Capítulo once: Estar

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E.- Hola... Estás?

La notificación llegó y Jennifer sintió un cosquilleo al verla, otra vez venía a su mente el beso. Espero unos segundos antes de responder

J.- Hola! Sí, necesitas algo?

E.- No, solo quería saber si podemos vernos.

J.- ¿Cuando?

E.- Estoy cerrando, puedes ahora?

J.- Claro! llegaré en unos minutos.

...

Jennifer no dejaba de mover sus manos por nerviosismo de ver a Erick después de dos días sin verse. Llevaba una carta con ella, pensaba dársela.

Y lo vio, fuera de la cafetería viendo hacia el cielo.

-Hola, buenas noches Erick

-Hola Jennifer, que bonita bufanda.

-Gracias, bonita boina.

-La uso todo el tiempo.

-Lo siento, yo solamente..

No pudo terminar su frase cuando sintió sus manos en las manos del chico.

-Jennifer, mi boca no puede expresar lo que siento por ti. De verdad, no he dejado de pensarte y en si está bien lo que estoy haciendo. Te quiero y es díficil. Quiero darte tu tiempo si lo necesitas.

-Erick yo... También te quiero, pero mi boca tampoco puede expresar lo que siento. Absolutamente nada, no puedo decirlo. Eso no significa que no te quiera, paciencia es lo único que te pido.

-La tendré para ti.

El chico posó su mano en la mejilla de Jennifer, acariciándola y viéndola a los ojos mientras ella, apartaba la mirada y su rostro tornaba a un rojizo claro. El reía al verla, otra vez, su corazón pensó primero y le plasmó un beso en la frente.

-Quiero estar contigo.

Jennifer casi llora esa noche, nunca nadie había hecho algo así, era tan surreal que por un momento creyó estar soñando.

Se preguntaba que se se sentiría saltar hacia sus brazos en días cansados o felices. Recostarse en su pecho y escuchar los latidos de su corazón. Conocer sus lunares, acariciar su cabello, solamente estar a su lado.

-Yo también quiero estarlo, Erick.

Después de todo, resultó bien. Aunque, aquella carta que llevaba, nunca fue entregada.

Como me siento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora