Ambos se acercaron a donde yo estaba sentada. Los miré y les hice un gesto para que se sentaran.
—La hiciste buena esta vez —me acusó Thor con una sonrisa mientras me daba una palmadita en la espalda y se sentaba a lado de mí en la mesa.
Estábamos en la cafetería de la Universidad.
—Nunca me enorgullezco de mis impulsos —le contesté encogiéndome de hombros.
—Volviste a caer en la rectoría y todavía no son las 10 de la mañana —sentenció Kate.
—Así es —contesté.
—¿Y como te fue? —preguntó el rubio.
—Creo que el rector y la secretaria están tomándome afecto. Me invitaron un café, unos bocadillos y el rector se fumó un cigarrillo conmigo mientras me decía la importancia de causar una buena impresión en esta Universidad, debido a las altas personalidades que aquí se encuentran —rieron con ganas.
—Ya no encuentran manera de cómo llegarte —dijo Kate riéndose como foca.
—¿Llamaron a tu padre? —preguntó Thor. Me encogí de hombros.
—No —contesté secamente —El rector prefiere tratar esto directamente conmigo... creo que mi padre ya le pidió que no le hablase cada 5 minutos por mis estupideces. De todos modos él no se encuentra en el país.
—Viaje de negocios —dijeron mis amigos al unísono.
—Fiesta —sentencié con seguridad.
—Me agrada como trabaja tu mente —dijo dándome una palmadita en la espalda Kate.
—Mira quien viene ahí —dijo Thor con desenfado y un poco divertido —Parece estar enojada.
'Ay no Carol, no por favor' pensé.
No estoy de humor para ser simpática, y mucho menos con ella. Me volteé con temor y sonreí al ver que era la nueva y echaba chispas por los ojos. Me puse de pie.
—Lo siento —me disculpé cuando estuvo cerca y paró en seco su brusco andar.
Estuvo bueno ese beso y no me arrepiento de habérselo dado, pero no estuvo bien besarla sin su permiso.
—¿Te arrepientes? —me preguntó haciendo un esfuerzo por controlarse.
—No —fui sincera y recibí un puñetazo en la cara de su parte. Esto era extraño, normalmente las chicas dan cachetadas. Me sobe —¿Y eso por qué fue? —pregunté haciéndome la inocente.
—¡Por besarme sin antes preguntarme! —me dijo y giró sobre si misma para volver a irse.
Yo la tome del brazo y la jalé hacia mí.
—¿Te puedo besar? —le pregunté.
—¡No! —me dijo y jaló su brazo para poder irse.
Entonces la tomé por la cintura y la sujeté con firmeza. La volví a besar mientras forcejeaba conmigo para soltarse. Y la besé de la misma manera que antes, pero esta vez fui más ruda. Todavía me ardía la quijada por su culpa. Hasta que se quedó quieta y dejó caer sus brazos a los costados. Sus ojos color verdes miraban fijamente los míos, mientras mi boca seguía sobre la de ella. Me aleje despacio y le tapé la boca con mi mano derecha antes de que me gritara.
—Dijiste que te enojaste por que no te pregunté —me justifiqué con una sonrisa de autosuficiencia —Nunca dijiste que no podía besarte si te negabas.
Mis amigos rieron detrás de mí y a ella por un momento se le hicieron agua los ojos. Luego los apretó y volvió a tener esa mirada de decisión que le pude ver hace unos momentos.
Vi a dónde se dirigían sus ojos y me imaginé lo que estaba maquinando en su mente como contra ataque. La giré para que me diera la espalda, apoyando su espalda sobre mi pecho, para mantener las partes más sensibles de mi cuerpo lejos de sus extremidades, pero bastante cerca de su trasero. Sonreí perversamente.
—Ahora discúlpame por mi atrevimiento —negó con la cabeza —Me temo que debo insistir. Por favor siéntate con nosotros —volvió a negar con la cabeza —Esta bien, supongo que quieres conservar algo de tu orgullo e irte de aquí —ella asintió —Y si te dejo golpearme... ¿Te quedarías? —le pregunté casi rogando.
Ella no respondió de inmediato seguramente lo estaba considerando. Debía estar pensando en el placer de propinarme otro puñetazo, mientras a mí me consumían las ansias por conocer su nombre y platicar con ella. Ella asintió, lentamente, con la cabeza.
