Kim JunMyeon oyó un golpe que procedía de la habitación de al lado y miró sobresaltado la puerta que comunicaba los dos despachos. Por lo que JunMyeon sabía, su compañero y director de la cadena de hoteles que poseía su familia, Oh SeHun, todavía estaría comiendo. Esperó a que se produjera otro ruido e inmediatamente se oyó con claridad cómo algo grande, probablemente una papelera, chocaba contra la pared. Sonrió malvadamente. Parecía que las cosas no le habían ido bien. Qué pena. Un hombre tan agradable no se merecía eso, pensó con gesto irónico.
Se levantó de la silla con elegancia y se dirigió hacia la puerta de la habitación que por el momento permanecía silenciosa. JunMyeon no era tan alto, pero si era voluptuoso, tenía unos ojos castaños verdosos fulminantes y un carácter tempestuoso que se reflejaba en una abundante y envolvente melena pelirroja, pero la experiencia le había enseñado a contenerse y, a los veintiocho años, mostraba ante los demás una apariencia fría y tranquila.
Llevaba trabajando junto a Oh SeHun poco más de un año, desde que el abuelo de este, el propietario de los hoteles, la contratara para coordinar la modernización y la decoración de todos los edificios. Los demás aspectos del negocio pertenecían al terreno de SeHun, pero cuando compraba una propiedad nueva era JunMyeon quien decidía lo que se necesitaba para igualarla a los demás hoteles. Cuando SeHun realizaba sus habituales giras, JunMyeon lo acompañaba para supervisar las reformas que se habían proyectado. Mantenían una buena relación laboral, lo cual no dejaba de ser curioso si se tenía en cuenta que no se tenían mucha simpatía.
Habían tardado un mes en evaluarse y en darse, cuenta de las carencias del otro. La batalla había empezado y los intercambios verbales se habían convertido en una fuente de gran interés y diversión para los empleados. Tenían conflictos diariamente. SeHun nunca perdía la oportunidad de atacarlo y, como JunMyeon no era de los que rechazaban ninguna contienda, siempre encontraba la manera de contraatacar.
JunMyeon sabía que SeHun pensaba de él: que por sus venas corría agua helada en lugar de sangre y que en todo su cuerpo no había ni un gramo de pasión, que no sabría qué hacer con un hombre de verdad. SeHun se burlaba abiertamente de Daniel, su enamorado, porque representaba todo lo que SeHun no era: leal, estable, sin complicaciones... De acuerdo, no era una relación apasionada. En otras ocasiones, JunMyeon ya se había dejado arrastrar por las pasiones y las consecuencias habían sido desastrosas. Daniel era todo lo que JunMyeon quería en ese momento, y estaba bastante seguro de que pronto le iba a proponer matrimonio. Cuando lo hiciera, JunMyeon sin duda aceptaría.
Si SeHun se burlaba de su estilo de vida, JunMyeon solo podía sentir desprecio por el de su jefe. En su opinión, este era poco más que un playboy sin principios. Las mujeres y hombres entraban en su vida y salían de ella constantemente. Cualquiera que se le acercara le parecía bien, las personas se deshacían cuando SeHun los miraba con aquellos ojos luminosos y con una sonrisa que los desarmaba por completo. JunMyeon no le sorprendería lo más mínimo que SeHun tuviera una lista de todas sus conquistas.
Aunque JunMyeon no se ocupaba mucho de su alocada vida amorosa, sabía que era generoso y que trataba bien a sus amantes mientras le siguieran interesando. Y, para ser justos, nunca se acercaba a las personas casadas, o a las que ya estaban comprometidos. SeHun tenía su propio código: solo jugaba con las personas que conocían las reglas y nunca tenía relaciones con los que trabajaban para él. Su vida tenía dos áreas claramente diferenciadas y únicamente se mezclaban cuando JunMyeon tenía que consolar a la última víctima, una tarea que no le gustaba.
JunMyeon ya le había criticado su comportamiento, pero SeHun no se había sentido ofendido, más bien le había divertido su actitud y, en tono de burla, le había informado de que no se iba a dejar reprender por un conejito gruñón y aburrido. Así había empezado todo, así estaban las cosas entre ellos en el momento en que JunMyeon se acercaba a la puerta. Una persona más sensata habría retrocedido, pero JunMyeon no podía seguir trabajando sin saber lo que había pasado, así que se decidió a entrar.
Al abrir la puerta tuvo que esquivar un objeto que venía hacia él. Al levantarse, observó los lápices que se acumulaban en el suelo como si fueran confeti, y miró al hombre que permanecía inmóvil al lado de la mesa.
JunMyeon tenía que admitir que, sin duda, SeHun era el hombre más apuesto que había visto en su vida. A los veintisiete años estaba en su mejor momento: era alto, esbelto y musculoso, tenía el pelo denso y negro, unos picaros ojos grises y una sonrisa que dejaba sin respiración a cualquiera. Pero en aquel momento no sonreía, su expresión de furia hizo temblar a JunMyeon.
—¿Qué tal la comida? —le preguntó JunMyeon con una sonrisa.
—Pues no muy bien, la verdad. En realidad, acabo de pasar las peores horas de mi vida. —refunfuño SeHun como una fiera.
—No me digas que alguna cabeza hueca ha tenido la sensatez de decirte no. —murmuro JunMyeon con sarcasmo.
—Yo no salgo con ninguna cabeza hueca, cariño. Prefiero a las personas inteligentes, ya lo sabes. —replicó SeHun mientras contemplaba cómo a JunMyeon se le apretaba el pantalón al agacharse para recoger los lápices del suelo—. Bonitas piernas conejito. — murmuró—, ¿Te he dado? —le preguntó cambiando el tema al ver la mirada asesina de JunMyeon.
—No, pero a lo mejor te doy yo a ti si no dejas de mirarme. —regaño JunMyeon con mala cara.
—Tú tienes la culpa por ponérmelo tan fácil. Un hombre no se puede contener conejito. — SeHun estaba coqueteando con él, una táctica que había utilizado antes, cuando quería que se irritara todavía más. Y como siempre, JunMyeon no le hizo ningún caso—. Un hombre siempre lo tiene que intentar. —añadió SeHun con firmeza—. Eres un doncel muy duro. ¿Es que hay algo que te pueda afectar? ¿Alguna vez sientes pasión? ¿Acaso sabes lo que es? ¿Y qué pasa con Daniel? ¿Cómo funciona esa relación? ¿Le dejas que te bese o se va todas las noches a casa muriéndose de frustración mientras tú duermes profundamente en tu cama virginal?
—De verdad no esperarás a que te conteste a eso solo porque estás de mal humor, ¿no? —reprocho JunMyeon fulminándolo con los ojos.
—No, en realidad esperaba que me dieras una bofetada. —anuncio SeHun dejándose caer en su escritorio—. ¿Por qué no lo has hecho?
—Probablemente porque era lo que tú querías. —respondió JunMyeon con altanería—. Y nunca te daré o hare lo que tu quieras.
—Estás aprendiendo, cariño. Todavía te queda alguna esperanza. —le dijo SeHun mientras miraba por la ventana y contemplaba la ciudad.
—No me llames «cariño», SeHun. Desde luego, no aspiro a ser uno de tus amantes. — contratacó JunMyeon.
—Un hombre se podría congelar intentando calentarte. Me compadezco de Daniel. —susurro SeHun con un falso tono afligido.
—Afortunadamente Daniel no necesita tu compasión. —le respondió JunMyeon con rabia.
—Es cierto, él mismo es también como un témpano de hielo. —añadió SeHun suspirando exageradamente.
—Yo no creo que Daniel sea nada frío. Como se suele decir, las apariencias engañan. —se defendió JunMyeon con una sonrisa.
—Eso también se podría referir a mí, conejito. —respondió SeHun.
—De eso nada. —negó JunMyeon con rotundidad—, tú eres un libro abierto, SeHun, y donde tú apareces todo el mundo sabe el argumento. Los más sensatos te devuelven a la estantería. —le respondió con burla.
—Quizá, pero los que no lo hacen se lo pasan mucha mejor. —le dijo SeHun lamiéndose los labios provocativamente.
—Eres incorregible. —afirmó JunMyeon—. Tengo cosas más importantes que hacer que malgastar el tiempo discutiendo contigo. —hizo ademán de irse, pero SeHun se lo impidió rápidamente.
—Eso puede esperar conejito. Cierra la puerta y siéntate. Tengo que hablar contigo. —le ordenó SeHun.
************
ahHHH PRIMER CAP 7v7 denle mucho amor amor amor..
ESTÁS LEYENDO
Novios por una semana_SEHO
FanfictionOh SeHun es un alto ejecutivo de una cadena de hoteles y Kim JunMyeon su mano derecha. Ambos no se soportan. Por ello, SeHun le pedirá a JunMyeon que finja ser su novio por una semana para asistir a la boda de su hermana, donde por conflictos famili...