Capítulo 26

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No podía creer lo que acababa de leer, ¿cómo era posible que Lorena estuviera esperando un bebé de mi papá? No le esperaba nada bueno, mi padre es un ser repugnante que no tiene compasión por nada ni nadie, mucho menos por otro bebé. Por otro lado, sentía un gran alivio al saber que Derek estaba vivo y que mi papá no le había hecho daño, ¿sabrá que estoy bien? Necesito verlo pronto! Necesito abrazarlo, besarle y que esta pesadilla termine de una vez por todas.

Tocaron la puerta de mi cuarto, y luego de eso fue abierta, era Estela.

- ¿sabes la nueva noticia? la que decía ser tu amiga esta esperando un bebé de tu papá -- tenía que actuar sorprendida, como si no supiera nada para que Estela no se diera cuenta del papel que tenía conmigo.

- ¿Lorena? 

- si, la misma que viste y calza, ya va a ser la gran señora de tu papá, cómo lo era ...

- no te atrevas a mencionar a mi mamá -- le dije molesta.

- esta bien, solo que hay un pequeño detalle, si el bebé que esta esperando Lorena sale niña, tiene que abortarlo, y si sale niño, no tendrá que volver a trabajar en su puta vida

- ¿porque dices eso?

- palabras de tu padre niña, él mismo admite que no quiere más mujeres en su vida

- no puedo creer lo asqueroso que es ese señor

- lamentablemente ese señor es tu padre querida -- cuanto daría por que ese señor no fuera mi padre, que todo esto fuera una pesadilla y que mi mamá aún siguiera con vida -- tengo que irme, si tu padre sabe que estoy aquí diciéndote esto me mata -- se dio la vuelta y ya iba de salida -- ah, no le digas a nadie sobre esto querida

- esta bien -- Estela cerró la puerta por lo que corrí a romper el papel que me había dejado Christopher para no dejar ninguna evidencia de que Lorena me dijo todo. 


Carlos:

Desde que Lorena me dijo que estaba esperando un bebé mío, sentía que estaba perdiendo las fuerzas, estaba desesperado, necesitaba que el tiempo pasará de inmediato y saber el sexo del bebé. A la misma ve me encontraba un poco emocionado, la realidad es que sentía algo por Lorena que nunca antes había sentido por una mujer, ni siquiera por la mamá de Allison. La realidad es que mi niñez fue una mierda, mi padre era el dueño del prostíbulo, mi madre era la gran señora, la misma aprovechaba cuando mi padre se iba para revolcarse con cuanto hombre se parará frente a ella, hasta el día que la descubrí, me dio una paliza y me dijo que no me atreviera a decirle nada a mi padre porque si no me mataría con sus propias manos, un niño de apenas 8 años, desde ese día comencé a odiar a las mujeres, mi mamá me daba asco. Mi padre la amaba y le daba todo lo que ella le pedía, desde el carro más lujoso hasta la prenda más costosa, nunca se enteró de la infidelidad de mi madre, nunca tuve el valor de decirle la verdad, el día que falleció me hizo prometerle que me haría cargo de su negocio y que el mismo seguiría de generación en generación. El día siguiente de la muerte de mi padre, mi madre recogió sus cosas y se fue a vivir con su último amante, dejándome solo en la casa, con tan solo 17 años. Me la pasaba tomando todo el día, me iba para el prostíbulo y tenía sexo con cuanta chica se me paraba al frente. Hasta el día que llegó Clara al prostíbulo, una chica de buen cuerpo, cabello largo, ojos claros, se encontraba tímida, me la llevaron para que la conociera y tenía miedo, me miraba asustada y con los ojos llorozos.

- bienvenida a tu nuevo hogar, serás una de las más solicitadas, eres hermosa -- la realidad es que era hermosa, pero no sentía nada por ella, ni siquiera un poco de compasión. 

En su primera noche, causó sensación, todos obsesionados con ella, era virgen, no había estado con nadie anteriormente, por lo que decidí ser yo su primer hombre. La llevaron a mi habitación, me encontraba sentado en el sofá, ella se dio la vuelta y comenzó a golpear la puerta gritando que alguien la ayudará.

- vas a perder la voz cariño, nadie te va a ayudar, y menos si soy yo quién te va a quitar la virginidad

- no me hagas daño, te lo ruego, déjame libre, no diré nada

- no puedo, eres la sensación de mi negocio, no te puedo dejar ir y mucho menos con la belleza que eres

- hago lo que quieras, pero no me hagas daño por favor 

- quiero que te acerques, te pongas de rodillas, y comiences a hacer tu trabajo -- le señale mi miembro y le hice señas con la mano para que se acercará.

- nunca he hecho nada de esto

- yo te voy a enseñar -- se arrodilló temblando, quité el seguro de mi pantalón y lo bajé dejando mi miembro por fuera, ella me miraba asustada, y yo solo sentía placer -- baja ahora -- bajó y colocó mi miembro en su boca, fui diciéndole lo que tenía que hacer, agarré su cabeza y la empujaba para que mi miembro se fuera más adentro, le daba orcadas hasta que terminé viniéndome en su boca. Me puse de pie, la agarré por la cintura, la llevé hasta la cama y la hice mía. 

Clara se convirtió en una obseción para mí, la necesitaba conmigo todas las noches, ya ella no lloraba, le gustaba estar conmigo, eso podía sentir.

- Carlos -- nos encontrabamos acostados en la cama, ella se encontraba encima de mi pecho.

- dime 

- ¿te puedo decir algo?

- si

- ¿te gusto?

- ¿porque dices?

- porque todas las noches tienes sexo conmigo, no dejas que nadie más este conmigo, a diferencia de las otras chicas

- no preguntes, eso no te importa

- necesito una respuesta, yo... -- se quedó callada.

- ¿que ibas a decir?

- yo estoy sintiendo algo por ti, no sé ni como decirlo

- no deberías, por mi culpa estas aquí, por mi culpa perdiste tu libertad y tu virginidad

- pero agradezco que no me has puesto a tener sexo con nadie más, siento que a pesar de todo te debo mucho -- se puso de rodillas, sacó la sábana y comenzó a lamer mi miembro -- ¿te gusta? 

- mierda! -- solté un leve gemido 

- como aquella noche, puedo hacer lo que me pidas


Semanas después: 

- Carlos -- era Edgar -- la chica que siempre esta contigo, algo le pasa, se desmayó, tenemos que llevarla a un hospital

- mierda -- salí corriendo hacia la habitación de Clara -- busquen un auto, tenemos que llevarla al hospital.

La llevamos de inmediato al hospital, estaba un poco asustado, la realidad es que esta chica si me importaba, y demasiado.

- familiares de la joven Clara 

- yo Doctor, ¿que le sucedió?

- ¿cual es su parentezco?

- soy su .... -- no podía decir su dueño, el que la prostituye -- soy su novio, ¿que le sucede?

- felicidades, la joven Clara tiene 5 semanas de embarazo -- no podía ser cierto! 

Prostíbulo de PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora