Capítulo catorce: Lilian

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Un mes, dos meses. Semana y semana, hora por hora.

Llegó noviembre, mes del cumpleaños de Jennifer. Ella no se sentía tan feliz después de que la única persona con la que realmente se sentía un poco bien, se alejaba de ella. Cada vez que iba a la cafetería para verlo, la chica estaba ahí. El la miraba con ojos llenos de estrellas, algo que le dijo que amaba de su persona. Alguna vez alguien dijo que los ojos eran como la ventana al alma de las personas. Y si el la miraba con ojos con los que nunca la vio a ella, probablemente eso refleja sentimientos nuevos.

Pensó que se estaba poniendo mejor. Realmente parecía que sí. Pero a veces solamente se acostaba en la cama a las 3 am sin poder dormir, pensando que está mal en ella y porque no se siente suficiente.

...

Su día "especial" llegó y tan rápido como comenzó el día, así de rápido empezaba a terminar. Solo recibió un mensaje de su madre y de su mejor amiga.

Salió a la ventana a ver estrellas y hablarles en silencio, otra vez para interrumpir su tranquilidad, llegó un mensaje.

E.- Buenas noches! Se que es algo tarde y mañana tienes que ir a trabajar pero, Feliz cumpleaños. Hice una cena para ti, quieres venir?

Nisiquiera se inmutó, se preguntaba a ella misma si era tan necesario ir. Su corazón le dijo que si, el había hecho algo por ella después de perder iniciativa, tenía que perdonarlo aunque muy en el fondo, sabía que no.

J.- Buenas noches, no te preocupes. Llegaré pronto.

E.- Tómate tu tiempo.

No quería ir, obviamente no quería verlo. Su corazón duele tanto que solo quería seguir en su cama, las ganas de hacer cosas que le gustan se fueron. Hasta levantarse e irse a trabajar era tan difícil pero, se cambió y arreglo y se fue....

-Feliz cumpleaños!! Cocine esto para ti

-Gracias...

Erick notó esa mirada apagada de Jennifer, ella rápidamente cambió su rostro a uno más "feliz".

-¿Pasta? Gracias, me gusta.

-Te quiero y lo sabes.

-Si, por eso, gracias.

Jennifer se apresuró a comer para irse lo más rápido posible.

Media hora después terminaron de comer los dos, ella estaba desesperada por irse, así que le agradeció una vez más y se dirigió a la puerta. La abrió y en ese momento, estaba alguien afuera 

apunto de tocarla.

Cuando vio, era la chica rubia bonita de la cafetería. Con la ropa más linda y un maquillaje de esos que te hacen que tus ojos brillen. La reconoció pero sabía que ella no tenía la culpa de nada. La saludo amablemente y elogió su estilo para después despedirse y ser de nuevo 

detenida, la rubia antes de que Jennifer se fuera, la abrazó y se presentó.

-Soy Lilian, un gusto! Tienes un buen estilo también

Jennifer solo asintió con una sonrisa y al irse, vio como la puerta se cerraba y como un grito de felicidad salía:

"¡Lilian, Te amo!"

Se fue.

...-Ella es tan linda... Es inevitable el cambio.

Nunca fueron buenos cumpleaños, ni felices, este tampoco lo sería.

Su estómago estaba lleno de comida lamentablemente deliciosa pero su corazón, estaba vacío de nuevo.

-Quisiera ser bonita para que al menos, Érick se fije en mi aunque sea por unos segundos o por una noche. No me importa...

Decía palabras tontas y se echaba la culpa. Sabía que después de sentirse tan bien, no tenía derecho a sentirse "feliz".

Como me siento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora