Habían pasado meses desde que el encontró esa nota y leía el diario como si fuera la primera vez.
Erick solamente estaba sentado en la orilla de su cuarto. Cayendo en cenizas, su alma se encontraba en el mismo estado.
Se le había olvidado completamente el trabajo, su hermano trabajaba ahora algunos de sus turnos. Quería seguir trabajando con la luz en su mente que le decía que la campanilla de la tienda sonaría y ella aparecería.
Quería recordar que la vida por un momento fue un sueño, que probablemente quedaba mucho para andar pero sentía que no.
Hay tanto amor alrededor, pero por Jennifer, en su corazón siempre guardaba un lugar por si la encontraba de nuevo al despertar.
Nisiquiera sabía porque derepente se sentía así, cuando claramente la culpa fue de el y se lo repetía a diario. Como le importo absolutamente nada el corazón de la chica de caramelo, la hizo como un hielo: en pedazos para una bebida
Era lunes por la mañana, fue a desayunar. Un café negro. Solo.
Veía el sofá vacío, toda la comida en el refrigerador echándose a perder. Su boina tirada en el suelo como alguna de sus prendas.
Se duchó y regreso a la cama. Quitó el polvo del diario y se durmió.
El único lugar que no tenía sucio era su pequeña mesa de noche donde conservaba en diario con el pasar de los meses.
Viernes por la noche, café negro solo de nuevo. Más comida en el refrigerador. Vajilla sucia, boina en el suelo aún.
Otro baño con agua tibia. En la ducha, se sentó mientras el agua caía sobre el.
Lloraba, estaba completamente solo. Su única compañía era dicha libreta llena de escritos que leía entre lágrimas o risas al reproducir los momentos en su mente. Ya no come galletas, le duele el corazón al hacerlo.
No existe nada más paciente que la muerte, la alarma sonó exactamente a las 7:15 de la mañana. El silencio también es parte de la música, aparentemente. Levantó la boina del suelo, se cambió y se dirigió al trabajo una vez más, un lunes.
Lunes y viernes.
¿Porqué el lunes está tan lejos del viernes pero el viernes está tan cerca del lunes?
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Como me siento.
Roman pour Adolescents"Leíste mi diario, verdad? No, me leíste a mi. Como me sentía, no pude contartelo pero si escribirtelo. Supongo que se acabó.... o empezó?"