La afirmación se quedó en el aire, destinada a nunca ser respondida porque se oyó una voz masculina en el pasillo.
—¡Ah! ¡Ahí estás! —exclamó Hyunsuk —. Pensaba que me ibas a esperar cariño. —le hablo a Jennie.
—Lo siento, cariño. —dijo Jennie sonriendo a su marido y rodeándolo con el brazo—, tenía que venir a saludar a SeHun y a su último amiguito.
Hubo un momento en el que Hyunsuk no pareció muy contento, pero después sonrió a su hijo y JunMyeon observó que existía un cariño auténtico entre ellos.
—Me alegro de verte, SeHun. Y a usted también... —saludo su padre con una reverencia.
—JunMyeon, papá mi novio se llama Kim JunMyeon. —lo presentó SeHun
—Espero que disfrute de su estancia aquí, jovencito. Bueno, será mejor que bajemos antes de que a tu madre le dé un ataque. — añadió con una mirada de complicidad a su hijo—, lleva desde por la mañana en el papel de diva.
—Nunca pierde una oportunidad, papá. —dijo SeHun, cediéndole el paso a JunMyeon para salir de la habitación.
JunMyeon intentó soltarse del brazo de SeHun, pero SeHun rápidamente le cerró la mano en la suya y, cuando JunMyeon lo miró, SeHun negó con la cabeza; a JunMyeon le parecería extraño no verlos así de unidos. JunMyeon se dejó llevar, pero ir del brazo de SeHun era una experiencia totalmente nueva que le permitió empezar a ser consciente de su fuerza. Era un hombre vigoroso en todos los sentidos y, sin embargo, su cuerpo no resultaba en absoluto amenazante. De hecho, por alguna extraña razón, estar tan cerca de él no solo no le resultaba incómodo, sino que lo reconfortaba.
—Sunmi siempre tiene que ser el centro de atención. —observó Jennie con irritación.
—Puede hacer lo que quiera en su propia casa. —replicó SeHun.
—Eso es lo que yo siempre te digo, Jennie. —dijo Hyunsuk a su mujer.
—Bueno, pues no me parece bien. —susurro Jennie con desdén.
—Ya sabías lo que iba a pasar. No tenías que venir, pero insististe, así que deja de quejarte. —regaño Hyunsuk.
JunMyeon pensó que Oh Hyunsuk criticaba más a su esposa de lo que SeHun creía. Quizás había empezado a ver lo que equivocado que había estado. Ojalá fuera así, por el bien de SeHun.
Cuando llegaron abajo, se dirigieron al salón, que tenía una terraza con vistas al lago. Ya estaba empezando a oscurecer y JunMyeon pudo ver el parpadeo de las luces de las casas del otro lado. El salón también estaba iluminado con dos candelabros de cristal que se reflejaban en unos espejos colocados con ese propósito y estaba lleno de gente que hacía un ruido increíble.
—Parece que mamá ha invitado a toda la familia a cenar. —murmuró SeHun en el oído de JunMyeon.
JunMyeon era consciente de que atraían la atención de los invitados. No tenía ninguna duda de que la familia de Oh estaría especulando sobre JunMyeon y sobre cuánto tiempo durarían. JunMyeon se relajó, con la confianza de saber que no había nada entre ellos y que la «relación» se acabaría dentro de unas cuarenta y ocho horas.
—Tu familia se estará preguntando quién soy. —comento JunMyeon teniendo el rostro de SeHun cerca al suyo.
—¿Te importa ser el centro de atención? —le preguntó SeHun mientras le alcanzaba una copa de champán.
—La verdad, es bastante divertido. ¡Si ellos supieran! En circunstancias diferentes, tú y yo estaríamos a mil metros de distancia. —añadió JunMyeon recobrando la confianza.
—Intenta no decepcionarlos. Mira, ahí está mi madre. Será mejor que vayamos a saludarla. —animo SeHun.
Cuando Sunmi vio a su hijo mayor dirigiéndose hacia ella a través de la multitud de invitados gritó de emoción y saltó del asiento para envolverlo en un fuerte abrazo.
—Sehunie, eres un sinvergüenza. Nunca te voy a perdonar por tardar tanto en venir a visitarme. ¿Qué excusa tienes esta vez? —no esperó su respuesta, al ver a JunMyeon volvió a gritar, aunque más suavemente esta vez—. ¿Es este tu novio? ¡Qué guapo es! No me habías dicho que fuera tan guapo, SeHun. Ven vamos, preséntanos.
—JunMyeon, esta es mi madre. Madre, este es Kim JunMyeon. —presento SeHun con entusiasmo como si de verdad estuviera presentando a su verdadero novio.
—JunMyeon, cara. —le dijo Sunmi envolviéndolo en un abrazo tan efusivo como el que había dado a SeHun— Me alegro tanto de conocerte... Ven, dame un abrazo, todos los amigos de mi hijo son bien recibidos en esta casa.
Sunmi era una mujer grande, como una soprano, y abrazarla no era nada fácil.
—Me alegro de conocerla, señorita Sunmi. —susurro JunMyeon amablemente.
—solo Sunmi. Debes llamarme «Sunmi» y yo te llamaré «JunMyeon». —oferto Sunmi con diversión.
—Muy bien, entonces Sunmi. —sonrió JunMyeon.
—Y seremos amigos y tú me hablarás de ti. —animo con efusividad—. Pero todavía no. No te vayas, SeHun, quiero que conozcas a alguien.
Sin decir nada más, Sunmi inspeccionó la habitación como si fuera una experta y se fue en busca de su presa.
—¡Dios mío! —exclamó JunMyeon—. ¿Es siempre tan...?
—Yo pienso que estaba bastante contenida. —respondió SeHun, sonriendo afectuosamente—. Hoy está haciendo un esfuerzo para no asustar a sus futuros hijos políticos.
—Creo que probablemente es más fácil llevarse bien con ella en pequeñas dosis. —accedió JunMyeon riendo bajamente.
—Eso es lo que piensan sus hijos, de no ser así controlaría todas nuestras vidas, con la mejor intención, por supuesto. —aclaro SeHun sabiendo que JunMyeon no duraría en contradecirlo—. Mi padre se lleva mejor con ella ahora que cuando estaban casados.
—SeHun, cariño. —exclamó Sunmi.
Se dirigió a ellos con una amplia sonrisa y acompañada de un hombre de apariencia seria.
JunMyeon echó un vistazo a esa cara sombría y se quedó sin respiración. «No, no puede ser», se dijo a sí mismo, pero sabía que sí era. El hombre al que JunMyeon esperaba no volver a ver nunca más estaba caminando hacia ellos. Ese hombre no era otro que su padre. JunMyeon no se podía mover y palideció.
De toda la gente que se podría haber encontrado allí nunca habría pensado en su padre. Pero ahí estaba y Shoman también lo iba a ver a él. No sabía qué hacer, pero el instinto le dijo que no sería muy agradable. Shoman había dejado las cosas muy claras: JunMyeon no existía para él. Su corazón empezó a latir con más rapidez, esperaba el momento en el que se diera cuenta de su presencia y lo reconociera.
—Madre. —dijo SeHun.
JunMyeon no podía apartar los ojos del hombre que se había parado delante de ellos al lado de Sunmi y que primero miró a SeHun y luego a JunMyeon.
Shoman lo reconoció inmediatamente y reaccionó como se habría esperado: tensó los músculos de la cara y enrojeció de ira y disgusto. Si JunMyeon hubiera albergado la esperanza de que Shoman se suavizara con el paso de los años, ahora le habría quedado claro. Esa mirada se lo decía todo. Shoman lo despreciaba tanto como antes y solamente las normas de educación le habían impedido darse media vuelta e irse. Después de ese momento inicial, no lo volvió a mirar.
Ya no debería hacerle daño. Después de todo ese tiempo debería sentirse impasible ante sus muestras de desagrado, pero no era así. Aunque lo odiara por lo que había hecho, Shoman todavía tenía la capacidad de herirlo con su desdén. Pero ahora JunMyeon era más fuerte que antes. No iba a salir corriendo. Shoman no querría verlo, pero no tenía opción. Tendría que reconocerlo y eso dio ánimos a JunMyeon.
Sunmi seguía con las presentaciones.
—SeHun, este es el General yempresario Kim Shoman. —explico Sunmi encantada—. Seohyun se va a casar con suhijo, JunYoung. Señor Shoman este es mi hijo, Oh SeHun.
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Bueno supongo que ya saben quien es shoman para myonie
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Novios por una semana_SEHO
FanfictionOh SeHun es un alto ejecutivo de una cadena de hoteles y Kim JunMyeon su mano derecha. Ambos no se soportan. Por ello, SeHun le pedirá a JunMyeon que finja ser su novio por una semana para asistir a la boda de su hermana, donde por conflictos famili...