—Está bien, te soltaré poco a poco —dije y solté el agarre que ejercía mi mano izquierda en su cintura. Mientras quitaba mi mano derecha de sus labios, giro rápidamente y me dio otro puñetazo en el mismo lugar que antes —Auch.
Me sobé más de lo que realmente hubiera deseado para complacerla. Seguramente ella deseaba que su golpe me hubiera roto la quijada o haberme roto la nariz. Y seguramente a ella le duele la mano como mil demonios.
—Por fin una chica se atreve a darte tu merecido —dijo Kate y la felicitó —Eres mi nueva mejor amiga —aseguró.
—Seguro —me limité a decir mientras sacaba una silla para que ella se sentara. Cuando así lo hizo me senté a su lado —Debo admitir que pegas duro —le dije y me sobé de nuevo.
Thor me miró con suspicacia al igual que Kate, ellos sabían que yo estaba siendo condescendiente con ella. Habiendo sido parte del equipo de artes marciales y lucha en la secundaria puedo soportar mucho más que el golpe que me propinó.
—Bueno, te lo merecías —respondió ella —Tu novia esta mirando hacia acá.
—¿Qué? —dije por lo bajo.
—Crees que te estoy seduciendo —mis amigos trataron de ahogar una carcajada ante su comentario.
—Ella no es mi novia —le aseguré.
—Se lo deberías de informar, al parecer ella no lo tiene del todo claro.
—Bueno, supongo que tendré que hablar con ella —dije y volví a concentrarme en ella. Sin discreción miré sus piernas. Acomodó su garganta. Volví mi mirada a su rostro —Dime ¿Cómo te llamas?
— Wanda—respondió.
—Completo —le dije. Revoleó los ojos.
—Wanda Stark-Maximoff —dijo en su suspiro —¿Y tú?
— Natasha Alianovna Romanoff.
—Un nombre largo —dijo ella y Kate ahogó una carcajada.
Seguramente estaba pensando en cómo cambiar la situación para avergonzarme.
—Mi nombre es Katherine Bishop, me puedes decir Kate, es un gusto conocerte Wanda—se presentó la pelinegra.
—Igualmente —respondió ella con una sonrisa.
—Yo me llamo Thor Odinson—se presentó el rubio
—Mucho gusto Thor —dijo ella.
—Dime truenito—le pidió él y yo revoleé los ojos.
—Dime Wanda, ¿Qué fue lo que te hizo Carol? —preguntó Kate.
Fue entonces que le presté más atención y volteé a ver a Carol con mayor detenimiento. Estaba hecha un desastre. Tenía los ojos llorosos, los pelos revueltos. Un rasguño, si no me equivoco, en la cara Wanda se encogió de hombros.
—En realidad, creo que fui yo quien le hizo algo a ella —dijo mientras se iba apagando su voz. Claramente estaba avergonzada de lo que hizo —Pero todo fue por su culpa —me apuntó a mí con resentimiento —Yo normalmente no hago uso de mis fuerzas de esa manera —dijo con orgullo de si misma. Me hizo reír por dentro.
—¿Por que dices que todo fue por mi culpa? —pregunté.
Se volteó a verme con la mirada fría y venenosa.
—Porque me besaste —dijo con odio.
—No veo donde esta lo malo —me hice la desentendida.
—¡Se supone que tú y ella son novias! —dijo indignada —O por lo menos eso es lo que ella a contado durante toda la semana a todas las mujeres de la escuela para que no se te acerquen más. ¡Y vienes y me besas! En verdad yo no quería problemas y vengo y me topo contigo. Sabía que me darías dolores de cabeza apenas te vi —dijo con resentimiento.
—Es su problema, yo en ningún momento le pedí que fuese mi novia —le contesté al instante.
—Yo no sé, ni me interesa que clase de relación sostienes con esa loca. Pero por favor mantenla alejada de mí. No sé por qué, pero solo ver su rostro me exaspera. Es una rubia teñida que al parecer la tintura le ha quemado las pocas neuronas que seguramente le quedaban —los tres reímos divertidos —Ya le tuve que dar una lección por amenazarme con sus estupideces no quiero tener que...
—¿Qué clase de lección le diste? —preguntó Kate demasiada interesada en la platica al igual que Odinson.
