Cuando apuesto, nunca me gusta apostar todo. Siento que no es sano pero siempre acabo haciéndolo porque es mi naturaleza.
Apuesto por las personas, por mis ideas, por mis sueños. Me cuesta apostar poco, aunque lo intente. Y es que cuando apuesto poco me doy cuenta de que no quiero eso. Que cuando quiero, lo quiero todo. O sencillamente, no lo quiero o lo quiero infinito.
Por eso, como se que no se me da bien ir con medias tintas me da miedo apostar porque se que elija a quien elija voy a apostar todo. Que creo que es lo que el amor requiere, dar todo de tu ser, hacer feliz a la otra persona y disfrutar juntas, sufrir juntas y en definitiva, vivir en equipo.
Supongo que por eso me da miedo. Porque no se ir con poco. Y el problema de arriesgarlo todo, de entregarte tanto es que si ganas eres el más feliz pero si pierdes te hundes. Te hundes como nunca antes.
Pero nunca sabras si puedes ganar si no juegas...
¿Apostamos?
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Mi filosofía básica.
Non-FictionTe presento el fascinante, extraño, divertido y caótico mundo de mi cabeza. Aquí dejo mis experiencias y mis aprendizajes. Son solo mis granitos de arena ante las dificultades y lo bonito que tiene esta vida. Todo son opiniones, no es la verdad, no...