CAPITULO 18

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Naraku miro a kikyo al ver que ella estaba hablando, y al ver que ella le estaba apuntando con su arco, frunció el ceño, se alisto para poner su campo de energía al redero de ellos, pero al sentir el reiki de kagome asustada, puso una mano en su cabeza y le susurro al oido.

¨no te preocupes yo te cuido¨

Dijo sin mas y al ver como Kikyo estaba soltando la flecha, solo los cubrió a los dos con el campo de energía.

Bajo la mirada al sentir que kagome alegaba sus manos de él; Kagome escucho a kikyo todo el rato, y al sentir el reiki de kikyo en su flecha, se asusto, al pensar que le estaba apuntando a Naraku, pensó en dejar de curar a Naraku y protegerlo con su cuerpo, pero se detuvo al sentir la Mano de Naraku en su cabeza. Sin abrir los ojos y sin dejar se concentra lo escucho.

¨no te preocupes yo te cuido¨

Al escuchar eso, sentió protección y se concentró mas en curarlo, sentió como era mas protegidas por el campo de energía de Naraku, al mismo tiempo que su herida se cerraba por completo, separo sus se la herida, para después abrazarlo con fuerza, al ver que ya estaba fuera de peligro.

¨ya estas fuera de peligro¨

dijo kagome muy contente, pero de la nada se le vino el recuerdo que le dijo la perla 'ayuda a tu ex-grupo' sin entender miro a su ex-grupo y lo único que pudo ver era a una kikyo enojada y agotada ya todo los demás como unas estatuas, sin moverse ni parpadear, preocupada se separo de Naraku y se paro.

Ahora que su sello había desaparecido, lo podía ver mejor, Kikyo estaba controlando a Inuyasha, Miroko, Sango, Shipo y kirara, enojada miro a kikyo.

¨¿porque?¨ no sabia porque lo hacia ¨¿porque los controlas a mis amigos?¨

Naraku al escucharla, se sorprendió, pensó que ella ya se había dado cuenta, el ya lo sabía desde un principio, lo único que no sabía era que la exterminadora, el kitsune, y el neko también estaba controlado por ella.

-----------------------------narra kikyo------------------- -----------

estaba un poco molesto de que Kagome se allá enterando de ese detalle, esperaba que se enterara después de que me ayudara con el deseo de la perla, bote un suspiro y mire a Naraku con el seño fruncido, si no hubiera sido por él, no estaría utilizando este método cansador. 

Desde ese día que fue donde ella a declararle que estaba ya muy cerca para poder matarla, se asusto, tubo un suspiro.

¨¿quieres saber lo que sucedió?¨ dijo enojda ¨pues...¨

------------------recuerdo------------------

Kikyo estaba caminando por los alrededores del pueblo, donde se estaba ospedando, para hacer vigilancia de que ningún demonio perturbara la aldea, ya que escucho como un demonio sin rostro y con una cicatriz en forma de araña, robaba los rostros de las personas.

Estaba metida en sus pensamiento, de que quizás era una creación de Naraku, que no se dio cuenta que Naraku se había acercado mucho donde ella, sino hubiera sido por sus avispas que hicieron presencía en frente suyo no se hubiera dando cuenta nunca.

¨Naraku¨

dijo en seco, y de tras de unos arboles hizo aparición Naraku, junto con sus avispas, en todo su alrededor.

¨tenia muchos deseos de verte kikyo¨

¨¿que es lo que quieres?¨ dijo fria

¨realizar una prueba con los poderes que tengo ahora¨

Kikyo entendió a lo que se refería así que sin hacer preguntas como ¿que clase de prueba? solo le hablo sabiendo del tema.

¨ya te lo había dicho, mientras poseas el corazón de Honigumo, un demonio mitad humano como tu, jamás podrás matarme¨

¨con que el corazón de Honigumo, eso es verdad¨ sacando una sonrisa ladida ¨si aun tuviera esos sentimientos dentro de ti¨ comenzó acercarse donde ella ¨no me atrevería a tocarte kikyo¨ lazo su mano derecha poco a poco ¨no importa si se trata de una falsificación barata¨ lo acerco a la garganta de kikyo.

¨¿que haces?¨ pregunto incredula, pero Naraku la ignoro.

¨lo sabia de ante mano y por eso no me atrevía a hacerte daño durante todo este tiempo¨ agarro el cuello de kikyo y lo apretó un poco, al mismo tiempo que kikyo agarraba el brazo Naraku para tratar de safarse ¨estas hecha de barro y huesos¨ dijo riendo con maldad y soltando su cuello.

Kikyo al ya no sentir la mano en su cuello, con rapidez saco una flecha y poniendo lo en su arco lo apunto, pero al ver como la mano de Naraku empezó a palpitar, al mismo tiempo que cambiaba de forma al de un demonio muy diferente, bajo su arco y sonrió, 'tiene miedo a mis poderes, sabe que no podrá conmigo ya que soy una de las sacerdotisas mas poderosas', pensó. 

Lo vio que Naraku se estaba dando la vuelta, para irse.

¨¿que sucede Naraku?¨ hizo una pusa ¨pensé que has venido a matarme¨ dijo con arrogancia.

Naraku se detuvo y movió su cabeza para un lado y por encima de su hombro la miro. 

¨no te confíes demasiado kikyo, no te destruyo porque le tenga medo a tus grandes poderes, solo lo hago por conveniencia¨ miro de nuevo el camino que estaba tomando para irse ¨no pienso matarte¨ siguió con su camino ¨más bien te romperé¨

Kikyo al ver que había desaparecido de su vista, soltó el arco y la flecha, asustada, sabia que él la iba a matar tarde o temprano, se arrodillo al sentir como sus piernas no la aguantaban, por el miedo que sentía. 

No quería que el mismo demonio la matara otra vez, poniendo sus manos en el pasto, trato de tranquilizar su respiración, por la culpa de él perdió a al amor de su vida  y su vida, 'si tan solo tuviera la perla, para pedirle mi deseo de estar de nuevo con Inuyasha y estar viva', pensó. 

Boto un suspiro al recordar que ahora la guardiana era Kagome, su encarnación, apretó sus manos en puños, jalando un poco de el pasto en el proceso, 'si tan solo ella estuviera muerta, pero lo malo es que no puede morir, ya que si ella muere la perla no tiene una guardiana y la perla no va a dejar que nadie mas que ella pida el deseo, hasta que el alma de kagome rencarne, como la mía' pensó.

Pero se le vino un recuerdo de un pergamino que encontró en un templo olvidado. Donde decía como podían controlar tanto a personas como demonios, con un hechizo. Se sentó en el pasto y sanco el pergamino de sus ropas, lo miro seria, sabia que si usaba ese hechizo, su alma se iba a manchar, boto un suspiro y se decidió que lo iba a hacer, abrió el pergamino y se puso a leer.


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