Entrelazados (Isabela x Male Oc)

Capítulo 1: Comienzos

Todo comenzó hace unos 30 años, en un pequeño pueblo escondido entre las grandes montañas de Colombia, el Encanto. En el vivía un joven músico, llamado Gonzalo Hernández junto a su abuela la señora Luciana, ya que los padres del antes mencionado habían fallecido cuando él era un niño, el día del nacimiento del Encanto.

El pequeño se había criado prácticamente con los trillizos Madrigal: Julieta, Pepa y Bruno, con los que entabló una gran amistad desde muy temprana edad.

Los cuatro crecieron juntos, pero al cumplir los 20 años Gonzalo se marcharía a la gran ciudad, con el objetivo de cumplir su sueño de convertirse en uno de los mejores músicos de toda Colombia. Sin embargo ese sueño desapareció el día que conoció a María Cortez, una joven viajera, de origen español, con la que se encontró durante un festival de música.

Ambos se enamoraron el uno del otro, desde el primer momento en que se vieron. No pasaría mucho tiempo hasta que ambos comenzaran una relación juntos. 2 años después se casaron y se establecieron cerca del Encanto, donde no tardaron en obtener un trabajo, muy bien pagado.

La pareja tenía todo lo que deseaba: un buen trabajo, una casa y una vida feliz, Qué más podrían desear? Pronto recibieron una noticia que les dejó atónitos... Estaban esperando a su primer hijo. Ahora si que no podían ser más felices.

Eventualmente se mudarían a España, con la familia de María, que les ayudaría a cuidar del bebé y de María. Los meses pasaron lentos para todos, que esperaban impacientes la llegadas del nuevo miembro de la familia. La espera se alargaría un poco más de lo esperado hasta que por fin un 23 de julio un nuevo integrante se incorporaría a sus vidas, el pequeño Diego Hernández Cortez, un hermoso niño de cabello castaño claro y ojos pardos, del que sus padres se enamoraron perdidamente.

Pasaron los años para nuestro pequeño protagonista. Diego resultó ser un niño dotado de una gran inteligencia y un inmenso talento para todo tipo de actividades como: aprender idiomas, tocar un instrumento, practicar deportes... Era un niño prodigio.

Sin embargo la vida no es siempre color de rosa y es que Diego, era discriminado por el resto de estudiantes de menores calificaciones, por suerte para él, no estaba solo, nunca lo estuvo ya que afortunadamente tuvo quién le supo valorar, tal y como era realmente. Por otra parte sus profesores infravaloraban el enorme talento del niño y no se cansaban de repetir una y otra vez que era un niño muy distraído, algo que aparentemente no se reflejaba en sus calificaciones.

A partir de entonces pasó a estudiar en casa, donde contó con los mejores profesores, que lo comprendían y lo animaban.

Ya con 8 años su vida daría un giro completo, pues sus padres decidieron volver al Encanto, para cuidar de su bisabuela, que había enfermado recientemente. No sabia que su vida cambiaría para mejor, a partir de ese día.

Al otro del océano en Encanto las cosas habían cambiado drásticamente. Ahora Alma Madrigal era la matriarca del pueblo y junto a sus hijos ayudaban al pueblo a prosperar.

Julieta y Pepa ahora estaban felizmente casadas con Agustín y Félix y ambas habían tenido hijos. Pepa y Félix tuvieron a la pequeña Dolores y Julieta y Agustín tuvieron a la preciosa y perfecta Isabela, la mayor de los nietos Madrigal. Ambas niñas contaban con 4 años por ese entonces.

Mientras Isabela vivia presionada por su abuela para ser perfecta en todo lo que hiciese, a pesar de su corta edad, Dolores vivía a la sombra de su prima mayor, haciendo que fuera despreciada por su abuela, lo que la sumía en una profunda tristeza.

Ambas niñas sufrían en silencio, sin saber que pronto alguien nuevo llegaría a sus vidas, para cambiarlas al completo