Había pasado un mes desde que Ray recibió la noticia de la gira y aceptó la propuesta junto al grupo. Un mes en el que no había hablado prácticamente con mi padre desde el altercado. Yo había dejado clara mi postura ante su actitud, pero él no daba su brazo a torcer.
¿Por qué los padres suelen ser tan complicados? ¿Lo que digan ellos tiene que ir a misa y ya está? Pues no, eso no era justo. Si él no pedía perdón, nadie lo haría en esa casa.Las cosas serían más fáciles si mi madre estuviera aquí.
Ahora que lo pienso, nunca os he hablado de como era ella. Se llamaba Mónica y tenía 37 años cuando murió. Su pelo era rizado y negro, como las espirales de un cuaderno diría yo. Sus ojos eran de un marrón claro peculiar, pero eran preciosos.
Mi madre era muy optimista y nunca perdió su sonrisa, ni cuando falleció. Los médicos dicen que murió con esa expresión tan suya en su cara, aquella que no abandonó ni en el último momento.La última vez que la vi fue una semana antes de que ocurriera lo que ya sabéis. Tenía una semana libre de exámenes así que lo primero que hice fue ir a visitarla, aunque tuve que ir en compañía de mis abuelos porque mi padre trabajaba ese día. Mi madre no tenía pelo, la quimioterapia se lo robó. Vamos, eso pensé cuando era pequeña. Pero eso no fue lo que me llamó más la atención cuando la vi, sino su triste sonrisa. Me miraba con los ojos brillantes, como si estuviera a punto de llorar. En ese entonces no sabía por qué le pasaba eso, ahora sí.
Una semana después de eso, como ya sabéis, Mónica se fue a un lugar mejor. Sus pulmones no pudieron respirar ni con la ayuda del catéter. Recuerdo que lloré mucho durante las noches siguientes por pensar que mi madre se había ido y que volvería a verla nunca más. Lloraba por eso, o porque pensé que ella sería capaz de vencer al cáncer, cuando no fue así.
Ya pasados los años, todo volvió a la normalidad. O eso era así hasta que cumplí los 15, ya sabéis el resto de la historia.
Pero lo importante era lo que estaba sucediendo en ese momento. Había un montón de gente observando los cuadros que estaban expuestos en la galería de arte. Muchos parecían interesados en ellos, o eso daban a pensar al estar mirando algunos durante varios minutos. Yo iba lo más arreglada posible y Ray... Bueno, digamos que por la ocasión especial pude ponerle brillantitos en los ojos. La cuestión de aquello era el por qué todo le quedaba malditamente bien.
—¿Cuánto va a durar esto? –dijo mientras daba golpecitos con el pie en el suelo– No significa que me aburra tu exposición, sino que hay mucha gente snob aquí.
—¿La gente rica te pone nervioso? –casi solté algunas carcajadas al decir eso.
—Sí, se hacen los interesantes y luego no acaban comprando nada. Tienen dinero, ¿no? Pues que compren todo y ya está. Más bonitos estarán sus grandes salones con tus cuadros colgados en ellos.
—¿Dices eso porque de verdad lo piensas o porque eres mi novio?
—Un poco de todo –empezó a reír y descruzó los brazos que habían estado rodeando su cuerpo unos segundos atrás.
Mi profesora consiguió finalmente que uno de sus amigos nos facilitara el poder hacer la exposición y por eso estábamos ahí. Ray realmente tenía ensayo con la banda pero decía que esto era más importante.
Tomaba muchos riesgos por mi. No sabía si eso era bueno o era malo.
Aun así, no todo iba a ir viento en popa. Mi padre y Lucas vendrían a la exposición unas horas más tarde y el miedo por si se montaba un numerito como el de la otra vez estaba ahí. Rezaba internamente por no tener que discutir con él como aquella noche, no necesitaba una cosa así en ese lugar.
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LEYENDAS #1 [✅]
Romance𝐏𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐚 𝐬𝐞𝐫 𝐥𝐞𝐲𝐞𝐧𝐝𝐚𝐬. Anna tenía cáncer de pulmón desde los 15 años. Ella, que no pensaba en nada más que en el tiempo que tenía de vida, conoce a Ray, el vocalista principal de la b...