Épocas adelantada [Anne with an e]

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- ¿He estado durmiendo un día entero? – pregunte muy sorprendida.

En mi vida había dormido tanto.

- Creo que iré a ver a Anne.

- Primero desayuna algo – ordeno mi madre.

Asentí. Ella se marchó de la habitación para dejar que me vistiera tranquila.

Me puse un vestido naranja claro y blanco, con un corse poco marcado y con mangas abullonadas. Diseño de señorita.

Desayune una tostada y una manzana verde.

- Anne – dije entrando a la casa de la pelirroja.

- Cassie – dijo esta, muy excitada.

- ¿Qué tal por Charlotte Town?

- Muy bien. A excepción de que a Jerry le robaron el dinero del caballo – me informo.

- ¿Está bien? – pregunte preocupada.

- Tiene algunos golpes pero está bien. ¿Sabes a quien me encontré?

- A quien.

- A Gilbert.

Me tense de pies a cabeza al oír su nombre.

- El... El ¿está aquí, en Charlotte Town? – dije en muy bajo.

- Si... Estáw trabajando en los muelles.

- Perdón Anne pero tengo que irme. Vendré más tarde para que me sigas contando que tal.

- Vale – dijo dudosa.

Salí de la casa y fui a casa.

- ¡Mamá! – la llame al entrar a casa – Tengo que ir a Charlotte Town.

- Si vas con Theo.

- Vale – acepte su condición.

- Coge dinero para el tren y saluda a Gilbert de mi parte.

- ¿Cómo sabes que voy por él?

- Theo me dijo que estaba allí, se lo había contado Jerry.

- Le saludare – sonreí a mi madre.

Fui a buscar a Theo y ambos nos dirigimos a la estación.

- ¿Y bien, que le dirás a Gilbert? – pregunto el moreno, iniciando un interrogatorio.

- Pues... no lo sé, no lo había pensado.

- ¿No tienes un plan?

- Si.

- ¿Cuál es? – siguió interrogando.

- Ir al puerto y hablar con él.

- ¿Pero no sabes lo que le vas a decir? – recalco.

- No. Bueno, supongo que improvisare sobre la marcha.

- ¿O sea que tu plan es no tener plan?

- Si más o menos.

- Esta bien.

[...]

Por fin llegamos a Charlotte Town. Bajamos del tren y nos dirigimos rápidamente al puerto.

Al llegar, me quede quieta procesando lo que estaba por hacer. Hasta que le vi y reaccioné.

- Espera aquí – le dije a Theo, el asintió.

Me acerque un poco más a donde se encontraba el pelinegro.

- ¡Gilbert Blythe! – grite para llamar su atención.

Él se giró hacia mí y dibujo una sonrisa en su rostro.