Miré a mi alrededor fijándome si ella no estaba por ahí. No, no había ninguna señal de ella.
—¿Se puede saber qué demonios haces? —me preguntó Kate.
—Estoy mirando —le dije y volví a mirar para todos lados.
—Si, ya lo sé. Pero ¿Qué miras? —me dijo ella.
—Nada, nada. No me hagas caso —dije y dejé de mirar. Kate me miró frunciendo el ceño.
—¿Hay algo que quieras contarnos? —me dijo el rubio. Lo miré bien.
¡Oh, diablos! Jane, ya le fue con el cuento.
—¿Tu noviecita ya te fue con el chisme? —le dije con tono burlón.
—¿Qué? ¿Qué pasó? —preguntó flechitas.
—¿Sabes con quién se acostó ayer a la madrugada, Tasha? —le dijo truenitos.
—No, ¿Con quién?
--- Thor —le dije para que se detuviera.
—Con Wanda—le dijo. Kate se giró a verme sin poder creerlo.
—No es cierto —me dijo.
—¡Maldita sea, Odinson! No tuviste que haberlo dicho —dije enojada.
—No, no puedo creer que lo hayas conseguido —me dijo Kate aún sin poder creerlo.
—Bueno, ya esta no quiero hablar del tema —le dije y volví a mirar a mí alrededor.
Estábamos en la Universidad, ayer por la tarde me la pasé peleando con Yelena y Jane, también riendo un poco. Aquellas dos me acusaron de ser una cínica que necesita urgentemente la ayuda de un profesional. Y puede ser que tengan razón, pero yo ni iba a dejar que se salieran con la suya. Hoy era un día nuevo y yo tenía que estar muy alerta para vigilar a Wanda.
El auto que yo estaba esperando que llegara, llegó y se estacionó a unos cuantos metros de donde estábamos nosotros. Las tres bajaron al mismo tiempo. Mi mirada se posó en mi hermana. Al instante Yelena me miró fijamente. Sonrió triunfante y me sacó la lengua en forma de burla. Vi cómo las tres entraban a la Universidad y comencé a empujar a mis amigos para que caminaran.
—¿Qué sucede? —preguntó Kate.
—Caminen, caminen. No podemos perder de vista a esas tres —les dije y los seguí empujando.
Las divisé caminando hacia uno de los salones, entonces apresuré nuestros pasos y sigilosamente nos acercamos más a ellas.
—Hoy tenemos que ir a la biblioteca antes del medio día, Wanda—le dijo mi rubia hermana.
—¿Para qué? —preguntó la castaña.
—Tienen que ayudarme a dar unos libros, ¿sí? —dijo Jane
Entrecerré los ojos, pequeñas manipuladoras. ¿Con que ese es su plan? Hacerlas cruzarse en la biblioteca, que ella le de sus libros. No lo van a lograr...
—Claro, no hay ningún problema —dijo Wanda.
—Claro que si hay un problema —susurré.
—¿Cuál es el problema? —me preguntó Bishop.
Detuvimos nuestros pasos justo antes de entrar al salón. Ellas ya habían entrado.
—Que la loca de mi hermana y la pequeña diablilla, quieren hacer que Wanda salga con cierta chica —les conté.
—¿Qué chica? —me preguntó Thor. Entrecerré los ojos y miré hacia la puerta del salón.
—Alexa Hamilton —sentencié.
—¿Hamilton? ¿La presidenta del centro? —dijo Kate.
—Esa misma —afirmé.
—¿Y qué tiene de malo? —dijo el rubio
—¿Cómo que tiene de malo Thor? Absolutamente todo —le dije.
—Pero ¿Acaso no era que Wanda solo te interesaba para una noche? Bueno, ya la obtuviste. ¿Ahora que quieres de la pobre? —me acusó la pelinegra.
—Esto no tiene nada que ver conmigo —mentí.
—¿A no? ¿Entonces? —dijo truenitos.
—Solo me preocupa que quieran involucrarla con... cualquiera —dije. Kate miró a Thor y sonrió.
—Nunca había escuchado una mentira tan grande —le dijo divertido el rubio.
—Bueno, ¿de quién son amigos? ¿Míos o de ella? —les pregunté.
—Nos agrada Wanda—dijo Kate —Es una buena chica, y es como la hermana que nunca tuve.
