—¿Me estás diciendo que prefieres a la prima griega de Jesse que a Becky?— cuestiona Carson ofendido mientras daba otra mordida a su fresa.
—Era mejor opción aunque fuera su prima— defiendo mi opinión falsa tomando una uva de aquel recipiente con distintas frutas que había preparado el castaño previamente.
Carson mueve las manos al aire sin poder decir ninguna palabra ante mi confesión.
Después de un tiempo, ya eran altas horas de la noche y seguimos hablando en el sofá que también era un sofá cama, así que teníamos más espacio, espacio que fue llenado con comida.
—Es imposible que alguien prefiera a la prima— discute frustrado.
—Carson, es un chiste, ¿Quién no querría a Becky?, Tiene a Jesse como marido, lo tiene todo— confieso finalmente ganando una mirada de alivio de parte del castaño.
—Ven aquí, estoy tan feliz de que haya sido broma— me toma en sus brazos y me atrae hacia el provocando que yo apoye mi cabeza en su pecho.
—¿Y qué tal si no era broma?— cuestiono mirando hacia arriba haciendo mi mirada choque con la suya.
—Oh más vale que no, dudaría de tus capacidades mentales—bromea rodeando sus brazos en mi abdomen y colocando su cabeza en mi hombro.
Yo lo golpeó ante su comentario recibiendo una risa de su parte.
—Entonces supongo que tú también tienes capacidades mentales dudosas por estar con alguien con capacidad mental dudosa— defiendo de manera algo curiosa provocando una risa de Carson en dónde su aliento choca con mi cuello provocándome escalofríos.
—Entonces seremos dos locos felices— termina de decir para después dar un pequeño beso en mi quijada causando que me den cosquillas.
Esto se sentía agradable, realmente no pensaba en nada que no fuera Carson y en la comodidad que sentía al estar con el, realmente me gustaba esto.
—¿Qué piensas, princesa?— cuestiona el castaño dando pequeñas caricias a mi mano.
—Realmente en nada, estoy admirando el ambiente— respondo disfrutando sus caricias mientras cerraba mis ojos.
—¿Y ahora cómo crees que reaccionen los demás ante esto?— pregunta ligeramente absorto en sus pensamientos mientras tomaba mi mano.
Al instante, la imagen de la chica de cabello azul invade mi mente y sin querer doy un apretón a la mano de Carson llamando su atención accidentalmente. Carson me mira con el seño ligeramente fruncido.
—¿Qué pasa?— pregunta acomodando los anteojos en su rostro.
—No es nada, movimiento involuntario— respondo con un argumento más falso que cuando dije que no me había comido las gomitas de Sara.
—¿Estás segura?— interroga el castaño con una mirada desanimada.
No puedes mentirle a esa carita.
Ya lo sé.
¿Le vas a decir?
Tal vez.
¡Tal vez mis polainas! , Solo dile.
¡Está bien!, Le diré.
Miro a Carson y observo como su mirada tiene muchas emociones que me harían querer llorar.
—Bueno...He tenido algunas diferencias con Jessica, nada grave pero...
—Le tienes miedo.
—¿Qué?, No, es solo que es un poco...demandante.
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Eres mi ángel
Подростковая литература¿Qué pasaría si alguien te dijera que el amor de tu vida llegaría a golpearte con una bandeja de plata la cabeza? Es algo muy raro para las personas normales pero una realidad para Samantha Connor, una joven que paso por años en la oscuridad hasta q...