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Una angustia persistente presionaba su pecho, casi al borde de dejarlo sin respiración alguna, al borde de que sus pulmones explotaran. Negan comenzaba a notar el sudor bajar por la frente del joven junto a él, Grimes simplemente aprovechaba pequeñas distracciones para restregar la caliente piel de sus manos por la tela de sus azulados pantalones en el pobre intento de remover la salada y asquerosa agua corporal.
Aquel sentimiento de arrepentimiento no tardo en aparecer. ¿En qué mierda pensaba cuando creyó buena idea dejar a thea rondar por los pasillos del santuario? Después de todo no había que ser muy inteligente para darse cuenta de como funcionaban las cosas allí, el que entregara la cabeza de la rubia frente a Negan obtendría lo que quisiera, incluyendo la libertad absoluta. Ford no estaba segura y el muchacho se ahogaba en la culpa, culpable por sus acciones y falsas promesas, prometió cuidar de ella y la arrojo a la boca del lobo.
Un nudo en su garganta apenas le permitía expresar palabra y soportar la presencia del enemigo no ayudaba. El hombre de chaqueta lo guio a lo que parecía ser una zona privada, segundos después ambos se encontraban frente a una gran puerta de oscuro roble.
Un silbido constante comenzó a dejarse escuchar, atravesando la oscura madera frente a ambos. Gruñidos y gemidos de dolor sonaban por lo bajo saliendo de la misma habitación, pero eso no era lo único que resonaba. Al ritmo de los silbidos, una frecuencia ejecutada por algún artefacto al parecer de madera chocaba una y otra vez contra el suelo. Carl observo a Smith por el rabillo del ojo notando que este no portaba su arma especifica, aquel bate de béisbol al que apodaba Lucille no se encontraba a la vista, por lo tanto, tampoco en su poder.
Y allí, en ese mismo instante frente a una oscura entrada en un nauseabundo lugar, Grimes agudizó su oído logrando identificar que ese silbido recitaba nada más y nada menos que la canción de introducción que las películas de Harry Potter dejaban oír. Un clic conecto todo, Galathea estaba detrás de la puerta. Sedienta de justicia en la larga espera a conseguirla. Negan a su lado le regalo una sonrisa llena de lujuria.