—Y tú eres tu —acotó Thor.
—Lo que sea —les gruñí —¿Van a ayudarme?
—¿A qué? —dijo el rubio.
—A impedir que ella conozca a Hamilton —les dije.
—Listo, acaba de perder completamente el juicio —dijo Kate.
—¿Estas bromeando cierto? Si yo tuviera una hermana se la entregaría a Hamilton... ¿Tienes idea de lo buena que es? No podrían encontrar un mejor candidato para Wanda—aseguró mi querido amigo Thor
—Tú no me mereces llamarte amigo —le aseguré.
—Yo votaría por Hamilton para presidenta del país, si alguna vez se postulara —agregó Bishop
—¿Seguirán alabando al enemigo o van a ayudarme? —les dije algo nerviosa.
—¿Enemigo? —dijo algo confundido Odinson.
—No te entiendo —me habló Kate —Me confundes... con razón las chicas quieren alejar de ti a Wanda.
—¡Perfecto! Lo haré todo yo sola... con amigos así, quien necesita enemigos. Hasta Barnes, me hubiese apoyado más en esto que ustedes —les reproché.
—¿Espera un segundo? —me dijo Thor y sonrió —¿Con eso nos estas queriendo decir que estas CELOSA de que Wanda salga con alguien mas?
—Solo estoy diciendo que voy a proteger a mi AMIGA de una desilusión —le dije sin mirarlo a la cara.
—Mayor desilusión que tú, no creo —me dijo Kate. La miré asesinamente.
—Conmigo ya sabe lo que tiene, no hay más. Pero con un extraño, y más de esos que son buenos, son los peores. No hay que fiarse —dije hablando como toda una dama de sociedad.
Thor soltó un cansado suspiró y apoyó su mano en mi hombro.
—Solo porque eres mi amiga, mi hermana, voy a ayudarte tratando de sacarle un poco de información a Jane.
—Te advierto que es terrible —le dije. El sonrió divertido.
—Lo sé —dijo con tono bobo. Miró a Kate y la empujó levemente —A ver cuando te le declaras a Yelena, para que le puedas sacar información también.
—Sería algo más que información lo que le sacaría —dijo poniendo cara de idiota enamorada. La miré preocupada.
—Si claro, estoy completamente segura de que ella le sacaría información a flechitas —le dije a Thor.
Una figura salió del salón y comenzó a caminar por el pasillo. Me incorporé de la pared, en la que estaba apoyada, para mirarla. Era Wanda.
Mis ojos se abrieron bien al ver que caminando hacia ella venía Hamilton. ¡Oh diablos, esto no podía ser cierto! Vimos como Yelena se asomaba por la puerta y sonreía al ver a Hamilton.
—¡Wanda! —la llamó fuerte.
La castaña se giró a verla al instante, y al instante en que hizo eso se chocó de frente con ella. Hamilton fue rápida y la tomó de la cintura, impidiendo así una caída segura por parte de ella. La escenita se estaba llevando más miradas de las que realmente se ameritaba. Sentí como la sangre corría más rápido por mis venas al ver como ella la estaba mirando. Y aún no la había soltado.
—No pudo haber sido mejor —dijo Yelena sonriente.
—Más vale que vaya sacando sus manos de ella, porque o sino aquí va a correr mucha, pero mucha sangre —aseguré sin dejar de mirarlas.
—Lo siento, ¿estás bien? —le preguntó Hamilton a ella, cuando al fin la soltó.
—Si, si. Perdón, soy una tonta... no estaba mirando mi camino —se disculpó ella.
—Soy Alexa Hamilton—se presentó y estiró su mano. Ella la tomó con cuidado.
—Wanda Stark-Maximoff —le dijo con una pequeña sonrisa.
—¿Eres nueva? —le dijo ella.
—Si, entré este semestre —le contó. Alexa asintió y le sonrió amablemente.
—Sabía que había entrado gente nueva, pero no había tenido el agrado de conocerla. Es un placer... bienvenida.
—Muchas gracias —dijo ella y vi como sus mejillas tomaban un poco de color.
—Cualquier cosa que necesites me avisas... por si no sabías soy la presidenta del centro de estudiantes, cualquier cosa que pase con las materias o algún profesor no dudes en contarme. Así podremos arreglar el problema.
—Lo tendré muy en cuenta —dijo Wanda.
—Vaya que eres una genio Yelena, no pudo haber salido mejor el numerito —la felicitó Kate.
Yelena sonrió orgullosa.
—Pero esto no fue planeado, yo no esperaba que se encontraran en el pasillo. Pero al parecer el destino si —dijo contenta.
—Pero si hiciste que se chocaran —le dije mirándola mal. Ella arqueó una ceja.
—¿Celosa hermanita? Pues bien merecido te lo tienes —me dijo
—¿Saben una cosa? Todos tienen razón —dije y miré de nuevo a Hamilton y Wanda. Se estaban despidiendo
—Hamilton es una chica estupenda, es más voy a hacerme su amiga.
—Si, claro —dijo Thor.
—Lo que digas —agregó Kate.
Wanda siguió su camino hacia el lado de la cafetería, mientras que Alexa comenzó a caminar para el lado en el que nosotros nos encontrábamos.
—¡Alexa, amiga! —le dije. Ella se giró a verme —¿Cómo estás?
—Hola Natasha —me saludó —Bien, ¿y tú?
—Perfecta —le dije.
—Me alegro —dijo y detuvo su paso para mirarme —¿No tienes ningún problema con algún profesor verdad?
—Por ahora no amiga, para nada —dije negando con la cabeza.
—Que bueno, pero cualquier cosa no dudes en avisarme...
—Tranquila, cualquier cosa iré a verte.
—Estoy para lo que necesites.
—Lo sé, eres un gran presidenta —le dije.
—Eso intento —dijo divertida y siguió caminando.
—Eres una manipuladora horrible —me acusó mi hermana.
—Y tú eres una hermana horrible, no te importa lo que haga por tu bienestar. ¿Cómo le vas a entregar a Wanda así como si fuera un paquete o algo por el estilo? ¿Qué clase de amiga eres? Olvídate de que somos familia... ya no te quiero más —le dije y miré para otro lado.
—No importa que ya no te quiera Yelena —le habló Kate —Yo estoy aquí para cuidarte cuando esta hermana abandonadora que tienes te deje de lado.
—¿Enserio? —le dijo ella.
—Claro que si viudita —dijo ella.
—Aaww, eres tan tierna —dijo ella y se acercó a la pelinegra para pellizcar su cachete.
Kate acepto el gesto como lo mejor que le hubiese pasado en toda su vida.
—¿Lo ves? Eres una persona horrible... hasta haces que Kate diga puras tonterías en más de dos oraciones —le dije.
Golpeé levemente a Kate para que dejara de mirarla con cara de idiota —Además de que yo conozco a Alexa a raíz de mis problemas con la autoridad de este lugar, mucho antes de que Wanda llegara...
—Pero nunca te había importado lo que hacía, ni nada sobre ella. Así que mantén tu persona alejada de ella y de Wanda, porque o si no vas a acordarte de mí —me aclaró ella.
—No sé, no puedo prometerte nada hermanita. Ya sabes que tengo varios problemas con la autoridad de aquí —le dije.
—Prométemelo, Natasha —sentenció.
—Yelena, no sé si pueda.
—¿Por qué haces esto? —me preguntó.
—Porque está muerta por Wanda y no quiere admitirlo...
—Admítelo —me dijo mi hermana.
—Es que eso no es así, yo solo quiero cuidarla porque es mi amiga...
—Si, una amiga con la que te gusta acostarte. Con la que te gusta tener sueños pervertidos. Y a la que te gusta besar por ahí —me acusó.
Sonreí burlonamente y sin querer recordé algunas de las cosas vividas con Wanda la noche pasada.
—Eso si es verdad —dije con una sonrisa perversa en los labios —Ella es tan... grrr
—Eres tan.... —me dijo ella.
—Y a mucha honra —aclaré.
—Te detesto —me dijo mirándome venenosamente.
Le sonreí y palmeé suavemente su hombro. Haciendo que su odio hacia mí se incrementara notablemente.
—Yo también te quiero hermana...
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PELIGROSA OBSESIÓN (WANDANAT VERSION)
FanfictionMis defectos según ella: -Eres impulsiva, cínica, irrespetuosa algunas veces, libertina, egocéntrica, narcisista, viciosa, ninfómana -dijo todo de corrido y sin respirar. La miré realmente divertida Yo podré ser todo eso. Pero ella es todo eso y muc...