Seungmin se levantó en medio de la noche para ir a chequear sus cachorros. No iba a soportar otro momento más sabiendo que no dormían a su lado.
Se separó de su Alfa lentamente sin intenciones de interrumpir su sueño y caminó de puntillas hasta la habitación de al lado, cerrando la puerta detrás de él.
El Omega les dio una mirada a cada cuna y les acomodó las almohadas, revisó sus pañales e incluso aseguró las puertas a la terraza para evitar incidentes.
Seungmin volvió a ellos solo para mirar que estuviesen bien, sus ojos se posaron en los de Jooheon por un buen rato. El pequeño Jooheon estaba frunciendo su rostro y sus manitos comenzaron a moverse, pequeñas lagrimas salieron de sus ojos.
Seungmin suspiró con una sonrisa en sus labios, ahí estaba su pequeño llorón.
Se acercó a su cuna y acarició su pancita mientras le daba mimos y lo arrullaba.
-- Ya mi cielo. Estoy aquí amor -– le susurró, pero no era suficiente para Jooheon y Seungmin lo supo Jooheon amaba estar en brazos de su padre, su aroma y el calor de sus brazos lo calmaban.
Seungmin lo meció en sus brazos mientras pasaba la yema de sus dedos por sus delicadas mejillas. Pronto, sus pequeños chillidos se calmaron antes de que despertara a sus hermanas.
El Omega se sentó en el suelo, entre las cunas de Hyewon y Hyejin, para estar pendiente a ellas también.
-- No tengas miedo, papi está aquí –- Seungmin juntó su frente con la de su pequeño, besando su suave mejilla con delicadeza, manteniendo sus labios ahí mientras buscaba con su mirada algo que le funcionara para hacer dormir a Jooheon.
Su pequeño también se calmaba con su voz y tarareos, asi que se le ocurrió que tal vez podría leerle un cuento.
Se levantó con dificultad y buscó en el estante de libros infantiles, algo que le llamara la atención para leerle a su pequeño. Por que aunque no entendiese, por lo menos su suave y profunda voz lo iba a calmar.
-- ¡Yo tengo este! -– susurró Seungmin emocionado cuando se topó con su libro favorito
Lo sacó del estante y volvió a su lugar, volviendo a mimar a su pequeño para que no se echara a chillar con fuerza. Seungmin abrió el libro y comenzó con la lectura con algo de emoción y nostalgia. Recordaba como su madre se lo leía de pequeño antes de irse a dormir.
El rubio tragó saliva para calmar el nudo en su garganta con el recuerdo de su madre y continuó leyendo, mientras pasaba la yema de sus dedos por la pancita de Jooheon.
Chan desde la otra habitación, se sintió incomodo cuando no tuvo el calor del cuerpo de su Omega en sus brazos y pecho. Se levantó de golpe por la pesadilla que tuvo, creyendo haber perdido a Seungmin
-- ¿Pastelito? -– miró a su alrededor, pero no captó su esencia ahí.
Se levantó de la cama y se puso una bata antes de asomarse por la puerta al verla entreabierta, escuchando la voz de Seungmin muy bajito por el pasillo.
Cerró la puerta detrás de él y apoyó su oído en la puerta de sus hijos, escuchando la dulce y profunda voz de su Omega. Chan no pudo evitar sonreír y tocó a la puerta con sus nudillos suavemente, avisando que entraría.
Abrió la puerta y asomó su cabeza y luego su cuerpo. Seungmin se quedó congelado en su lugar, pero luego sonrió.
-- Te desperté. Perdóname Channie -– susurró, encogiéndose de hombros.
-- Está bien -– Chan entró y cerró la puerta suavemente -- ¿le contabas un cuento? –- preguntó, acercándose a sus pequeñas para acariciarles sus pancitas antes de ir con su Omega.
Se sentó detrás de él y lo rodeó con sus piernas, tomando el libro. Seungmin se sentó en su regazo con Jooheon en sus brazos .
-- Si. Me cortaste la inspiración –- le contestó Seungmin con un puchero, volteándose para besar la comisura de sus labios.
-- Yo continuo entonces –- Chan mordió sus labios y suspiró profundo antes de continuar con el cuento Pero nadie le prestaba atención a sus palabras. Jooheon solo escuchaba su suave voz y se calmaba, Seungmin mantenía sus ojos en las expresiones faciales de su Alfa y se preguntaba como podía ser tan hermoso y angelical.
La manera en como sus labios se movían y formaban una pequeña curva al final de estas que hacían una pequeña sonrisa. El lunar bajo sus labios y sus hermosos dientecitos de conejo que se acentuaban al sonreír.
Su nariz, sus ojos llenos de brillo y las pequeñas arrugas alrededor de esta cuando sonreía.
Si Chan no hubiese ganado su mano aquella vez, Seungmin lo seguiría escogiendo como su Alfa antes que a los demás.
-- Y vivieron felices para siempre. Fin –- Chan cerró el libro, sus ojos se posaron en su Omega y este los puso en su pequeño, quien ahora respiraba con total calma y sus berrinches habían cesado.
Se había dormido.
Seungmin se levantó junto con Chan y lo llevaron a su cuna para acomodar las almohadas a su alrededor, recibiendo un beso de cada uno en la frente.
El Omega se apoyó en la cuna y Chan igual, colocándose detrás de él para besar su nuca y apoyar su mentón en su hombro.
-- Chris, estoy muy cansado – susurró Seungmin, dándose la vuelta para rodear sus brazos en su cuello – ¿me llevas a la cama? – hizo un puchero.
-- Con gusto bebé – Chan le dio un casto beso en sus labios y tomó sus piernas para levantarlo y cargarlo estilo princesa hasta la habitación.
Seungmin cerró sus ojos y recostó su cabeza en su hombro, recibiendo besos en la coronilla de su cabeza, quedándose profundamente dormido en los brazos de Chan.
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My King² (ChanMin)
FanfictionLos Deltas se apoderaron de Yagakima a sangre fría, pero ser un Omega con tres cachorros bajo su cuidado no detendrá a Seungmin de recuperar lo que es suyo junto con su Alfa, Chan. Segunda parte de My King. Mención de otros grupos. Omegaverse. Drama...