25 "Un mes"

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Un mes después.

Pov Damon.

Un mes, un maldito mes en el que no había encontrada a mi esposa.

Mi hirviente mal humor crecía más mediante los días pasaban y lo demostraba asesinando a cualquiera que me hiciera enojar.

No se donde esta, ni que se encuentre haciendo, solo se que esa humana es mía, y no descansaré hasta encontrarla y torturarla entre mis brazos.

Pov Elizabeth.

Mis heridas habían sanado, todas las que tenia ya había sido tratadas.

Había conocido a varias personas, incluso sentía una cierta atracción por el  pelirrojo. James seguía siendo igual de arrogante, cada vez que lo veía sentía qué me lanzaba dagas con la mirada y pues Miel, ella seguía siendo como la Miel, muy dulce, con una aura de luz cegadora y en resumen.. No entiendo como puede existir alguien así en un mundo tan podrido.

En fin, hay un infernal calor, toque mi frente y mi mano se humedecio debido al calor, y ejercicio.

Había empezado a aprender a boxear, mi coach era Malcom, los dos no habíamos parado de boxear y ya llevábamos dos horas, sus ojos azules como el de una gota de lluvia pacifica, me miraban con cierto desafío, algunos cabellos rojos, casi amarillos pegados a su cara por el sudor y sus mejillas rojas, el es tan perfecto, su perfecta sonrisa y sus hoyuelos, todo el me parecía..

Tan perfecto.

Y en cuanto menos lo esperaba, un golpe me dejó desconcertada y así siento un dolor en mi espalda al caer.

- Lo siento, lo siento, lo sient.. -

- No te disculpes, estaba distraída- dije, aceptando su mano para poder levantarme.

- No debi golpearte tan fuerte -

- No te contengas conmigo, por favor- rogué.

- ¡Chicos! - los dos volteamos al unísono, hacia la dulce voz de Miel.

- ¿Qué pasa? - pregunto.

- Vamos hacia nuestro lugar, James nos espera, tenemos que decirle algo -

Al instante todos salimos hacia la superficie y mis pulmones una vez más se llenan con aire puro.

Todos caminamos hacia la casa hecha pedazos y una cosa peluda salta sobre mi y me llena de baba.

- Salta montes, no es momento- digo, no antes sin acariciarlo un poco y seguir hacia la cocina que era el lugar menos destruido de esta casa.

En cuanto llego, estamos todos y un James con una cara más seria de lo normal.

- ¿Qué era lo que querían decirnos? -

- Es Stevens - dijo.

- Ese tipo nunca es bueno - pronuncie.

- Lo se, el me llamo a la oficina para hablarme de que falta poco tiempo para el inverno y necesitamos recolectar toda la comida que podamos antes de que llegue -

- ¿y? - pregunta un confuso pelirrojo.

- Que cuando entre, vi en su mesa un plan de guerra, lo vi solo un poco, y no es nada bueno.. -

- ¿Pero que viste? - pregunto con la ansiedad carcomiendo cada partícula de mi.

- Su idea es prácticamente asesinar al rey de los Perfectio, planea iniciar una guerra con cada niño, joven y anciano humano contra la raza que gobierna el planeta y eso traería l.. -

- La extinción de la raza humana - termino de hablar por el.

- Pero no puede hacer eso - habla una indignada Miel.

- Si puede, aquí hay muchas personas con rencores contra los Perfectio, sabemos que la ira no tiene razón.. Sabia que planeaba asesinar a Damon, no se como, ni cuando lo hará, solo se que planeaba usarme, el quiere que le diga todos los lugares de la fortaleza donde Damon vive, hacer un plan de mierda e ir a la extinción completa - dije pensado en lo que Damon sería capaz de hacer.

- ¿Y que piensan hacer con esa información, ¿que podemos hacer? - hablo el pelirrojo.

- Pues todo lo que podamos - hablar James.

- ¿¡Pero que!? -

- Calma, es claro que necesitamos un plan, lo único que se me ocurre es que alguien entre en la oficina de Stevens y vea todos los detalles para poder hacer algo - dije.

- ¿Y quien hará eso? - Pregunta el rubio, y todos acá lo miramos con una sonrisa y algo de burla.

- No puede ser -

- Amor, si no quieres hacerlo esta bien, nadie te obligará a nada -

Un silencio inunda el lugar hasta que el rubio abre la boca y..

- Esta bien, lo haré, pero tienen que ayudarme -

- Esa puerta esta cerrada con llave siempre y Stevens siempre guarda la llave en su habitación, el viejo siempre se le olvidan cosas, así que siempre deja las llaves a la vista para que el pueda saber donde esta, ahora solo queda que alguien pueda distraerlo por suficiente tiempo para que pueda entrar a la oficina, ver el plan, salir y devolver la llave- dice Malcom.

- ¿Quien y como los distraeran? - pregunta Miel.

- Podríamos drogarlo, el hijo de puta es un alcohólico, una mujer podría invitarlo a tomar, poner una pastilla es su vaso y decirle que simplemente se paso de tragos - habla James.

- ¿Y qué mujer lo hará? - pregunto.

- Podría ser la prostituta - dice el Pelirrojo, algo que me deja impresionada la verdad.

- ¿Prostituta? -  pregunto.

- Aquí hay una mujer que antes se dedicaba a lo mismo, y nunca cambió, creo que es un buen plan - dice.

- Lo mismo pienso, así que esto haremos, Malcom tu hablaras con Federica, Miel tu te aseguraras de que si algo malo pasa, deberás avisarnos, Elizabeth tu te quedaras vigilando la puerta de una forma discreta mientras yo veo los planes - habla James armando un plan.

- Estoy de acuerdo, ¿cuando lo haremos? - Pregunto.

- Mañana, mientras esto se haga lo más rápido posible mejor, Malcom, debes hablar con Federica hoy mismo - ordena James.

- No se preocupen, iré con ella ahora mismo - el pelirrojo vuelve al encierro de forma decidida y es en ese entonces que capto la mirada de James sobre mi.

- Tu, si algo sale mal, deberás irte de aquí- dice James, a lo que mi corazón da un rotundo no.

- No puedo, si me voy mataran personas inocentes por mi culpa hasta que vuelva, si me voy Stevens debe morir primero - declaro.

- Estoy de acuerdo, además es nuestra amiga, no podemos dejarla a la deriva - dice Miel.

- Es más importante la humanidad- dice James mirándome fijamente

- Con o sin ella, Stevens acabara con lo poco que queda y lo sabes - dice Miel.

James trata de decir unas palabras, pero antes de que diga algo..

- Iré a mi habitación, estoy muy cansada, nos vemos después - digo saliendo como una bala de ese lugar, pensando en que necesito descansar un poco.

EXTINCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora