Una vez en la habitación, JunMyeon se dirigió al cuarto de baño y se metió en la ducha. Tenía muchas cosas en las que pensar. Su comportamiento con SeHun había sido completamente sincero. Ya era hora de que de que dejara de engañarse a sí mismo. JunMyeon no era una persona fría. Había estado reprimiendo sus sentimientos por miedo a que le hicieran daño. A los dieciocho años, le cegó la necesidad de ser amado y había cometido errores, pero ya no era aquel niño en busca de afecto. Era un hombre adulto que controlaba su vida y que no tenía por qué frenar sus instintos. Había estado a punto de cometer un grave error. Luego de haber aclarado sus sentimientos con Daniel le produjo una increíble sensación de libertad, parecía que podía respirar de nuevo. Tenía que dejar atrás el pasado, no había nada que le impidiera hacer lo que quisiera.
Respiró profundamente y salió de la ducha. Cuando volvió al dormitorio, SeHun salía del vestidor. Estaba descalzo y solo llevaba los pantalones. Ya se había hecho la cama en el sofá como la noche anterior. A JunMyeon le agradó que no diera nada por sentado, pero al mismo tiempo le molestó que SeHun asumiera que la decisión ya estuviera tomada. Como ya le había dicho, todavía no había tomado una decisión.
—¿Te encuentras mejor? —le preguntó SeHun a JunMyeon observando su figura bajo el camisón.
JunMyeon se sintió desnudo, todo su cuerpo se estremeció y sintió cómo se le endurecían los pezones bajo la tela de seda. SeHun percibió su reacción y JunMyeon vio cómo su respiración se aceleraba.
—Sí, me encuentro más limpio, no sé si me encuentro mejor. —le dijo con sinceridad.
—Ya somos dos. Me parece que esa ducha de agua fría no me va a ayudar mucho. ¡Esta va a ser una noche muy larga! —dijo SeHun mientras se dirigía al cuarto de baño.
JunMyeon lo miró. Sabía que también sería una noche muy larga para él mismo. Era una situación ridícula. No había razón por la que no pudieran hacer lo que quisieran. Antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo, JunMyeon deshizo la cama del sofá que SeHun habia armado. Sabía que no se arrepentiría. Se fue hacia la ventana que daba al balcón y se sumergió en el frescor de la noche. Fingía contemplar la vista, pero en realidad estaba pendiente de lo que pasaba en la otra habitación. Oyó cómo se paraba el agua de la ducha y se imaginó que SeHun estaría rodeando su cuerpo con una toalla. SeHun salió del cuarto de baño y su corazón se aceleró por lo que él pudiera pensar al ver los cambios.
—¿JunMyeon? —cuestiono SeHun confundido captando el significado de la escena.
SeHun estaba al lado del sofá, observándolo. Su aspecto era el que JunMyeon se había imaginado. Su pecho ancho y bronceado que contrastaba con la toalla blanca. Era un plato muy suculento y JunMyeon tenía mucha hambre.
—¿Estás seguro de esto? —le preguntó SeHun.
—Claro que sí. —respondió JunMyeon reteniendo la respiración.
SeHun se acercó a JunMyeon y le acarició la cara suavemente. Sus ojos buscaron alguna señal de duda en los de JunMyeon, pero no encontró ninguna.
—Sabes que puedes cambiar de opinión en cualquier momento. —susurro SeHun dándole confianza.
—Llévame a la cama, SeHun. —murmuró JunMyeon con seguridad.
—Que nunca digan que yo le niego nada a un chico tan hermoso como tú. —dijo SeHun llevándolo en sus brazos.
SeHun lo dejó en la cama con una delicadeza infinita y, cuando unos segundos más tarde se unió a JunMyeon, le acarició tan suavemente como si se tratara del cristal más frágil. A JunMyeon le excitaba observar la mano de SeHun a lo largo de su cuerpo y cómo su mirada se volvía más intensa con cada nuevo descubrimiento. Se dio cuenta de que todo lo que había experimentado antes no había sido el verdadero placer. SeHun sabía que hacer el amor no solo consistía en llegar al final lo antes posible.
SeHun le acarició los muslos y JunMyeon tembló al ver que su mano se aproximaba a sus pezones. Le había encendido cada parte del cuerpo y estaba tan excitado que no pudo reprimir un gemido. Deseaba que SeHun le tocara los pezones y dirigió su mano hacia ellos.
—Ya lo sé conejito. —murmuró SeHun mientras movía ligeramente sus pezones.
JunMyeon gimió de placer. Cerró los ojos y sus sensaciones aumentaron al sentir que los labios de SeHun se acercaban a su pecho y su lengua intentaba atravesar la seda de su camisón. JunMyeon extendió una mano hacia su pelo mientras que la otra se deleitaba en la suavidad de su espalda.
SeHun abandonó sus pezones y buscó la dulzura de la boca de JunMyeon. JunMyeon por su parte sentía cómo se liberaba el deseo reprimido en su cuerpo. la lengua de SeHun perseguía a la de JunMyeon de manera enloquecedora y solo la necesidad de aire le permitió apartarse de sus labios.
— Eres tan excitante que no creo que pueda aguantar mucho más. —dijo SeHun apasionadamente.
JunMyeon sentía lo mismo, pero las palabras no le eran suficientes. Su respuesta fue quitarle la toalla que llevaba y lanzarla hacia otro lado. SeHun entendió el mensaje y a su vez le quitó el camisón. Se acercó a JunMyeon y con su vigoroso muslo abrió sus piernas y se acomodó entre ellas. En lo más profundo de su ser JunMyeon sentía cómo su deseo aumentaba cada vez más y se movía inquieto mientras SeHun mantenía la llama con besos y caricias insaciables. Era maravilloso, pero JunMyeon quería más. Lo quería dentro de él, necesitaba sentir cómo SeHun llenaba el vacío que había experimentado durante tanto tiempo. SeHun se movió y dirigió la mano hacia las profundidades que escondían sus deliciosas nalgas adentrándose entre sus calientes paredes anales. El cuerpo de JunMyeon se arqueó hacia SeHun dejándole claro que ya estaba preparado.
SeHun hizo un movimiento hacia delante sacando sus dedos de ese interior caliente y apretado., e introdujo su duro miembro dentro de las nalgas de JunMyeon y JunMyeon emitió un gemido de dolor, no de placer al sentir toda la longitud de SeHun en abriendose paso en su interior. Los dos se quedaron parados. JunMyeon no había estado con nadie desde Kyuhyung y había cierta rigidez en su cuerpo. SeHun levantó la cabeza para mirarlo y, confundido, intentó apartarse. No, eso no era lo que JunMyeon quería e inmediatamente lo atrapó entre sus piernas.
—No, no pares SeHun. —le ordeno JunMyeon con determinación.
—Te he hecho daño. —declaró SeHun con culpabilidad palpable.
—No, no me has hecho daño. No ha sido nada. Por favor, SeHun, te deseo, no pares ahora. —gimoteo JunMyeon necesitado.
SeHun empezó a moverse de nuevo y JunMyeon sentía cómo él se contenía, pero no había necesidad, y se acercó más a SeHun acompasando su ritmo hasta que, con un gemido, SeHun perdió el control y buscó alivio con movimientos más rápidos y profundos. JunMyeon se mantuvo quieto, las uñas se hundían en la espalda de SeHun a medida que las espirales de placer iban alcanzando el clímax que finalmente llegó como una explosión de los sentidos. JunMyeon gritó y su grito fue acompañado por el de SeHun. Una sensación de placer que no había experimentado antes lo mantenía agarrada a SeHun. Parecía como si se hubiera roto en mil pedazos y hubiera vuelto a resurgir.
Cuando JunMyeon volvió a larealidad, estaba exhausto. No tenía energía para moverse y le pesaban los párpados. Lo último que recordó antes de dormirse fue que SeHun lo rodeaba con sus brazos.
*************
Regrese diria que muy bien pero no estoy tan bien. sin embargo, decidi retomar la escritura en parte no dire que actulice con la misma frecuencia que antes. Espero les guste este capitulo y no duden en etiquetarme si hay errores.
ESTÁS LEYENDO
Novios por una semana_SEHO
Hayran KurguOh SeHun es un alto ejecutivo de una cadena de hoteles y Kim JunMyeon su mano derecha. Ambos no se soportan. Por ello, SeHun le pedirá a JunMyeon que finja ser su novio por una semana para asistir a la boda de su hermana, donde por conflictos famili...