Capitulo 24

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—Tienes que estar bromeando— una voz pequeñita reclama al castaño.

—Es la verdad, el príncipe Eric no merecía a Ariel— Carson defiende mientras dejaba que la pequeña rubia le hiciera una trenza en su pelo ligeramente crecido.

Habían pasado tres semanas desde aquella noche en la cabaña, las cosas iban de maravilla, hemos estado saliendo cada que podemos ya que la familia Wilson volvió a la ciudad y se podría decir que Carson tenía un segundo trabajo gracias a qué la señora Wilson le paga por acompañarme a cuidar a Anna y Jimmy.

—Pero eso es amor verdadero— Anna hace un puchero comenzando a jalar del cabello de Carson.

—Eso es un embrujo, cariño— respondo por mi novio mientras tengo entre mis brazos a Jimmy y lo alimentaba con su biberón.

—¿Embrujo?— cuestionan Anna y Carson al mismo tiempo mirándome

—Ariel embrujó a Eric con su voz de sirena— explico brevemente notando cómo se quedó dormido el bebé en mis brazos.

Cosita hermosa.

Creo que estamos comenzando a pensar igual.

—¿De qué hablas, Sam?— cuestiona Anna mientras sus ojos comenzaban a cristalizarse.

—Quise decir que es amor verdadero, ellos dos son sus amores verdaderos— corregí mi frase rápidamente contentando a la pequeña de nuevo.

—Igual el no la merece— Carson defiende su opinión y yo le lanzo una mirada asesina girando mi cabeza hacia Anna. —, es decir, amor verdadero ¡Sí!— exclama viéndome aterrado.

Anna se va corriendo feliz avisando que iría por más listones para el peinado de Carson, después de que se fuera de la sala de estar, miré al castaño.

—Amor verdadero ¡Si!— me burlo de sus anteriores palabras mientras veía como se levantaba del piso.

—Tu me hiciste decir eso con tu mirada— menciona tomando a Jimmy entre sus brazos y acostando al pequeño en una cuna que había en la misma sala de estar.

—Perdona por ser una amenaza en tu vida— me disculpo  bromeando mientras me tomaba la mano y me ayudaba a levantarme del piso.

—No tengo por que perdonarte, sería la amenaza más linda en mi vida— el jala de mi brazo y me acerca hacia el acercando nuestros rostros.

—Carson, el cualquier momento podría venir Anna— le digo mientras mi mirada viajaba hacia sus labios ligeramente carnosos.

—Creo que me arriesgaré— anuncia para después darme un beso corto en los labios.

—Tal vez le dirá a su madre— insisto más para molestarlo que para ponerle un alto. 

—También me arriesgaré a eso— pone sus manos desde mi barbilla a mi mandíbula y comienza a repartir muchos besos al rededor de todo mi rostro incluyendo mis labios.

—¡Carson!— le reclamo riendo mientras tomaba entre mis manos sus brazos.

A lo no muy lejos, se pueden escuchar los pequeños pasos de Anna venir a la sala de estar.

—Uno y ya— dice antes de darme otro beso corto en los labios y alejarse de mi ligeramente.

—¡Traje un cepillo!— la pequeña rubia se hace presente con un cepillo que parecía ser de muñecas.

—¿No ibas por listones?— pregunto después de que Anna haya dejado el cepillo en mis manos.

Anna se queda en silencio mirando al vacío por un par de segundos.

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