Pasaron varios meses en donde se llamaban o se encontraban solo para decirse un "Hola" o para salir juntos. Disfrutaban el tiempo al lado del otro, pasaban horas pero se sentían como segundos. Jennifer se sentía en un lugar tan seguro, tenía una sensación que nunca había experimentado. A ella le gustaba muchísimo como el chico reía ante sus bromas o como se emocionaba cuando ella le daba pequeñas cartas o cosas hechas a mano.
Erick amaba ver los ojos de Jennifer llenos de estrellas cuando le contaba que le gustaba hacer, el hacia lo posible para verla feliz. Le decía apodos lindos con tal de verla sonreír y que mostrara sus lindos hoyuelos y ese pequeño diente torcido que tenía.
Un día como otro Erick escribió a Jennifer.
E.-Hola bonita, quería saber si podrías pasar hoy a la cafetería. Quería decirte algo.
J.-Oh, hola. Haré lo posible, tengo un día un poco pesado pero, iré. Me esperas?
E.-Claro! Estoy aquí para ti, ok?
No hubo respuesta después de ese mensaje, Erick abrió la cafetería y para su sorpresa, sería un día pesado para el también.
...
Pasó el día y ya casi era hora de cerrar, Erick estaba agotado. Tuvo muchos pedidos pero luego de unas horas, todo se calmó. Se sentó y simplemente respiro fuertemente mientras se quitaba la boina y el delantal para descansar.
En eso, la pequeña campana de la puerta sonó, Erick se colocó la boina y dijo:
-"Buenas tardes, en que puedo ayudarte?"
Levantó la mirada y vió a Jennifer con una mirada apagada.
-Hola Erick, aún no vas a cerrar?
-Hola linda, aún no. ¿Deseabas algo?
-Quería molestarte con un Café negro.
Erick se extrañó porque, Jennifer casi nunca tomaba café negro solo.
Ella le dio el dinero pero rápidamente el le dijo "yo invito" Jennifer sonrió y se sentó en una mesa, esperándolo. Estaba cansada pero con verlo preparar su bebida, se sentía en paz.
En eso, Jennifer suspiro un poco fuerte mientras lo observaba.
Erick la escuchó y se había dado cuenta que ella lo estaba viendo, se giró hacia su dirección y camino hacia ella con su bebida en mano.
Jennifer estaba entrando en pánico, no sabía que hacer hasta que Erick llegó a su lugar y dijo:
"Yo también suspiro por ti"
El tiempo se detuvo.
Jennifer se paralizó.
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Como me siento.
Teen Fiction"Leíste mi diario, verdad? No, me leíste a mi. Como me sentía, no pude contartelo pero si escribirtelo. Supongo que se acabó.... o empezó?"
