Capitulo 14

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Después de algunas crisis respecto al como debería de ir vestida, llamé  a Sara para pedirle ayuda.

—¿Me estás diciendo que irás a convivir con una familia del que solo conoces de tres integrantes de ellos?— Cuestiona la pelirroja dentro de mi armario buscando algunas opciones de prendas.

—Básicamente— Respondo sentada en mi cama golpeando el colchón formando una melodía.

—¿Y no estás ni un mínimo nerviosa?— Pregunta mirándome curiosa.

—No, para nada.

Mentí, estaba más nerviosa que cuando hice mi examen de admisión a la universidad.

—Claro, como si no te conociera Samantha Connor— Sara me lanza a la cara una camiseta negra con margaritas.

Bufo y apoyo mi espalda en mi cama resoplando fuertemente.

—Simplemente es un evento pequeño en dónde celebraremos el cumpleaños de Marian, no entiendo porque me lo tomo tan personal— Confieso mirando fijamente al techo.

Sara sale de mi armario mirándome fijamente con unos calzoncillos rosas en su mano mientras camina hacia mi.

—¿Será que en tu cabecita y en tu corazoncito están naciendo algunos sentimientos por Carson?

En cuanto termina su pregunta, desvió la mirada mientras mis brazos rodean mis piernas para después alzar y bajar mis hombros.

—No he tenido tiempo de pensar en eso, y no lo quiero hacer— Respondo al cabo de unos segundos.

Sara se sienta al lado de mi y rodea mis hombros con su brazo.

—Se que será difícil volver a confiar en un hombre Sam, pero necesitas dejar ir todo eso y empezar de nuevo como lo has hecho hasta ahora—  Expresa Sara brindando apoyo como lo suele hacer.

Yo la miro con una sonrisa asegurando que estaré bien y me toma de las manos.

—Lo que sea que pase esta noche, te aclarará la mente, te lo dice tu mejor amiga con tendencias psíquicas— De alguna manera consigue moverme y golpearme el trasero subiendo mi ánimo. —, Ahora prueba con esto, me gustaría verlo en ti.

Me lanza un vestido y se va de la habitación no sin antes gritarme que me esperaba afuera.

Me pruebo el vestido azul claro con algunas flores, las mangas son moderadamente largas y el largo me llega hasta un poco más arriba de las rodillas.

Me veo en mi espejo de cuerpo completo y analizo el como me veo en este momento.

Mi complexión mediana con el vestido lo hace ver bello si soy sincera, no soy alguien que sea insegura de si misma, tengo mis momentos en los que me siento una Diosa para ser sincera.

Salgo de mi habitación y miro a Sara sentada al lado de mi puerta jugando a algo en si celular, ella mira hacia arriba y me sonríe.

—Se te ve precioso Sam, podrías enamorar a cualquier chico que se te cruce— Me halaga mientras se pone de pie y me mira de arriba a abajo.

Yo río ante sus palabras y entro de nuevo a la habitación.

—Bien, te recomiendo que te pongas tus botas negras de tacón, se verían muy bien— Recomienda Sara tomando entre sus manos un cepillo.

—Ya me adelanté— Menciono apuntando hacia mi cama en dónde se encuentran las mencionadas botas. 

Y así estuvimos por media hora hasta que estuve lista, iba aparentemente sencilla, o al menos lo que para mí es sencillo, mi vestido azul junto con mis botas, mi peinado consistía en una coleta alta dónde en mi cabello levemente rebelde se deslizaban algunos mechones, y no tenía maquillaje, soy alérgica al maquillaje que tiene Sara y me amenazó con que si no usaba su maquillaje no usaba nada, así que decidí no usar nada.

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