La morena se volvió a encoger de hombros.
—Nada digno de contarse —dijo poniéndose nerviosa —Ni de repetirse...
—Ella te mira con demasiado odio —dijo Thor mientras veía a Carol al otro lado de la cafetería con sus amigas, las cuales no quitaban la vista de nosotros ni por un minuto. Wanda se encogió más.
—Yo también odiaría a la chica que me hiciera lo que yo le hice a ella —su voz era apenas audible debido a la vergüenza que sentía de sus acciones.
—¿Le pegaste? —pregunté sin poder creerlo y ahí supe porque Carol estaba así.
—Podría decirse que... si? —dijo asintiendo levemente con la cabeza.
—Creo que estoy enamorado —dijo Thor mientras tocaba su corazón y miraba a la castaña fijamente.
—La futura madre de mis hijos —aseguró Kate mientras hacia un ademán de grandiosidad hacia Wanda, como si estuviese mostrando un producto en televisión.
Wanda terminó poniéndose completamente roja ante las afirmaciones de mis amigos, yo me limité a patearlos por debajo de la mesa. Ellos apenas hicieron un gesto y recobraron la compostura rápidamente.
—Lástima —soltó Kate apenas audible.
Mi celular comenzó a vibrar, lo abrí por debajo de la mesa y leí lo que decía mientras Thor entretenía a Wanda y Kate me miraba fijamente.
¡No la mereces! Déjamela a mí —pidió Kate.
Al instante le devolví el mensaje.
Ya la besé, es mía. ¡Mantente alejada! —respondí.
Cuando la vi leer el mensaje gruñí suavemente, pero suficientemente alto como para que la pelinegra me escuchara.
—Wanda ¿Quieres casarte conmigo cuando terminemos la Universidad? —alcancé a oír cuando Kate le susurraba al oído.
Yo la tomé por la cintura y la acerqué más a mí. Pronto me arrepentí de esto, pues ella me dio un codazo que casi me saca el aire por completo.
—¡Quieren dejar de acosar a Wanda por favor! —les pedí a mis amigos, respirando agitada por el golpe de ella. Me miraron con ojos venenosos, incluida ella.
Tal vez no fue la correcta forma de expresarlo, cuando fui yo quien la besó dos veces sin su permiso.
—Hipócrita —me acusó ella.
—No lo podría haber expresado mejor —aseguró Kate y Thor asintió a manera de aprobación.
—Hora de volver —dijo truenitos y se levantó.
Ella miró el reloj en su muñeca.
—Es cierto —dijo ella y se puso de pie —Fue un gusto conocerlos Kate, Thor y... Romanoff—dijo mi apellido con resentimiento.
Yo me reí en mi fuero interno por su clara indignación para conmigo. Una chica normal estaría volviéndose loca por que la besé y se lo estaría platicando con cada detalle a sus conocidas. Pero ella estaba molesta. Eso me gustaba.
—Igualmente brujita—le dijo Thor.
—Cualquier cosa que necesites... estamos por aquí —le dijo Kate.
—Muchas gracias —les dijo ella y comenzó a caminar.
Los tres miramos como se alejaba.
—Te lo dije, ella no es más de lo mismo —dijo Kate —Tasha, ya tienes a Carol y a todas. Déjanos a nosotros a esta chica.
—Kate tiene razón... no la mereces —me dijo el rubio.
—Además de que simplemente te detesta...
—Ya no tienes oportunidad...
—¿Vas a ser una buena amiga y nos la vas a dejar? —preguntó la pelinegra.
Mi mirada aún estaba perdida en la dirección en la que ella se había ido. Había algo muy interesante en aquella castaña.
Y no era solo su particular belleza. Era su carácter... una chica con ese carácter no es muy fácil de que encontrar.
—¿Qué piensas? —me dijo Kate.
—Que ni loca —le dije sin dejar de mirar en la dirección a dónde ella se había ido —Ya se los dije, es mía.
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PELIGROSA OBSESIÓN (WANDANAT VERSION)
FanfictionMis defectos según ella: -Eres impulsiva, cínica, irrespetuosa algunas veces, libertina, egocéntrica, narcisista, viciosa, ninfómana -dijo todo de corrido y sin respirar. La miré realmente divertida Yo podré ser todo eso. Pero ella es todo eso y muc...