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Las respiraciones agitadas del grupo junto a los fuertes latidos de thea apenas dejaban que la chica escuchase algo, gotas de frío sudor bajaban por su frente y sus piernas quemaban por el cansancio. El rostro de Eugene estaba en pésimas condiciones y las lágrimas en sus mejillas corrían como una cascada, los quejidos de Maggie la desconcentraron del sonido de sus fuertes suspiros y como supuso, la mujer estaba de mal en peor.
- Podemos hablarlo. - sollozo Rick hasta el salvador, era el mismo que causo la primera parada en la ruta.
El líder, su líder estaba bañado en transpiración al igual que el resto, el fuerte agarre en la camilla lo estaba lastimando, pero nadie diría nada al respecto.
- Ya hablamos mucho, ahora van a escuchar. - espetó con diversión antes de soltar un silbido mirando hacia atrás.
Unas manos zarandearon la cintura de la menor y esta no dudo mucho en proporcionar fuertes golpes, otra persona tomo de sus muñecas logrando dejarla casi inmovilizada, quitaron el arma que colgaba de su hombro con brusquedad mientras alguien tomaba sus caderas para llegar hasta sus nuevas dagas, una mueca de disgusto se instaló en su rostro cuando se sintió demasiado toqueteada, pero luego de unos segundos estos salvadores se alejaron. Agradeció no haber llevado la raqueta ese día o no hubiese tenido otra oportunidad de verla.
- ¿Esta es tuya, chiquitín? Sí, es tuya. - el mismo salvador que les proporcionaba órdenes se acercaba peligrosamente a Carl, en sus manos una pistola con un extraño garabato era exhibida. Antes de que diera un solo paso más Goodwin coloco su cuerpo frente al de su mejor amigo y ahora era ella quien se acercaba peligrosamente al hombre.
- Ya tienes la pistola, ¿Qué más quieres de él? ¿Su ojo? Lo siento es el último que le queda y no permitiré que ya no sea así. - susurro en busca de intimidarlo, incluso era más alta que el mayor frente a ella lo cual ayudo bastante, ya que este de a poco retrocedió. Estaba nerviosa y algo asustada, pero eso no afectaría en su actitud.
