7. "señor"

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Mi mirada se topo nuevamente con sus ojos amarillos, similares a dos soles, con un color intenso e imponentes.

me levanto entre sus brazos como si fuera una princesa y me llevo afuera de la habitación.

- ¡Hermano! - el le asintió en forma de saludo.

- ¿E.. Entonces.. Es... ella? - tartamudeo el Coronel.

- ¿Te importa? - dijo el... Por algún extraña razón su voz causaba estragos en mi.

Luego sin despedirnos salimos de ese lugar, bajamos hacia un estacionamiento subterráneo sin decir alguna palabra.

Dos hombres muy fuertes nos seguían, asumí qué eran sus guardaespaldas.

Unos de los hombres abrió la puerta de un auto blindado color negro mate.

Me sentó en el asiento del copiloto y el se sentó en el asiento del piloto.

Avanzamos en el auto y un montón de camionetas negras nos seguían y otras que nos guiaban.

No me atrevía a mirarlo así que solo veía a través de la ventana del auto.

El silencio incómodo hizo qué el ambiente estuviera un poco tenso.

Llegamos a un aeropuerto en lo que fue una hora.

El bajo del auto y luego abrió mi puerta y me tomo del brazo guiandome hacia el..

Nadie en el aeropuerto se atrevía a mirarnos la cara o si quiera a acercarse más de lo debido.

Entramos en un avión privado negro.

Me sentó justo al frente de el y abrochó mi cinturón.

- Está clase de cosas las puedo hacer yo, no te preocupes - dije en un tono grosero.

Sus ojos amarillos de pronto se volvieron más potentes y su cara se volvió a amenazante.

No necesitaba emitir una palabra para decir que el mandaba.

Por qué tan solo sus ojos lo decían todo.

Después de un rato el avión despegó, hubo un poco de turbulencia pero finalmente cesó.

Sus ojos tan imponentes se fijaban en los míos, yo no podía resistir esa mirada así que desvíe mi mirada hacia otro lado.

Esa aura amenazante aún no se iba y yo temía que en cualquier momento me estrangularía..

Una azafata del lugar nos trajo comida y ahora que lo pensaba, ¡Tenía mucho hambre!.

Ya quería devorarlo todo.

- llévate su comida - dijo Damon.. Es un nombre muy lindo, pero jamás en mi vida esas palabras saldrán de mi boca.

Espera.. ¿Yo no iba a comer?.

La azafata sin rechistar y con la mirada baja se fue con mi comida.

- Pero tengo hambre - dije.

Su puño choco contra la mesa que nos separaba y luego se levantó para sujetarme de la cara muy... Muy Fuerte.

- No se habla sin que yo de permiso, no te mueves sin yo dar mi permiso, no tienes permitido hablar con otras personas sin yo dar mi permiso, no tienes permitido mirarme a los ojos y no tienes permitido mirar a los de nadie y todo lo que hagas necesita mi permiso. Si yo digo algo tu te callas, hoy solo te estoy enseñando pero si llegas a romper alguna de estas reglas en el futuro creeme que el castigo no será bonito.. - dijo el con una cara macabra en su rostro.

Mi cuerpo por algunos segundos se inmovilizo y el leve temblor de mis manos revelaba el miedo palpable que me estaba consumiendo.

yo solo me límite a asentir. Sentí un fuerte ardor en mi mejilla dejándola un poco roja y sentí como un líquido bajaba por mi nariz.

<< No voy a llorar, no voy a llorar >>

- Se responde "si señor" - dijo el.

- S..i.. señor - dije tartamudeando, las lágrimas no se tardaron en llegar y solo me quedé inmóvil en dónde estaba.

Luego ví como se sentaba nuevamente y empezó a comer.

Yo no quería ni sollozar por el temor que me causaba el señor, como ahora quería que lo llamara.

Quiero irme, quiero otra oportunidad, está vez no me dejare traicionar por nadie, voy a ser más inteligente.

Solo quiero alejarme de este monstruo.

No me sentía cómoda y poco eso a él le importaba.

Mis párpados poco a poco se fueron cerrando hasta que por fin me dormí.

Corre.

Corre.

Corre.

Corre.

Corre.

Corre.

Corre.

Corre.

Te va a matar.

No es demasido tarde.

Queda tiempo.

¡Escapa!.

Huye.

¿Te atrapó?

¿La atrapó?

¿Está con el?

Oh no,no,no,no,no,no,no.

Sangre, sangre, sangre.

El te va matar.

¡CORREEEEEEE!

Todas esas voces llegaban a mis oídos, esas voces..

Eran las de mi familia muerta.

Pero estaban trastornadas de alguna forma. Aquellas voces que antes me daban paz ahora me daban terror.

Corría por bosque escapando de el.

El era maligno, se le conocía como, "come mundos", cualquier mundo que no se dejase gobernar por el.. Pues exterminaban a sus habitantes.

El me perseguía, corriendo detrás de mi..  lo hacía por diversión, le encantaba ver la angustia en mi..

Por qué el ya podía poderme haber alcanzado si quería.

La desesperación y el miedo eran parte de mi en este momento.

Y la idea de morir ya no parecía tan mala.

Morir era un escape a todo lo malo que sucedía.

Sufrimiento.
Dolor.
Miedo.
Angustia.
Torturas.

Son cosas por las que nadie quiere pasar.

¿No seria mejor morir?, ¿Que sentido tiene la vida cuando la vida no es más que dolor?.

Sentí una mano en mi cintura y una mano en mi cuello.

- no te voy a matar, en cambio te voy hacer vivir un infierno toda la eternidad - dijo el.

Me levanté sobresaltada sobre mi asiento y luego ví que todo había sido solo un sueño.. Un sueño tan real.

Que parecía verdadero.

Sentía las lágrimas bajando por mis mejillas y sentí la mirada penetrante de el señor en mi cara.

No podía mirarlo a la cara por qué sabía que si lo hacía habrían consecuencias.

El silencio reino el avión y luego me volví a dormir.

Esta vez sin ninguna pesadilla.

**

holaaaaa, ¿Todo bien?.

Por aquí les dejo este capítulo, ¡Disfrútenlo!.

- Manu.

🍓

EXTINCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora