JunMyeon no podía haber sido más directo, pero, como se había imaginado, SeHun no hizo el más mínimo caso del comentario.
—Oye, no me dejes así conejito, me muero de curiosidad. —alentó SeHun—. Además, yo te he contado los trapos sucios de mi familia y me parece justo que tú hagas lo mismo.
—Tú me has dado la información voluntariamente. Me las podría haber arreglado sabiendo menos. —ataco JunMyeon con frialdad.
—Venga, conejito, admite que has disfrutado de una forma un tanto perversa. —animo SeHun toqueteando su pecho.
—De eso nada. —JunMyeon negó, aun sabiendo que SeHun tenía razón.
—Estoy seguro de que sí. —contradijo SeHun.
Parecían dos niños peleándose. JunMyeon tenía ganas de reírse, pero odiaba que SeHun lo hiciera reír.
—De acuerdo, no me pareció que le faltara interés. —admitió JunMyeon—, pero eso no significa que tenga que contarte nada sobre mi familia.
—De modo que tienes una familia. Estaba empezando a pensar que viniste a este mundo de la, nada. —insistió SeHun.
—Está bien, te contaré una cosa, pero si prometes no hacer más preguntas. —advirtió JunMyeon.
—Lo dices como si fuera el fin del mundo. —exclamo SeHun.
—¿Lo prometes, SeHun? —cuestiono JunMyeon con seriedad.
—De acuerdo, lo prometo. No habrá más preguntas, digas lo que digas. —prometió SeHun con franqueza,
JunMyeon miró hacia abajo, intentando no revelar nada a través de su mirada ni de su expresión.
—Muy bien, te voy a contar esto: yo ya no existo. —le dijo JunMyeon con tranquilidad.
—¿No te das cuenta de que esto me va a volver loco? —pronunció SeHun con frustración.
Esa no era su intención, porque JunMyeon no estaba siendo cruel de una manera deliberada. Simplemente había sido su manera de defenderse ante el interrogatorio de SeHun. No podía contarle que para él su familia no estaba muerto, pero que JunMyeon sí que estaba muerto para su familia. SeHun querría saber la razón, y la única manera de que no lo supiera había sido obligarlo a callarse.
—Entonces es mejor que no pensemos en ello SeHun. —dijo JunMyeon y tomó una de las revistas que se había comprado para leer en el avión.
—Dios mío, eres un chico muy irritante conejito. —se quejó SeHun—. Habría sido mejor que no me contaras nada.
—Lo intenté, pero tú insististe. Tú eres el único que tiene la culpa. Así habrás aprendido algo para otra ocasión: la curiosidad puede ser muy peligrosa SeHun. —le dijo JunMyeon con una carcajada.
—Te lo estás pasando bien, ¿verdad? —cuestiono SeHun con mala cara.
—Bueno, sí, se podría decir que la situación me divierte. —murmuro JunMyeon con sarcasmo.
—No tenía ni idea de que pudieras ser tan desagradable. —jugueteo SeHun fingiendo estar ofendido.
—Te lo dije. Ha sido...
—Sí, ha sido culpa mía. Gracias por echar sal a la herida, hace que me sienta mucho mejor conejito. —dijo SeHun sin maldad. Sabía que había caído en su propia trampa.
Habiéndose asegurado de que SeHun no seguiría con el interrogatorio, JunMyeon se concentró en la revista hasta que se le empezaron a cerrar los ojos; si se dormía, el viaje se le haría más corto. Puso el asiento en una posición más cómoda e inmediatamente se quedó dormido.
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Novios por una semana_SEHO
FanfictionOh SeHun es un alto ejecutivo de una cadena de hoteles y Kim JunMyeon su mano derecha. Ambos no se soportan. Por ello, SeHun le pedirá a JunMyeon que finja ser su novio por una semana para asistir a la boda de su hermana, donde por conflictos famili...