Capítulo nueve: Estrellas

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-Buenos días...

Se escuchó una voz un poco ronca y Jennifer rápidamente se levantó del susto ya que ella vivía sola, gritó y luego vio a Erick.

-Hey, lo siento. No quise asustarte.

-Dios mio. ¿Me quedé dormida?

-Asi es, llegaste y quedaste dormida. No quise levantarte, fue un día pesado, no? Tranquila, no es molestia. Te hice algo de desayunar.

Jennifer coloco su mano en su cabeza y dio un fuerte suspiro.

-Yo...lo siento Erick. Perdóname por molestarte.

-¿Qué, de que hablas? No me molestas, hoy abro tarde la cafetería si a eso te refieres. Tranquila

-Estaba, demasiado cansada, lo siento mucho.

Erick se acercó a ella y le acarició el cabello

-Vaya, si es tan suave como se ve. Ven, come algo, tienes que ir a trabajar, no?

-Tengo turno, sí. Pero en la noche.

-Mmm, está bien. Te parece si te acompaño? Así no vas sola, mientras yo cierro el lugar, voy contigo.

-Esta bien, significa mucho para mí.

-Eres linda, lo sabias? Ten, come Waffles. Se que te gustan, especialmente con fresas y crema batida.

...

-Con cuidado, bonita

-Gracias por acompañarme...

Hubo un silencio entre los dos por un momento hasta que Erick no se aguanto las ganas y le tomo la mano a Jennifer. Ella lo vio pero, el solo miraba el cielo.

-Las estrellas brillan mucho hoy, no?

Jennifer vio las estrellas y si que brillaban. Ella con total calma le respondió:

-Cada noche que la luna y el sol las acompañen, brillarán.

Erick la volteó a ver, rápidamente soltó su mano, la vio a los ojos y en ellos, estaban reflejadas las millones de estrellas que estaban en el cielo. No lo dudó ni un segundo y él le robo un beso.

Fue como si el cielo bajara a la tierra por un momento.

Como me siento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora