

¡Dejarme que respire un momento, pulmones de mierda! ¡Me estoy ahogando y necesito terminar esto para que Ray lo escuche, joder!

En fin, digo esto rápido porque sino la grabación nunca va a terminar y vas a escuchar como me desplomo contra el suelo.

Quiero que hagas saber al mundo y hacerte saber que, a lo mejor, tenemos que aprender a amar a las personas como si fuera el primer día que las vimos, porque no sabemos cuando será la última vez en las que las volveremos a ver.

Quiero que sepas que te sigo amando como el primer día en el que te vi y como los días venideros.

Quiero que sepas que todas las personas estamos destinadas a ser leyendas

LEYENDAS #1 [✅]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora