Capítulo 17

24.4K 2.5K 947
                                    


El ver al dios de todo lo malo parado en aquel pasillo solitario, con sus venas y ojos negros; con ésa expresión de maldad y frivolidad en su rostro; hizo que mi piel se erizara.

Mi respiración ser redujo y sentí no poder respirar por un instante. La mirada abismal de Hades sobre la mía, me hacía quedar inmóvil y permanecer petrificada en aquel lugar sin atrever a moverme ni un solo centímetro.

Observo a Raziel con a esquina del ojo, y puedo ver en la expresión de su rostro y lo nervioso que está.

—Mi señor, no es lo que cree. —Raziel habla en un tono de voz bajo; asustado.

De pronto, Hades se convierte en un nube de humo negro y desaparece frente a nuestro ojos; para luego, aparecer frente al ángel caído y tomarlo del cuello.

—¿No es lo que creo? —Murmura Hades entre dientes, levantando a Raziel en el aire con su mano derecha apoyada sobre el cuello del chico.

—Puedo explicarlo... —Dice el ángel entre lamentos, al su garganta estar siendo presionada fuertemente por el rey del inframundo.

—¡Hades, todo es mi culpa! —Trato de defender a Raziel; pero éste, voltea y me mira por un segundo, para luego, extender su mano libre en mi dirección y lograr hacer que una fuerza invisible me empujara hacia la pared tras de mí.

Mi espalda pega a la dura roca, mis manos y pies inmóviles por lo que sea que estaba haciendo el rey de todo lo malo conmigo.

La mirada de Hades vuelve a la de Raziel, y su agarre no se desvanece de su cuello. El ángel, coloca sus manos sobre las de Hades, dejándole a entender que le estaba asfixiando; pero a él, no parece importarle.

Hades, de repente; empuja al Raziel con fuerza y logra estamparlo contra la dura pared de roca a su lado.

Yo, pego un grito y sollozo nerviosa, viendo, cómo el impacto de el cuerpo de Raziel, había roto la pared de piedra maciza y hecho un agujero en ella; para posteriormente, su cuerpo  caer al suelo casi inconsciente.

Los ojos negros de Hades me miran por un segundo y puedo ver toda la rabia y coraje que tiene acumulada en su interior.

—¡Hades, por favor!... —Suplico piedad por el ángel caído quién obviamente, no había hecho nada; tan solo, toparse conmigo en el pasillo y querer ayudar.

—¡No oses dirigirte a mí en estos momentos! —Hades me mira con mala cara, para luego, voltearse e ir hacia dónde el ángel caído quién estaba tumbado en el suelo tratando de pararse con debilidad.

Veo a Hades, detenerse frente a Raziel y tomarlo del cuello nuevamente; subiéndolo con solo una mano y pegándolo contra la pared. Los ojos de Hades van a los del ángel caído y lo observa fijamente.

—¡Te ordené que te alejaras de ella! —Dice Hades muy molesto.

—Yo... solo me la encontré en el pasillo, no la busqué. ¡Lo juro! —Raziel habla con dificultad por el agarre del dios del inframudno.

—¡Si te veo poner un solo dedo sobre su piel nuevamente!... —Hades murmura entre dientes; Raziel le interrumpe.

—¡No va a pasar, nunca más mi señor! ¡Lo prometo y pido su perdón! —Habla el ángel casi sin poder, quedándose sin aire; y en ése momento, Hades le suelta.

—¡Lárgate ahora mismo! —Dice con una voz profunda señalando el pasillo; Raziel, se levanta sin demasiadas fuerzas, y sus ojos van a los míos por un momento.

Siento, cómo la pena y la culpa me carcomen el alma lentamente al no poder haber hecho nada por ayudar a Raziel. Siento, una gran tristeza en mi corazón, ya que éste, había pagado las consecuencias de mis actos al fugarme de mi habitación, y había sido sometido por Hades solo por querer ayudarme.

Hades ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora