Tres años después...
°Brooklynn°
La brisa suave del clima golpea mi rostro trayéndome una sensación de tranquilidad, al menos toda la tranquilidad que puedo tener aún a pesar de tantas cosas.
Me pongo mi sweater blanco y después de tomar mi taza de café de la mesita de noche me animo a asomarme al balcón de mi habitación donde me siento lo más cómoda posible y de esta manera poder apreciar el hermoso paisaje frente a mí que si bien no tiene nada de mágico, pero que después de toda mi vida de ver los rascacielos de New York los de Zúrich parecen de otro mundo.
Hoy es uno más de esos espectaculares días donde no hace el suficiente calor como para andar en short y sin abrigo, pero si el suficiente frío como para una taza de café.
—¡Mamá! —Escucho gritar justo cuando comienzo a relajarme—.
Pero sin dudarlo un momento me pongo de pie dejando la taza de café en su lugar anterior y saliendo a atender ese grito al parecer urgente.
—¿Qué te pasa, corazón? —Pregunto en cuanto cruzo la puerta—.
Aunque no ocupo muchas explicaciones cuando me encuentro con Tyler sentado en el suelo intentando ponerle los zapatos al pequeño desastre que es Ari.
—Me rindo Brooke, esta niña no entiende razones. —Se queja mi amigo—.
—No quiero usar zapatos.
—Pero si solo son tus pantuflas para que puedas bajar a desayunar.
—Pero tu no la sabes poner, tío Ty. —Le hace un pequeño puchero que me hace sonreír—. ¿Cómo puedes saber poner unas pantuflas cuando traes la playera al revés?
Y efectivamente cuando le pongo más atención compruebo que lo que dice Ari es cierto. Tyler trae la playera al revés y con la etiqueta de fuera.
—Es todo, me rindo, contigo no se puede lidiar, Ariadna. —Se molesta de broma mi amigo haciéndose el digno—.
—¿Pero yo que hice? —Se queja la pequeña de tres años dejando ver de nuevo su puchero—.
—Y no me hagas dramas, Ariadna, recuerda que esos solo son para el tío Braiden que te quiere más.
—¿Entonces tu no me quieres, tío Ty?
—Te adoro, pero justo ahora estoy sin comentarios.
Y como el dramático que es sale de la habitación en una salida demasiado triunfal y teatral incluso para tratarse de él, sobre todo si nos ponemos a pensar que su enojo fue a causa de una niña de tres años.
—¿Hice algo malo? —Me pregunta con esa ternura hermosa en su mirada—.
—Tu no hiciste nada, mi amor, lo que pasa es que el tío Tyler no esta acostumbrado a levantarse temprano.
—¿Y por eso se pone la playera al revés?
—Supongo que sí. —Me encojo de hombros y me agacho a ponerle sus pantuflas—.
Conmigo no pone queja alguna, lo que me satisface mucho.
Tomo dos broches de la mesita de noche y los coloco en el rizado cabello de Ari para así asegurarme que no se lo embarra con miel para wafles ahora que se los prepare.
—Por cierto, ¿Dónde esta tu mamá, Ari? —Le pregunto mirando las esmeraldas que tiene por ojos—.
—Su mamá salió a correr pero ya esta aquí. —Me responde Jade apareciendo en la habitación con aire agitado—. Se supone que dormirías un par de horas más, mi niña.
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Cuestion de Amarte
RomanceSegunda parte de "Cuestión de Tiempo". El tiempo lo cura todo, ¿Pero incluso a dos personas que dicen odiarse mientras se aman con toda el alma? -Enamorarme de ti fue uno de los errores más grandes que pude cometer, porque no me puse límites, no lo...