Épocas adelantada [Anne with an e]

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- Ruby, déjalo estar – intervino la pelinegra.

- No es la primera vez que me quedo a dormir en su casa, no entiendo porque te pones así – dije molesta.

- Porque siempre estas con él. Me dijiste que me ayudarías a que le gustase y apenas me ha dirigido la palabra.

- No puedo obligar a alguien a que sienta algo que no quiere – me defendí.

Silencio. Ambas nos mirábamos y Diana estaba en el medio, siguiendo nuestra conversación perfectamente.

- Además, a él le gusta Anne – rompí el silencio.

- ¿Espera que? – dijo Diana.

- No me lo ha dicho directamente, pero la mira de cierta manera... a las demás no nos mira así.

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Llegué a casa y fui derecha a la sala de costura. No me podía creer que Ruby se enfadara conmigo por decirle la verdad.

Cogí un rollo tela y agarré una hoja con uno de mis diseños y empecé a llevarlo a cabo. Mientras cosía Theo entro a la sala.

- ¿Estas bien? – fue lo primero que dijo.

Levante la cabeza y chocamos las miradas. Cuando el vio mi rostro cambio su semblante.

- ¿Qué te pasa come libros? – pregunto acercándose más a mí.

- Ruby me odia – dije.

- ¿Qué? ¿Por qué? – pregunto confuso.

- Se piensa que le quiero quitar a Gilbert y cuando le dije que a el le gustaba Anne se enfadó más.

- ¿Cómo lo dijiste?

- A él le gusta Anne.

- Ya hemos hablado de tener más tacto con las personas.

- Pero es que estaba enfadada – espete.

- Cuéntame todo, desde el principio – pidió.

Yo le explique con todo detalle – a petición de él – lo que paso desde que ellos se fueron a casa.

- ¿Entonces has pasado la noche con él?

- Si.

- En su casa.

Yo lo mire.

- No, en casa de la señora Lynde – dije sarcástica.

- Y él estaba débil y triste, y necesitaba el apoyo y el cariño de otro ser humano.

- Si – pensé en lo que el chico acababa de decir – Espera ¿Qué?

- Y tú como buena persona que eres le diste tu amor y compañía.

- Theo te estas desvi... - me interrumpió.

- Y después de estar hablando de cosas de parejas os fuisteis a dormir, pero obviamente dormisteis en la misma habitación y abrazaditos. Al despertaros os quedasteis mirándoos como dos tontos enamorados y tú, como la impulsiva que eres le besaste. Espera... ¡¿Le besaste y no me has dicho nada?!

- Te acabo de contar la historia y ahora mismo la acabas de trastornar muchísimo.

- ¿Sabes a quien no le contaste la historia? A Ruby. A lo mejor ella se imagino todo eso por que no le has contado la historia como a mí – explico – Ya sabes que Ruby es muy sentimental. Cuando se calmen las cosas yo iría a hablar con ella y a explicárselo como es debido – me aconsejo.

- Ella no querrá hablar conmigo.