Capítulo 8: Tragedia

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POV Narrador

Al fin llegó el día en que Mirabel recibiría el don. La familia estaba ansiosa por conocer cuál sería el don de la pequeña, aunque por parte de Julieta y Agustín estaban algo preocupados por su hija. Eran conscientes de la situación de sus otras dos hijas y temían que a su pequeña Mirabel le pudiese ocurrir lo mismo que a Isabela.

Los Hernández ayudaban lo que podían en cuanto a la preparación de la fiesta, todos menos la menor de la familia, que trataba de tranquilizar a su amiga en la guardería. Algunos de los Madrigal trataron de ayudar, como Isabela o Camilo a los que más tarde se unieron Luisa y Dolores, todos sin éxito alguno.

Los Hernández eran su último recurso, el resto de su familia estaba preparando todo. Primero fue Laurita quien era de una edad más cercana a la de Mirabel y aunque logró animarla por momentos, no fue suficiente.

Sólo quedaba el mayor que se dirigió a la guardería sin replicar. Llegó y se encontró a la pequeña temblando y al borde del llanto. En ese momento de debilidad sintió como una sensación de calidez que la envolvía lentamente.
Mirabel se sentía protegida por el abrazo de Diego, quien se volvió un hermano para ella. Al rato se separaron del abrazo y caminaron juntos hacia el patio de la casa.

Una vez llegaron Mirabel fue rodeada por el resto del grupo, todos intentaron mostrarle su apoyo durante estes momentos de nerviosismo. Diego sonreía enternecido ante la emotiva escena, hasta que nota como una mano ajena, le jala del brazo uniéndose al abrazo.

Al rato llegó Julieta, que venía a buscar a Mirabel para prepararla para su ceremonia. Mientras tanto los menores de los Madrigal, pudieron disfrutar de algo de tiempo libre, ya que habían terminado sus tareas.

Isabela y Diego decidieron dar un paseo por el pueblo mientras la fiesta no comenzaba. Los jóvenes charlaban alegremente por la plaza, hasta que escucharon una voz molesta y chirriante, que lamentablemente conocían.

Se trataba de Nicolás que venía acompañado de Mateo, Álvaro y como no Mariano.

Álvaro: pero que tenemos aquí... Si es nuestro querido Diego *dijo en tono burlón*

Mateo: sin duda es él, quien no reconocería a esa sucia rata de alcantarilla

Álvaro: era una pregunta retórica, imbécil

Nicolás: que tierno *sarcástico* parece que nuestro "amigo" trae acompañante

Mateo: Mariano ándate con ojo o te robará a tu princesa

Mariano: conozco a mi Isabela y no está tan loca como para estar con alguien así *dice serio*

Isabela: no necesito un portavoz Mariano *enfada*

Diego:... Vámonos *dice con un semblante triste

La pareja se aleja de la zona rápidamente.

Álvaro: que mal genio... Si fuera tú compadre, le demostraría quien manda, al fin de cuentas dentro de unos años será tu esposa.

Mateo: tienes mucha suerte amigo, en sólo unos años tendrás a la chica más codiciada de todo el pueblo a tu disposición... Que envidia, espero que la compartas.

Álvaro: sin duda entre los amigos se comparte, además tú podrás disfrutar de ella siempre que quieras y... Si te cansas de ella, dejanosla a nosotros.

Mariano los agarró de la camisa y los levantó del suelo.

Mariano: más os vale no volver a hablar así de Isabela, no me gustaría tener que decírselo todo a su abuela.

Nicolás: tranquilo parcero, no merece la pena malgastar saliva con eses dos. Aunque tienes que admitir que tienen algo de razón.

Mariano: lo sé... Pero no es así como yo la veo

Entrelazados (Isabela x Male Oc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora