6. "Tu meus es"

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- eres muy afortunada, tuviste una vida muy buena y ahora la tendrás nuevamente, creeme, coopera y tu vida será de maravilla - dice el coronel.

Dos días después.

Según mis cálculos ya habían pasado dos días y todo estaba oscuro, no había ni un rayito de sol.

Los Perfectio me habían traído agua y comida, así que dentro de todo, todo esta bien.

O eso creo yo.

He ideado un millón de planes para poder salir de este lugar, pero la verdad es que todos son lo suficientemente estúpidos para que no funcione.

Mis manos ya no están atadas, así que puedo caminar libremente por esta celda y tocar el mojo, emocionante..

Me acuesta en la pequeña cama que hay en este lugar seguido me acobijo con una sábanas que tiene un olor putrefacto.

Y por ahora con eso he podido dormir mejor de lo que estaba antes.

Escucho el chirrido de la puerta gris abrirse y entran dos guardias Perfectios, junto con el Coronel y la comandante en Jefe.

Me toman de los brazos y en contra de mi libertad me llevan a rastras hacía una especie de galpón. El coronel me lanza un jabón que por suerte logro atrapar.

- es hora de un baño -

- quítate la ropa - dice, calvo de..

- Y tu sal de aquí -

- está bien mi amor - dice el Coronel..

¿Acaso son una pareja?

Veo al coronel y a los guardias salir y entran mujeres militares.

- ¿Acaso no escuchaste? ¡Quítate la ropa! - grito una de las Perfectio.

Me despojo de la ropa que tenía rápidamente y siento un golpe de agua fría en mi cuerpo.

- ¡Lávate con el jabón! - grita otra Perfectio.

Temblando paso el jabón sobre todo mi cuerpo, el viento qué se colea por una ventana hace qué mi cuerpo desnudo sufra escalofríos.

El chorro de agua se detienen y luego me lanzan una toalla.

Una toalla decente.

- denle algo de ropa - dijo la comandante en jefe Isa.

Las Perfectios me llevaron a un habitación habitable y luego me colocaron la ropa como si no pudiera.

Las Perfectios me llevaron a un habitación habitable y luego me colocaron la ropa como si no pudiera

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Me vistieron con un vestido que me llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas.. La parte superior era negro y tenía un escote que daban un buen espectáculo de mis senos, el vestido era sin mangas lo que lo hacía lucir un poco juvenil.

La parte inferior del vestido era blanco con siluetas de ramas y flores.

La verdad, me encantaba, pero era cosa que nunca iba a confesar.

Las Perfectios me colocaron unos tacones negros y unos pendiente que brillaban como si fueran estrellas, me hicieron un peinado de tal forma que mi cabello quedara recogido.

Y luego me maquillaron sutilmente.

- hoy vas a conocer al Líder Supremo, así que comportate - dijo una de las Perfectio, al escuchar sus palabras algo muy dentro de mi se estremeció.

<< Conoceré al asesino de mis padres >>

Iba a conocer a ese monstruo, esa aberración para la humanidad o lo que queda de ella.

Me colocaron una venda en los ojos y luego me trasladaron a otro lugar, cuando me quitaron la venda me encontré en una habitación blanca e impecable, era como un tipo de sala, sillones, muebles y ventanas.

Mis ojos inspeccionaron todo el lugar hasta que mi vista se fijó en el Coronel y la Comandante en jefe.

- Coronel, Comandante en jefe- dije.

- Oh por favor querida, dime Isa, ya prácticamente eres mi cuñada, se que le vas a gustar - dijo con una sonrisa siniestra.

- ¿Así que te si te Llamas Isa?, ¿No me mentiste en eso?- después de decir eso su sonrisa se borró del rostro.

- Ya deja ese temperamento de perro chica, tu cara se va a arrugar, además, creeme, te hice un gran favor- dijo.

- Claro... - dije.

- En fin, se termina la charla de chicas, entra en esa habitación, el Líder Supremo quiere verte - dijo el Coronel.

Los pelos se me pusieron de punta y mire la puerta que apunto.

- Date prisa, no tiene todo el día - dijo Isa y la fulmine con la mirada.

Camine hacia la puerta con el corazón en la garganta y el miedo como a flor de piel..

Abrí la puerta preguntado a mi misma si en verdad era buena idea entrar a esta habitación, pero no tenía de otra, finalmente entre y luego la cerré, está habitación era mucho más grande que la anterior, solo que está estaba totalmente vacía y había un gran ventanal que suplantaba una pared, la vista era un gran bosque.

Un Hombre de unos 1'90, estaba parado viendo lo que había detrás de ese gran ventanal, estaba vestido formalmente de un color negro, tenía un Esmoquin.

Su cabello estaba perfectamente peinado hacia atrás con un color negro Azabache,  y tenía un aspecto robusto.. Bueno no, el era robusto.

Tenía los brazos cruzados hacia adelante, dejando así que sus músculos se marquen en su ropa y tenía un ligero olor a cigarrillo.

Su aura era imponente y poderosa, ni siquiera me había hablado y ya estaba temblando.

El ambiente del lugar era tranquilo en si.. El también parecía estarlo, pero con esa extraña sensación de que yo soy su presa y el mi depredador.

Su cuerpo se movió hacia mi y sus ojos potentes amarillos me inspeccionaron de arriba hacia abajo, su rostro parecía de otro mundo y bueno.. Lo es. Tenía unas facciones varoniles totalmente marcadas y tenía el aspecto de un ángel, pero algo en el me decía que era un demonio.

Nunca en mi vida había visto un hombre tan Perfecto, el nombre de su raza le hacía honor.

Su rostro parecía tallado por el mismísimo Dios, su belleza era de otra dimensión.

sus ojos quedaron clavados en mi escote y por inercia me tape ese lugar con las manos haciendo que el frunciera el ceño.

Se acercó lentamente hacia como un depredador acercándose a su presa, cuando el más se acercaba yo retrocedía hasta que mi espalda choco contra la pared y no podía retroceder más, el se acercó más y más, hasta quedar justo frente de mi, si no fuera tan alto su nariz tocaría la mía.. pero no es el caso, yo tenía que alzar mi rostro para verlo y el tenía que bajarla.

- TU MEUS ES -  Su voz.. se oia fuerte y ronca y muy, muy varonil, parecía una voz salida del mismo cielo o del mismo infierno... ¿Quien sabe?.

- ¿Que? - pregunté confundida por sus palabras, ¿Tu meus es?, ¿Que significaba?.

Luego me tomo de la cintura y me alzó hasta su rostro y luego sus labios estaban sobre los míos, el beso fue rudo y su lengua con la mía parecía una batalla que el claramente ganaba.

Nos separamos  y por fin pude respirar.. Mi ceño estaba fruncido, mis labios estaban ligeramente hinchados y seguramente estaba roja en este momento.

Quería golpearlo, alejarlo de mi, matarlo, pero estaba presa del miedo y en shock ya que ese...

<<Había sido mi primer beso>>
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Hellooo fresitas...
Por aquí les dejo un nuevo cap.

Disfrútenlo ❤️.

- Manu.
🍓

EXTINCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora