CAPITULO 3

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°Brooklynn°

Entro en el enorme edificio que se ha convertido ya en una joya empresarial en Zúrich y una parte humilde de mi odia atribuirse el crédito, pero como la parte egocéntrica es mucho mayor me lo atribuyo por completo.

Desde que me establecí aquí, luego de lo sucedido con mi embarazo requería mantener la mente ocupada en cosas que no fueran lo que paso por lo que me sumergí de lleno en el trabajo y mejores resultados de eso no pude obtener.

Gracias a eso contamos con ganancias que doblan las de antes de mi llegada, nuestro socios han aumentado en un cincuenta y cinco por ciento y hay una larga lista que busca sumarse además de que me he ganado una reputación de tiburón empresarial que me encanta.

Me encanta que me teman, que sientan que verme llegar es como ver entrar a Lilith, puede sonar sádico, pero eso también mi esfuerzo me ha costado así que ahora lo disfruto sin pensarlo, aunque obviamente solo hago uso de esa reputación y el comportamiento que me llevo a tenerla si es necesario.

Cuando llegue aquí los empresarios mayores y de más tiempo aquí en Empresas Cowen me veían tan solo como una broma, me subestimaban de una forma horrible y prácticamente querían que fuera solo quien les sirviera el café a pesar de que mi puesto estaba más arriba que el suyo, pero ya había tenido demasiado con que lidiar como para lidiar también con ellos, así que no me quedo de otra más que sacar el lado Merla y ponerlos en su lugar.

Les hice saber quién mandaba aquí humillándolos en muchas ocasiones dejando ver lo incompetentes que eran a mi lado. Los castigue admito que abusando un poco de mi poder, pero después de eso aprendieron quien manda aquí incluso arriba del mismo Scott Cowen, hijo de mi tío Patrick.

Una vez que empecé a sobrepasar a todos y ser grandiosa en mi trabajo pisoteando a todo aquel que quisiera interponerse no dude ni un poco en hacer lo mismo con él, quien al principio se mostraba amable conmigo, de hecho salimos por un buen tiempo, solo citas y eso, hasta que se sintió opacado por mí, pero la estocada final al parecer se la di cuando confirme mi noviazgo con Jake, ahí fue cuando comenzó a odiarme de verdad.

Lastima por él ya que de ninguna manera le convino tenerme de enemiga, pero sin en cambio sigue sin cambiar su actitud dando por hecho que está a salvo solo por ser hijo de quien es.

—Al fin estas aquí. — Dice mi asistente Tara en cuanto salgo del elevador—. ¿Cómo estuvo tu descanso?

—De maravilla. —Suelto un suspiro comenzando a caminar saludando a las personas que lo hacen dejando ver su contento por que este de regreso—. Aunque siendo sincera extrañaba mucho el trabajo.

—Y nosotros te extrañábamos a ti.

—Que mentirosa.

—Te lo juro, jamás creí que extrañaría tanto a mi jefa.

Río por su comentario a la vez que me entrega los informes con lo que creo es el resumen de mi semana de ausencia.

Literalmente me desprendí del trabajo en todo sentido esta semana ya que no tuve contacto alguno ni novedad alguna con nada ni nadie dentro de los negocios debido a ordenes de mi tío Patt quien quería que descansara como debía de ser.

—Ser asistente de Scott no pudo ser tan malo, Tara. —Digo mientras continúo leyendo camino a mi oficina—.

—La verdad es que no considerando que él tiene a su propio asistente por lo que se puede decir que también estuve de vacaciones.

—Pues enhorabuena, te las merecías. —Bromeo—.

—Que graciosa.

—Novedades que sea necesario que sepa de inmediato que no incluya chismes de cafetería.

Cuestion de AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora