- Vale. – asentí – ¡Por favor que nadie se acerque! No le apetece estar rodeado de gente ahora mismo así que si son tan amables de irse a sus casas se lo agradeceríamos mucho. Poco a poco os iremos informando de la situación – grité antes de que nos atacaran a nosotros – Gracias por venir – finalicé sonriendo.
Todos excepto mi madre y Timoteo salieron de la casa.
- Cariño – dijo mi madre indicando que la acompañara. Dudosa mire a Gilbert y después a la mayor.
- Me quedare con él – respondí.
- Esta bien – se despidió, dándonos un beso a cada uno.
- Que lo pases bien – Theo me sonrío pícaro.
- Vete a Francia – le dije empujándole suavemente.
- Solo cuando tú vallas al pueblo Cornmade – se burló.
- ¡Oye! – le grite. Él se rio de mí. - Frances estúpido – dije al cerrar la puerta.
Gilbert mostro una sonrisa triste.
- Te voy a contar un cuento – dije de la nada.
- ¿Qué? – pregunto el chico.
- Un cuento, mi tío abuelo Asier siempre me lo contaba. Es corto, pero muy bonito.
- Esta bien – accedió.
- Había una vez un abuelo con su nieto:
>>Un día el nieto fue a casa de su abuelo para visitarle. Su nieto trato de despertarle de todas las maneras posibles, hasta que se rendió. El niño volvió a su casa y su padre pregunto "¿Qué haces aquí tan pronto?" a lo que su hijo respondió "El abuelo esta dormido. Trate de despertar lo pero no puedo" los padres se miraron, temiendo lo peor.
>>Toda la familia se fue a la casa de su abuelo. Los padres fueron directamente a la habitación en la que se hallaba el cuerpo del abuelo. Al verle pudieron confirmar sus sospechas: él había muerto.
>>Desde ese día su hijo salía al jardín todas las noches y le hablaba a las estrellas. Un día su madre le pregunto "¿A quién le hablas hijo?". El niño le respondió "Al abuelo, está ahí ¿Le ves?" señalo una estrella que brillaba intensamente. "Si le veo" respondió su madre, tumbándose al lado del niño. "El abuelo me conto que cuando fallecíamos nos convertíamos en estrellas así que ahora en vez de visitarle por el día lo hago por la noche" – finalice.
- ¿Cuál es la moraleja? – pregunto Gilbert curioso.
- Que las personas nunca se irán, solo estarán ahí de otra forma.
- En forma de estrella.
- Asier siempre me decía que una persona nunca muere, sino que su alma se transformaba en una estrella para que pudieran brillar como nunca pudieron brillar en la tierra.
Agarre a Gilbert de la muñeca y me lo lleve a afuera.
- Mira al cielo – le ordene – ¿Ves esa estrella de allí que brilla tanto?
- Si – respondió.
- Ese es tu padre, esa estrella no estaba ayer.
El me miro y me sonrió.
- ¿Ves esa de allá? Es mi tío abuelo. ¿Y la que está a su lado? Es el señor de la historia, el abuelo de Asier.
- ¿Qué?
- La primera vez que me conto esa historia me dijo que aquel niño que le hablaba a las estrellas era él. Y ahora que él no está yo lo hago en su lugar – hice un momento de silencio antes de seguir – Puede que no le puedas contar las cosas a tu padre como antes, pero puedes seguir hablando con él.
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Épocas adelantada [Anne with an e]
FanfictionCasiopea es una joven de 13 años que se mudo a Alvoldea, en la Isla del Príncipe Eduardo, junto a su madre, Claudia. Se mudaron allí después de la muerte de su tío abuelo Asier, con el que vivieron por tres años tras el fallecimiento de su padre alc...