Hades ©

Capítulo 29

Mi cuerpo tiembla completamente al escuchar aquellas palabras salir de la boca de Hades.

¿El cielo declarándonos la guerra?

Pero, ¿cómo es posible?

Siempre, desde que iba con la abuela a la iglesia los domingos; me imaginé el cielo cómo un lugar pacífico, sin venganza, ni agresión.

¿Cómo es que, ahora... quieren una guerra contra el inframundo?

No lo logro entender.

—Pero, ¿cómo? —Miro a Hades angustiada. —¿Una guerra? ¿Es eso posible? —Mi pecho sube y baja de forma acelerada con tan solo imaginármelo.

—Eres un alma que se supone que fuera al cielo, Mar. Ellos, no lo ven como que quisiste quedarte aquí por voluntad propia; ellos lo ven, como si yo te hubiera robado. —Habla el dios del mal y yo solo le observo atentamente.

—¡Pero yo le dije a Azael que no iría con él! El sabe de lo nuestro; él sabe que no quiero ir. —Frunzo mi ceño con preocupación.

—A ellos no les interesa eso. —Hades se me acerca y coloca sus manos delicadamente sobre mis hombros. —Ellos lo ven como que perdieron un alma, y en este juego; al final, solo importa quién más almas gane... el cielo o el inframundo. —Me mira serio y yo, no puedo evitar preocuparme aún más.

—Pero Hades, ¿cómo pelearán esta guerra? ¿Ellos bajarán al inframundo? ¿Nosotros subiremos al cielo? ¿Cómo es? ¡No entiendo nada! —Paso mi mano por mi rostro; angustiada.

—No lo sé. —Suspira meneando suavemente la cabeza en negación; una de sus manos, va a mi cabello y lo acaricia. —Pero lo de lo que sí estoy seguro, es de que, tenemos que prepararnos para lo peor. —Me mira con una mirada de preocupación, pero a la vez, sé que trata de ocultar lo que siente para no ponerme más nerviosa.

—¿Me llevarán con ellos, Hades? —Mis ojos se cristalizan de tan solo pensar en ello.

—¡No lo permitiré! —Su mano se posa en mi mejilla y su pulgar, acaricia delicadamente la piel de mi rostro.

—¿Y si lo hacen? —Mi voz se entrecorta y Hades me mira fijamente a los ojos.

—¡Tendrían que matarme para lograr que te lleven dejos de mí, Mar Preston! —Su mirada penetra mi alma y siento un frío recorrer mi pecho.
***

Algún tiempo había pasado desde el momento en el que el cielo nos declaró la guerra. Hades y sus secuaces; se estaban preparando para esta batalla; y yo, estaba muy angustiada y preocupada.

El dios del mal, estaba creando criaturas a por montones; criaturas, las cuáles jamás has visto ni en tus peores pesadillas. Criaturas, las cuáles de tan solo observarlas; se alojaban en tu mente, en cada neurona de tu cerebro... provocándote miedo y terror.

Puedo decir, que el inframundo estaba un tanto ocupado; y con el, mi rey del mal, a quién no había visto demasiado desde que aquella noticia estremeció este infierno.

—¡Estoy tan nerviosa que siento ganas de vomitar! —Dice Ciri, sentada en su cama. Jugando eufóricamente con su cabello, demostrando que sí estaba asustada.

—¡Cálmate! ¡Hades lo tiene todo bajo control! Él es el dios del inframundo, Ciri. Él no va a permitir que nos derroten, lo conoces. —Cami le mira seria desde su cama; a su lado, un ángel caído.

Todos nos nos quedamos callados por algunos momentos.

Me encontraba en la habitación de las ninfas junto con los ángeles caídos; a excepción de Raziel. Quién casualmente, había tenido que ir a hacer algo que el dios del inframundo le envió con mucha urgencia... muy convenientemente.