Dos semanas después
Los días fueron pasando con normalidad y una vez recuperado, nuestro protagonista decidió comenzar a trabajar en el pueblo, para aligerar el trabajo de los Madrigal. Ya que ellos le habían ayudado cuando más lo necesitaba, se veía en la obligación de devolverles el favor, fue gracias a ellos que sigue vivo y no pudriéndose en una celda o puede que incluso algo peor.
Gracias a sus amplios conocimientos en todo tipo de materias, no tardó en obtener varios trabajos, desde cuidado de niños hasta construcción; pasando por ayudante de cocina, transportador de mercancía o pintor. Este simple gesto facilitó mucho más la vida de los Madrigal, permitiéndoles tener más tiempo libre, además que le permitió a Diego ganarse la confianza de la gente del pueblo.
Aquel día nuestra conocida familia tenía muchas labores que realizar, por lo que se retiraron más temprano de lo habitual. Mientras tanto Diego ayudaba en lo que podía y a su vez Miguel y Valentina procuraban aligerar el trabajo, aunque Miguel no resultaba de mucha ayuda.
POV Diego
Desde hace unos días comencé a ayudar a los Madrigal en sus tareas. Hago lo que puedo aunque obvio no se puede comparar con el magnífico trabajo de la familia.
Me levanté con normalidad y cuando bajé no encontré a nadie. Según la nota que dejaron, se vieron obligados a salir antes debido a unos problemas en el pueblo y que tal vez llegarían muy tarde a casa.
Como todos los días fui con Mirabel y Toñito de paseo por el pueblo. Al llegar a la plaza nos separamos y comencé mi jornada.
Caminé unas calles más arriba, mientras saludaba a los pueblerinos, y ayudaba a algunos de ellos.
Diego: hola Señora Rosa, como están usted y su marido? Por lo que me contaron, se partió espalda mientras cargaba unas cajas
Señora Rosa: hola mijo, has oído bien. Mira que le dije que no lo hiciera, este marido mío es tan terco... Por eso es que le amo. Sabes el amor es tan impredecible, aveces te junta con quién menos esperas, pero con el tiempo te das cuenta que eso es lo que más necesitas.
Diego: con que fue así como conoció a su marido... Desde luego es algo digno de contarle a sus nietos
Señora Rosa: para eso todavía queda, pero si te interesa mi oferta sigue en pie, qué dices mijo?
Diego: aunque no descarto la idea de casarme con su hija menor, creo que quiero intentar encontrar el amor por mi cuenta. Pero no rechazo la oferta
Señora Rosa: comprendo... Tu corazón tiene ya dueña, verdad? No te preocupes, debe ser una joven muy especial para ti
Diego: y que lo diga es hermosa, inteligente, amable, divertida, empática... Podría pasar horas diciendo todas las cosas buenas que tiene y no terminaría
Señora Rosa: me alegro mucho por ti hijo. Cuídala bien seguro que merece la pena
Diego: tiene usted mucha razón... Ahora deje que lleve esas cestas. Tienen pinta de ser pesadas y a no ser que esté el señor Osvaldo por aquí, prefiero acompañarle hasta su casa con las cestas, no me gustaría que tuviera un percance como su marido
Señora Rosa: seguro chico? Seguro tienes mucho trabajo y no quiero que hagas esperar a nadie. Aunque no lo parezca sigo siendo joven y fuerte, podré cargar con esto hasta casa, ya lo hacía antes de que tú nacieses
Diego: insisto el trabajo puede esperar. No sea cabezota y déjeme ayudarle, acabaremos antes
La señora Rosa acabó cediendo a mi ayuda, así que no tardé en cargar las cestas y seguidamente caminamos hacia su casa. Menos mal que insistí en ayudarla porque estas cestas parece que llevan piedras.
ESTÁS LEYENDO
Entrelazados (Isabela x Male Oc)
Ngẫu nhiênEra tan grande su amistad, que jamás pensaron que el destino tenía otros planes para ambos. - Isabela x Male Oc. - Excepto el protagonista y su familia y amigos, los demás personajes no son de mi propiedad. - No sé seguro si habrá algún tipo de cont...