Capítulo 29

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Derek:
Necesitaba comprar un boleto de avión cuanto antes, tenía que salvar a Allison, no era justo que estuviera pasando por todo esto, ya era hora de que dejará de sufrir, no podía creer el tipo de persona que era Carlos, nunca fue sincero, le mintió a Lorena, lo más seguro ella esta feliz porque piensa que por fin Allison esta libre. Conseguí un boleto de avión, salía en 2 horas, por lo que procedí a dejar a Estela en el hotel y arranqué para el aeropuerto, no llevaba ningún tipo de accesorio, solo mis documentos importantes y mi celular. Me monté en el avión y en 15 minutos comenzó a salir del aeropuerto, tenía muchos sentimientos encontrados, tenía miedo, estaba llorando, no podía aguantar nada más, necesitaba salvarla.

- maldita sea! — me saqué un grito en el avión seguido a un puño en el asiento, la azafata se acercó a mí para saber si sucedía algo — necesito que este avión llegué de una vez al aeropuerto! La vida de la mujer que amó depende de este vuelo — la azafata no entendía, por lo que me pidió que fuera a hablar con ella y su compañera en la cabina, le expliqué lo que sucedía y ellas se volvieron como locas, una de ellas fue hacia la cabina del piloto a comentarle, para ver si él podía comunicarse con el aeropuerto e informar lo que estaba a punto de suceder.

Allison:
Estaba acabando de llegar al aeropuerto, el vuelo había sido uno tranquilo, el avión no se encontraba lleno. Comencé a caminar para ir en busca de mis maletas, la realidad es que me sentía preocupada, no podía creer que mi padre me había dejado en libertad así de fácil, sentía como si me estuviese jugando una trampa. Sentí un escalofrío correr por mi cuerpo. Uno de los policías del aeropuerto se acercó a mí.

- disculpe, ¿cuál es su nombre?

 - ¿a que se debe esa pregunta?

- ¿usted es Allison? — no sabía que contestarle — la he encontrado — dijo por su walkie talkie, me puse muy nerviosa y comencé a caminar un poco apresurada — espere, no se vaya, tengo ordenes de llevarla a un lugar seguro.

- ¿quién te envió? ¿Eres uno de sus hombres?

- necesito que este tranquila, venga conmigo y le explicó, te están observando — me señaló disimuladamente hacia afuera, donde se encontraban dos hombres de negro bien vestidos, asentí y me fui con él.

Llegamos a la oficina del aeropuerto, le puso seguro a la puerta y se sentó quedando de frente a mí.

- una persona esta muy preocupado por usted, esta en un avión de camino para acá a buscarla 

- ¿quién es esa persona?

- es un hombre, creo que se llama.. Derek — no lo podía creer — dice que tiene que salvarla, que le han hecho una trampa y no puede salir del aeropuerto hasta que él llegué — no lo podía creer, Derek estaba de camino a buscarme, mi padre es un ser repugnante.

- ¿estas hablando enserio? ¿No eres un hombre de mi padre?

- no señorita, no sé de que esta hablando, solo soy el policía del aeropuerto, este es mi trabajo

- ¿conoces a un policía de Colombia que sea seguro? ¿Que pueda contarle algo muy fuerte y que me pueda ayudar?

- si señorita, conozco a un policía que no se vende por nada, uno de los buenos, tan pronto llegué el joven Derek y mis compañeros para sacar a esos hombres que están afuera esperando por ti, los llevo al cuartel para que hablen con el Sargento Juan — sentía un poco de alivio, necesitaba vengarme de mi papá, y este era mi momento, así fuera lo último que hiciera.

Pasaron 2 horas, me encontraba sumamente nerviosa, aún me encontraba en la oficina de seguridad del aeropuerto, todavía Derek no había llegado, y si este policía no me estaba diciendo la verdad, ¿será hombre de mi padre? Muchas dudas corrían por mi mente, tenía mucho miedo, necesitaba que esa puerta se abriera y fuera Derek. El walkie talkie del policía sonó.

- perfecto, traigalo a la oficina, no puedo dejar a la joven sola 

- ¿llegó Derek?

- es correcto señorita, pero no puedo dejarla sola en la oficina para buscarlo, los hombres que están afuera están pendientes de todo, se ven un poco cabreados

- tengo mucho miedo

- no se preocupe, el Sargento Juan ya viene de camino también


Tocaron la puerta de la oficina dos veces, el policía tragó saliva, tomó su pistola en mano y procedió a abrir la puerta. Mis ojos no lo podían creer, realmente era Derek, Derek estaba justo en la puerta observándome fijamente, el policía cerró la puerta y Derek corrió hacia mí.

- Ali! ¿estas bien? -- me abrazó fuertemente, los dos comenzamos a llorar, Derek tomó mi barbilla, acomodó mi cabello y me besó -- tenemos que irnos cuanto antes, estamos en peligro Allison

- tenemos que esperar al Sargento Juan, nos va a ayudar

- ya viene de camino joven, junto con los refuerzos, para poder sacar a esos dos hombres y llevarlos a ustedes a un lugar seguro 

- gracias por todo, la azafata se tomó el tiempo para comunicarse con ustedes y que pudieran proteger a Allison, no sé como se lo voy a pagar

- no hay de que, todavía existimos gente buena en este mundo 


Pasaron veinte minutos y entró un hombre vestido de policía, la placa decía Sargento Juan, entró juntó con cuatro policías, hablaron con el policía del aeropuerto y todos salieron a sacar a los dos hombres que me estaban esperando, volvieron a la oficina y el sargento se sentó frente a nosotros.

- mi nombre es Juan, soy el sargento, William me dijo que ustedes necesitaban hablar conmigo, pero antes, tenemos que sacarlos de aquí, esos hombres que estaban afuera no son nada amigables y dijeron que esto no se iba a quedar así, es cuestión de minutos para que esto se convierta en un campo de guerras así que tenemos que irnos ya.

Los policías nos escortaron hasta su camioneta, nos montamos y comenzaron a conducir. Derek no paraba de abrazarme y me decía que todo iba a estar bien. Me sentía protegida en sus brazos, no podía creer que estaba a punto de terminar con el infierno que he vivido durante todo este tiempo.

Nos llevaron a un hotel y nos dejaron en una suite, nos dijeron que había alguien que necesitaba hablar con nosotros y que era de suma importancia. Pasó media hora cuando la puerta de la suite fue abierta, venía el sargento junto con dos mujeres, no podía creer lo que mis ojos estaban viendo, esas dos mujeres eran Estela y Lorena!

Prostíbulo de PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora